Según las estimaciones del gobierno, hoy habría 1.114.237 extranjeros en Chile, un 6,1% de nuestra población total. Este inocente número quiere decir que hoy los migrantes son casi el triple de lo que eran hace cuatro años. No es difícil darse cuenta de que en el último tiempo ha habido un crecimiento explosivo de migrantes y pareciera ser que cada día llegan más.

Una nueva ley de migración

Esta es la razón por la cual hace poco más de dos semanas el presidente anunció la Nueva Ley de Migración, que regulariza el ingreso de extranjeros en el país y que busca solucionar gran parte de los problemas que hoy existen en torno al tema.

Algunas de las principales medidas, son:

• La creación de una nueva institucionalidad, con el establecimiento de un Consejo de Política Migratoria y la creación del Servicio Nacional de Migraciones.
• Un catálogo flexible de categorías migratorias.
• Un registro nacional de extranjeros.
• Un proceso de regularización extraordinario que comenzó el pasado 23 de abril.

Entre muchas otras medidas que buscan “garantizar una migración segura, ordenada y regular, adecuándose a los tiempos actuales y a las necesidades del país, pero sin perder de vista los derechos y protección de los migrantes”, según anunció el gobierno.

El que trae la mejor idea gana

Este repentino fenómeno nos enriquece mucho culturalmente, pero también acarrea una serie de desafíos. A más de alguno probablemente le ha tocado escuchar a algún haitiano tratando de hablar español para ubicarse en la mitad de Santiago, o a alguna venezolana que tiene un doctorado en matemáticas, pero que lamentablemente no ha podido encontrar pega en su área y trabaja en Uber.

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Así como hay muchos extranjeros en Chile, también hay muchos chilenos con ideas brillantes que buscan solucionar problemas, y en este caso específico desafíos que tienen que ver con la migración. El Desafío Ponle Color, es una iniciativa organizada por Socialab y el Servicio Jesuita a Migrantes, que busca ideas innovadoras que estén en etapa de desarrollo inicial y que generen inclusión, financiando y asesorando a los migrantes. Así, las ideas se reúnen y las mejores ganan y se aceleran.

Trabaja Global: emparejando la cancha laboral

A Daniel Vives, por ejemplo, encontrarse con migrantes desempeñándose en cargos en donde no podían desarrollar todas sus habilidades, es algo que siempre le llamó la atención. “Nos chocaba mucho y encontrábamos muy injusto que fuéramos a un restaurant y nos atendiera una persona que era ingeniero civil, o ir a echar bencina y nos atendiera un abogado. Entonces pensamos, ¿cómo podemos hacer para que estas personas lleguen a Chile y desempeñen los cargos que les correspondan, en los que realmente puedan aportar con todo su potencial? Porque es injusto que tú estudies cinco años en una universidad y que por el contexto de tu país tengas que irte, y en ningún otro lado valoren tus estudios”, nos dice.

Fue así como él, junto a un grupo de amigos, crearon Trabaja Global,uno de los proyectos con los que está trabajando Socialab.

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Básicamente, lo que este proyecto hace es intermediación laboral entre empresas que necesitan contratar trabajadores y extranjeros que necesitan ser contratados. Así, la empresa busca facilitar la inserción laboral de los migrantes en Chile y darles la misma oportunidad ante candidatos locales.

“Está el estigma en Chile de que al extranjero se le puede pagar menos porque está dispuesto a trabajar por menos. Nosotros nos ocupamos de que el extranjero trabaje con un sueldo justo, que le corresponda”, nos dice Vives.

¿Cómo lo hacen?

El servicio que presta la empresa es bastante personalizado para cada migrante. Por un lado, simplifica a las empresas el proceso de selección y contratación de extranjeros, y por el otro, ayuda a los migrantes a validar sus antecedentes –académicos, laborales y personales- y los acompaña en la tramitación de permisos, para que puedan desarrollarse normalmente en el nuevo trabajo.

En primera instancia, se juntan con empresas que estén buscando nuevos trabajadores. Si ellos acceden a la contratación de algún extranjero, envían a su sicólogo laboral para que se junte con ellos y haga un perfilamiento del cargo que quieren suplir. Con ese perfilamiento en la mano, el equipo de Trabaja Global revisa su base de datos y busca a la persona más adecuada para el cargo. En el caso de que no encuentren a nadie, salen a buscarlo -así como un head hunting- para realmente dar con la persona más adecuada para posicionar a la empresa. Con esas opciones arman una terna y la envían a la empresa para que ellos mismos entrevisten a los candidatos.

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La segunda parte viene cuando la empresa ya se decide por un candidato, y esta es la parte más personalizada. Ahí Trabaja Global se encarga de regularizar la situación migratoria del extranjero. Además de eso, manda a validar los antecedentes académicos, personales y laborales al extranjero, con personas que están en los respectivos países de origen de cada trabajador. En base a eso, mandan un informe que le otorga a la empresa una idea completa de la persona que está contratando. “Esto considerando que en Chile uno no puede saber mucho de la persona que estás contratando, porque no tienen las mismas redes de contacto que tiene un chileno acá”, nos comenta Daniel.

Una vez hecha la contratación exitosa, Trabaja Global le cobra un porcentaje del sueldo acordado a la empresa contratante, y con ese ingreso sustentan el proyecto. “Con esto, lo que nosotros buscamos hacer es poner en igualdad de condiciones al extranjero con el candidato local, en cuanto a la información a la que tiene acceso la empresa”, aclaró Daniel.

¿Y cómo llegan a los extranjeros?

El proyecto, que empezó hace seis meses aproximadamente, ha ayudado ya a más de 20 extranjeros a conseguir un trabajo acorde a sus capacidades y estudios. Según Daniel, van llegando a ellos a través de redes o incluso conversando con gente en el supermercado, que a su vez les van abriendo puertas a grupos más grandes de extranjeros. A medida que la iniciativa ha ido creciendo, han empezado a sistematizar el proceso, con una página web y una base de datos que recolecta distintas variables necesarias para la contratación por parte de empresas.

¡Y no es la única iniciativa de este tipo!

Son muchas las iniciativas que hoy forman parte del Desafío Ponle Color de Socialab y que buscan entregar soluciones o facilitar las problemáticas de los migrantes en Chile, algunas de ellas son:

• Redinmigrante: parecida a Trabaja Global, pero enfocada más en orientar a la empresa.
• Khuyay: una plataforma web que apadrina a extranjeros por parte de chilenos.
• Kullaka: una red de apoyo para mujeres migrantes.
• Por una migración informada: un proyecto que, por medio de múltiples plataformas gratuitas, da a conocer los aspectos más relevantes de Chile en los países extranjeros, para que cuando un migrante decida venirse, pueda estar informado. El proyecto incluso lanzó en los últimos días la aplicación gratuita Yo Migro, que entrega información a migrantes hispanohablantes sobre Chile. Es como un shot de inducción para cualquier persona que quiera venir a Chile y no sabe nada del país. Entrega, por ejemplo, información sobre cómo hacer el proceso regulatorio, cómo hablan los chilenos, sistemas de salud, de educación, números de emergencia, etc. Te recomendamos echarle una mirada en este link (solo está en Google Play).

Pongámosle color

“El nombre Ponle Color tiene que ver con los distintos matices que tienen las culturas presentes ahora en Chile”, dice a El Definido Catalína Olguín, encargada del desafío de Socialab. “Quisimos tomar estos colores que aporta la migración a nuestra cultura chilena y darle un enfoque más positivo”.

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La invitación ahora es que nosotros mismos le pongamos color a nuestro país, incluyendo a los migrantes y enriqueciendo nuestra cultura.

¿Qué iniciativa crees que hace falta para acoger a los migrantes?