Jubilación es una palabra querida, temida, criticada, por donde se la mire. Los cansados de trabajar la esperan con ansias, quienes no quieren envejecer o ver disminuidos sus ingresos, con temor. Las críticas vienen por las diferencias de opinión en cuanto a las AFP, la cara visible de las pensiones, que todos quieren mejorar.

Lo cierto es que Chile se hace cada vez más viejo, por lo que es necesario conocer con más precisión qué pasará con esta población (que luego seremos nosotros) y sus necesidades, para prepararnos de la mejor manera ante el futuro.

El Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales UC (Clapes UC) junto a Caja Los Andes, desarrollaron el programa “Tu Nuevo Ciclo” que forma parte del Observatorio del Adulto Mayor que impulsan ambas instituciones.

“Tu Nuevo Ciclo” es un estudio sobre la población chilena cuya edad fluctúa entre los 53 y 57 años, con el fin de analizar el cambio que enfrentará este grupo etario en los próximos diez años, una vez que enfrenten el proceso de jubilación, centrándose en los siguientes pilares: Redes Sociales (pilar de Sociología y Redes); Ingresos (pilar de Economía) y su posible estado de salud (pilar de Salud).

¿Con qué se encontraron?

La metodología tomó como fuentes el análisis de los datos de las encuestas CASEN 2015 y la Encuesta Nacional de Salud 2009. 

Entre muchas cosas, el estudio proyecta que los hombres y mujeres de 53 a 57 años, en un periodo de diez años, disminuirán su nivel ingreso, siendo ellas las más afectadas al contar con un 13% menos dinero. A la vez, se proyecta una caída de un 24% de personas ocupadas asalariadas y un alza de un 26% de casos con “familiares no remunerados o inactivos”.

Otro dato relevante es la posibilidad que tendrán las personas de 53 a 57 años, de contar con alguien en el hogar que los pueda asistir en caso de presentar algún problema dentro de los próximos diez años. En este aspecto, la proyección dice que 56% de los hombres contaría con apoyo, es decir, casi el doble que las mujeres, con apenas un 27%.

En materia de salud, se proyecta que los hombres tendrán una tasa de dependencia de un 11,3%, versus un 0,2% de las mujeres. En cuanto al deterioro cognitivo, los hombres muestran mayor menoscabo que las mujeres (17% versus 4%), mientras que la tasa de depresiones, por el contrario, se dispara a un 25% en las mujeres contra un 2% de los hombres.

En cuanto a sus hábitos, el estudio arroja que los hombres que fuman ocasional o frecuentemente bajarían un 21%, mientras que en las mujeres este aspecto tiende a subir en un 5%.

Finalmente, en términos de actividad física, el sedentarismo en el tiempo libre tiende a disminuir en los hombres (desde 89% a 84%) y aumentar en las mujeres (desde 90% a 93%).

Qué hacer con el monto de las pensiones

Es cierto que el panorama puede parecer un tanto desolador si nos quedamos en los números, sin embargo, es muy importante conocer esta realidad para hacernos consciente de lo importante que es llegar preparados a la etapa de la jubilación.

¿Qué pasará con las pensiones? No podemos dejar pasar la preocupación principal, pues para vivir una vejez digna, lo primero es poder suplir las principales necesidades y para eso, necesitamos dinero. Pero cuando no se ha tenido un sueldo suficiente, o un trabajo estable, la situación puede ser muy precaria.

Hoy se proponen medios como el Ahorro Previsional Voluntario (APV) o el seguir trabajando después de los 65 (hombres) o 60 (mujeres), para que el ingreso o monto de las pensiones sea mayor.

• ·Te puede interesar: ¿Jubilación gradual? El gran ausente en el debate previsional

Sin embargo, los cambios legales son necesarios. Como les contábamos en un artículo anterior, el presidente electo, Sebastián Piñera, propuso en su campaña mantener el sistema de AFP, pero con modificaciones como:

- Aumentar las pensiones incrementando en 4 puntos la cotización obligatoria, con cargo al empleador. Esto significaría un aumento de un 40% en las pensiones, según menciona el programa.

- Mejorar las pensiones de los adultos mayores más vulnerables, incrementando los aportes fiscales al Pilar Solidario en un 42%, para aumentar la Pensión Básica y el Aporte Previsional Solidario, extendiendo su cobertura hacia la clase media.

- Aumentar las pensiones de la clase media con un complemento de sus pensiones con cargo fiscal para quienes hayan cotizado más de 20 años, el que aumentará cuando se postergue la edad de jubilación.

- Aumentar las pensiones de las mujeres con un complemento de sus pensiones con cargo fiscal para quienes hayan cotizado más de 16 años, el que también aumentará cuando se postergue la edad de jubilación. También se aumentará la rentabilidad del Bono por Hijo en el caso de los nacidos antes de julio de 2009.

- Autorizar el retiro de un monto de libre disposición a quienes posterguen la edad de jubilación equivalente al 50% del mayor ahorro logrado fruto de dicha decisión.

- Mejorar el servicio y la competencia en la industria de administradoras de fondos de pensiones, proveyendo más información a los cotizantes y pensionados; creando la aplicación “Un click y cambio” para facilitar la libre elección de los usuarios.

Habrá que estar pendiente este año y los siguientes, para ver cuáles de esas medidas se impulsan y logran salir adelante en las discusiones del Congreso. 

Salud y felicidad

Pero como no todo es dinero, y bien lo sabemos, también hay factores fundamentales en los cuales prepararse para vivir el ciclo que se inicia después de una jubilación: la buena alimentación, la actividad física y sobre todo las redes familiares y sociales (no virtuales), son muy importantes de cultivar para vivir esta etapa de la mejor manera.

Además, hoy la esperanza de vida ha aumentado y la medicina mejorado, una persona de 60 no está ni cerca de ser un “anciano” y le queda bastantes años por disfrutar.

“Podemos llegar a nuestro periodo de jubilación en buenas condiciones de salud, con buenos amigos y ojalá con los suficientes ingresos para poder disfrutar este periodo. Lo que nos muestra nuestro estudio es que para lograrlo, tenemos que prepararnos. La forma como vivimos hoy, determinará como llegaremos a nuestro periodo de jubilación. A los 50 años de edad, entonces, es muy conveniente hacer ejercicio, y dejar la vida sedentaria. Además, generar redes de amigos son un gran pilar en la siguiente etapa de vida”, comentó Rodrigo Cerda, Director Alterno del Clapes UC.

Lo mismo comentaba Pedro Pablo Marín, geriatra y académico de Medicina Interna de la U. Católica, quien fue uno de los editores del libro Cómo Vivir Bien 100 Años, coordinado por el Clapes UC y con el apoyo de Caja Los Andes: “Cada uno envejecerá cómo ha vivido previamente”.

• ·Te puede interesar: Cómo Vivir Bien 100 Años: las claves del libro para tener una mejor vejez

Con respecto a "Tu Nuevo Ciclo", Nelson Rojas, Gerente General de Caja Los Andes, comentó: “Es necesario seguir trabajando en este tipo de iniciativas, enfocando nuestros esfuerzos en generar un cambio cultural que nos permita ocuparnos y prepararnos para el futuro de una sociedad que envejece. Debemos enfrentar este desafío conscientes del valor de una vejez activa y positiva; con adultos mayores que la enfrentan con dignidad y siendo valorados por la sociedad”.

¿Qué medidas se deberían implementar para mejorar la calidad de vida de los adultos mayores?