Imagen: Jazmín Palacios/ MAC

El MAC se convierte en una prisión virtual para hacernos reflexionar sobre la realidad carcelaria en Chile

“Los muros de Chile” es la exposición que está actualmente instalada en el Museo de Arte Contemporáneo. Usando principalmente luces, esta prisión virtual nos acerca una realidad desconocida y nos regala la oportunidad de reflexionar y dialogar en torno a ella.

Por María José Valdés @mjvaldes | 2018-04-18 | 11:45
Tags | los muros de chile, exposición, audiovisual, cárcel, prisión, políticas públicas, reinserción, arte, luz, proyección, andrea brandes, louis von adelsheim
Las imágenes en movimiento son proyectadas en los muros y techos del museo, reflejando el mundo interno de la cárcel, su cotidianidad y las historias de los victimarios, sus familias e incluso de las víctimas.

Hay obras de arte que logran traer magia al mundo, que hacen posible lo imposible y nos permiten ver realidades que de otra forma no podríamos. Los muros de Chile es una de ellas, una de esas extrañas experiencias en las que con solo cruzar una puerta, te transportas a otro lugar para ver una realidad distinta a la propia. Y una vez que entras en esa obra y la vives, es difícil salir.

Usando tecnología de punta y más de 80 proyectores, el artista suizo-alemán Louis von Adelsheim nos permite ver el interior de la cárcel de Valparaíso. Usando cuadros visuales en el Museo de Arte Contemporáneo en Quinta Normal, tiene la intención de calar hondo en nosotros e interpelarnos. De noche, incluso, nos permite ver el exterior, convirtiendo la fachada del museo en los muros exteriores del recinto. Adentro, son once las salas que retratan la vida dentro de la cárcel, cada una con una temática diferente: los internos, sus hijos, sus emociones, sus sueños, sus testimonios, las salidas a los patios, el hacinamiento, la violencia y el duelo vivido por el incendio en la cárcel de San Miguel, en 2010. Retratos visuales que muestran el dolor, las historias y sueños de los presos.


Jazmín Palacios/ MAC

El trabajo lo empezó Louis von Adelsheim en 2014, junto a la poeta chilena Andrea Brandes, que a su vez trabajó durante ocho años en la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago (CAS), haciendo un taller de poesía para los internos. La misión que llevaron a cabo durante tres años está concretada en la exposición que permanecerá abierta al público hasta el 24 de junio, pero tiene el gran desafío de ser solo el puntapié inicial de algo mucho más grande, un aporte al diálogo y al debate para construir de a poco la paz social.

En El Definido tuvimos la suerte de hablar con Andrea Brandes y de preguntarle todos los detalles que te contamos ahora.

Visibilizando el mundo carcelario

Los poemas de sus más de 200 alumnos fueron, según ella, la primera piedra del proyecto y son la base teórica de la exposición. “Fueron versos propios y ajenos, los que pusieron a hombres bravos de rodillas frente a la propia historia del dolor recibido y al mal causado”, escribe Andrea en uno de los papeles entregados en la exposición.

“La idea de la exposición surgió cuando vi una exposición de Louis de una cárcel en Alemania”, nos contó Andrea. “Tomó imágenes y las proyectó sobre el muro detrás de la cárcel, para que así la gente pudiera ver lo que pasaba adentro”.

Louis von Adelsheim es un artista visual, camarógrafo y productor de documentales, y desde 2005 trabaja con video proyecciones al aire libre. El trabajo artístico en torno a las realidades carcelarias no era algo nuevo para él, por lo que Andrea, que ya lo conocía hace años, le preguntó si le gustaría ir a Chile a hacer algo similar, porque creía que la realidad carcelaria chilena no la conocía toda la sociedad. Él aceptó y partieron a la cárcel de Valparaíso. ¿Por qué la cárcel de Valparaíso?

Según Brandes esta cárcel específicamente es bastante interesante, porque tiene todas las formas de cumplimiento de pena, abarca toda la realidad carcelaria.

La muestra instalada en Quinta Normal recopila el material audiovisual producido por los artistas durante los tres años de trabajo, tanto del desarrollado diariamente en la cárcel de Valparaíso, como en otros lugares. Las imágenes en movimiento son proyectadas en los muros y techos del museo, reflejando el mundo interno de la cárcel, su cotidianidad y las historias de los victimarios, sus familias e incluso de las víctimas.


Jazmín Palacios/ MAC

Mirar de frente a víctimas y victimarios

La exposición busca conectarse con el espectador a través de las emociones, así como también reflejar la realidad de un sistema carcelario que está colapsado y que necesita reestructurarse, generando una reflexión y una discusión que lleve a mejorar las políticas públicas de reinserción.

“Yo haciendo clases me di cuenta de que los internos no son capaces de hablar de sus víctimas, no lo hacen”, nos contó Andrea. “En la cultura carcelaria ellos no hablan de las consecuencias de sus actos y es comprensible, porque no quieren adicionar un deber más en una situación de cautiverio como la que están, que es súper difícil de soportar”. Cuando empezaron a leer y a escribir poesía, según la poeta, cada uno de ellos fue entrando en capas profundas de su emocionalidad, que tenían completamente bloqueadas, y de a poco empezaron a hablar de sus víctimas.

“Nuestro postulado”, dice Andrea, “es que la sociedad chilena tampoco quiere hablar de sus víctimas, tampoco quiere ver. Porque en Chile yo diría que prácticamente todos los presos, salvo excepciones que uno conoce con nombre y apellido, son personas que vienen de la pobreza o de la miseria; son cabros que han crecido faltos de amor, de afecto, de contención y de plata. No queriéndolo ver, pasamos a ser coautores de esos delitos”.

Los autores visibilizan esta realidad a través de metáforas visuales, lo que permite, según Andrea, que la realidad sea tolerable de ver para el que es ajeno a ésta. “No es la realidad uno a uno”, aclara, “porque esa la gente no la puede digerir; sería tanto el shock que preferirían no mirar. Esta realidad es simbólica, no pretende ser una copia, porque tiene que entrar de otra manera al subconsciente de los espectadores”.


Jazmín Palacios/ MAC

Como ejemplo, nos cuenta la historia de una mujer que conoció, una que está expuesta en una de las salas del MAC en el segundo piso. Bajo el título “Condena X2”, se lee el siguiente texto: “Miles de mujeres corren la suerte de sus hombres encarcelados, los asisten con abnegación durante toda la condena. Llegan al alba, cargadas con su humilde encomienda a pararse en la larga fila de ingreso. A su regreso esperan los hijos, el trabajo y la pobreza”. Dentro de la sala podemos ver a una mujer, Silvia, proyectada en las paredes, vestida de novia caminando por las calles de Valparaíso para ir a la cárcel a ver a su marido, lo mismo que hizo durante 30 largos años. Una historia que representa el padecimiento de tantas mujeres que tienen a sus maridos encarcelados.

Durante los días que estará la exposición en el MAC, se realizarán también diversos encuentros guiados por especialistas de distintas disciplinas, en los cuales el arte será siempre el hilo conductor. Disciplinas que están implicadas de una forma u otra en la creación de la marginalidad que conduce al crimen. Estos encuentros, al igual que la exposición, se están realizando con la colaboración de la Cámara Chilena de la Construcción, la Fundación Paz Ciudadana y la Confederación de la Producción y del Comercio.

“La idea es poner sobre la mesa el tema de la delincuencia y mirar”, según Brandes. “Porque si no miramos ahora vamos a terminar igual que en México”, dijo refiriéndose al país que hoy está siendo considerado por algunos como el más violento de América, y uno de los más peligrosos del mundo.

La entrada a la exposición es liberada y acá puedes visitar el sitio oficial.