Imagen: César Mejías

Mechoneo social, el rito de iniciación que está reemplazando las burlas tradicionales

Muchos chilenos han pasado por brutales mechoneos que, más que un buen recuerdo, les dejan una sensación amarga. Pero varias universidades están transformando esta burlona tradición en un rito de iniciación con sentido social.

Por María Jesús Martínez-Conde | 2018-03-06 | 14:39
Tags | mechoneo, mechoneo social, trabajo comunitario, universidad, universitarios
El 2 de marzo pasado, 1.400 estudiantes realizaron en Peñalolén labores de reforestación, despeje, desmalezado y pintura, en un tramo de 6 kilómetros de la ciclovía Las Perdices.

¿Te acuerdas de ese primer día? Con mochila al hombro, saliendo de la casa rumbo a la universidad, llegando a un barrio que no conocías o, en el caso de quienes venían de provincia, aventurándote en una ciudad que es totalmente ajena. Sin caras conocidas y con el entusiasmo de quien ya no se siente un niño porque tomó una decisión propia, entraste por esa puerta.

Esperamos una bienvenida acogedora, “buena onda” o alguna ceremonia empática con los nervios del minuto. Pero muchos encontramos lo contrario: un rito de humillaciones, agresividad y burlas.

Es el tradicional “mechoneo”,una costumbre que floreció en las últimas décadas, pero que está cambiando de la mano de alumnos y profesores que toman conciencia de lo perjudicial que es. Así, en vez de cabezas de pescado, mostaza y vinagre, “beso al chancho”, robos de zapatos o vejatorios cortes en la ropa de las mujeres, muchos centros de alumnos se la están jugando por trabajos comunitarios, charlas motivacionales o la invención de creativos nuevos rituales.

¡Esto es el “mechoneo 2.0”!

Pero primero, ¿por qué es malo el “mechoneo tradicional”?

Ponemos “mechoneo tradicional” para diferenciarlo de las nuevas tendencias, más inclusivas y sociales que veremos más adelante (#MechoneoPiola, como el gobierno propuso nombrarlo el año pasado). El asunto es que el mechoneo tradicional puede ser muy nocivo para un joven que viene recién entrando a la educación superior.

Según Carmen Gutiérrez, directora de la Escuela de Psicología de la Universidad del Pacífico, el mechoneo es algo importante, pues tiene el sentido del rito, de marcar el paso de una etapa a otra, de dar la bienvenida a un adolescente al mundo adulto para jugar un rol más activo en la sociedad. En este sentido, puede ser algo que emociona y entusiasma.

Sin embargo, rápidamente se puede transformar en una instancia humillante, lo que puede frustrar al joven. “La mayoría de los mechoneos actuales tienen elementos de exposición, de querer ridiculizar, humillar y, en algunos casos, dañar físicamente a los nuevos estudiantes, lo que es claramente un comportamiento negativo. No se puede estar de acuerdo con una actividad donde se transgreden los límites de la persona con el fin de someterlo a una vergüenza pública y a un peligro inminente. El hecho de que les corten el pelo, les rompan la ropa y/o quiten los zapatos, puede ser visto como una situación degradante y de humillación”, señala Gutiérrez.

Loreto Campos, directora de Asuntos Estudiantiles de la Universidad Adolfo Ibáñez y quien está a cargo de la iniciativa del mechoneo social en esta institución, explicó a El Definido:

La literatura nacional e internacional señala los primeros días en la universidad como los más importantes del primer año. Y si esos días están marcados por una mala experiencia, puede favorecer una deserción temprana de la carrera y/o universidad. Los primeros días en la universidad son claves para sentirse parte de la comunidad y para empezar a incorporar este nuevo rol de universitario. Por eso, el mechoneo tiene que ser un espacio de conocimiento e integración entre los estudiantes nuevos con otros de cursos mayores, así como una vinculación inicial con una de las partes del modelo educativo, que busca generar profesionales comprometidos con ser un aporte al desarrollo del país”.

¿Cómo se está haciendo este “mechoneo social” o “mechoneo piola” en algunas universidades?

Universidad Adolfo Ibáñez: un aporte a la comunidad

Tal como ya lo han hecho en años pasados, la UAI desterró el mechoneo tradicional para jugársela por las labores sociales. Más de una década lleva la alianza de la universidad con la municipalidad que la acoge, Peñalolén, creando actividades sociales durante la primera jornada de los alumnos, y generando así un sentido de pertenencia con el lugar desde el momento inicial.

Es así como el 2 de marzo pasado, 1.400 estudiantes realizaron en Peñalolén labores de reforestación, despeje, desmalezado y pintura, en un tramo de 6 kilómetros de la ciclovía Las Perdices.

La alcaldesa de Peñalolén, Carolina Leitao, señaló: “llevamos once años apoyando esta iniciativa para cambiar el sentido a los tradicionales mechoneos, que a veces conllevan agresividad y violencia, por este sentido social, donde los jóvenes contribuyen al desarrollo y al mejoramiento de la calidad de vida de quienes más lo necesitan en nuestra comuna”.

El año pasado, por ejemplo, realizaron también labores de reforestación, despeje y pintura al interior del Parque Quebrada de Macul, afectado por los incendios durante el verano de 2017.

Y para que se sientan aún más bienvenidos, la UAI ofrece a los alumnos nuevos una tutoría con estudiantes mayores, quienes se encargan de integrarlos a la vida universitaria, supervisados por el equipo de psicólogos de la Dirección de Asuntos Estudiantiles.

Como nos cuenta Loreto Campos, existen dos efectos positivos que desencadena esta experiencia: “el primero, es la relación con la comuna en la que estamos insertos. Nos importa que nuestros vecinos sientan que tener a la universidad en su comuna puede ser un aporte, aunque sea una intervención cortita, pero que equivale a mejorar la cara de un barrio. Y el segundo es que contribuye a la integración de los alumnos y sobre todo entre quienes llegaron sin conocer a nadie, se van con la posibilidad de generar amigos desde el primer día. Este efecto lo medimos a partir de los reportes de los tutores (el mismo tutor que guía a la cuadrilla en el mechoneo, acompaña a este grupo durante todo el primer semestre, mediante WhatsApp, mail y Facebook, para contestar todas sus dudas) y con una encuesta de cierre del primer semestre, donde los alumnos nuevos nos reafirman la importancia de esta actividad para su ingreso a la universidad”.

UAI

El “mechoneo selk'nam” de la Universidad de Magallanes

Otra de las iniciativas interesantes surgió en Magallanes el año 2012, y desde entonces se ha venido practicando. A un grupo de alumnos de arquitectura de la UMAG, se les ocurrió realizar el mechoneo imitando un ritual que hacía el pueblo originario selk´nam (conocidos también como onas) en Tierra del Fuego, hace cientos de años.

La ceremonia consiste en un rito de iniciación donde los alumnos de cursos superiores –representando espíritus del mundo selk´nam con ropa rayada y máscaras- les pintan la cara a los recién entrados con rayas rojas y blancas. Así, aparte de darles la bienvenida, generan una relación entre los estudiantes, la cultura y la historia de la zona. Al finalizar la ceremonia, es tradicional entre los jóvenes quemar papeles en una pequeña fogata, simbolizando el fin de la etapa.

El evento intenta imitar un rito tradicional selk´nam llamado Hain, mucho más complejo que este simple “pinta caras”, pero que guarda el espíritu de los jóvenes de la UMAG en el sentido de “quemar etapas” y dejar atrás la juventud para dar la bienvenida a la vida adulta.

UMAG

Y estas no son las únicas instituciones que se han unido a la tendencia, cosas semejantes se han hecho ya en otras universidades. Por ejemplo, el año pasado alumnos de la Universidad Viña del Mar pintaron la sede vecinal del Comité Vista Las Palmas II, construyeron un huerto urbano e iniciaron la habilitación de una plaza que continuarán realizando durante el año.

En la Universidad de Los Andes, el año pasado novatos de sicología visitaron la Escuela de Emprendimiento de Estación Central en la población Los Nogales, para entregar una tarde entretenida; y en la Universidad Diego Portales, el 2016 realizaron trabajos de jardinería, pintura de muros y actividades recreacionales para niños en Huechuraba.

Gracias a este tipo de iniciativas, poco a poco el mechoneo mala onda –en que los mayores se burlaban de los menores- va quedando atrás. Lo interesante, es que la tradición no es simplemente eliminada, sino reemplazada por una ceremonia o actividad cuyo objetivo ya no es la humillación, sino el crear lazos, destacar el sello de cada institución y dar un giro hacia lo social.

¿Fuiste mechoneado en la universidad? ¿Cómo?