Estimados,
hace varios días, en su sección "Guia Para Padres", publicaron un artículo relacionado a las pataletas, el que ha sido ampliamente comentado por muchos de los lectores de este diario.
Las autoras de este artículo recomiendan ignorar las pataletas hasta que el niño se aburra y entienda que una pataleta no lo llevará a nada, y que con el tiempo dejarán de hacer pataletas. Es posible que este método sea efectivo... pero resulta, en cierto forma, una especie de tortura para moldear el comportamiento.
El programa "Chile crece contigo" del gobierno de Chile recomienda, tanto en su página oficial como en sus videos de youtube, la forma más humana de tratar una pataleta, que es dando contención al niño y ofreciendole alternativas. En la explicación que da el sitio web Chile crece contigo, explican que es parte natural del niño hacer pataletas, pues estos aún no manejan sus emociones y la pataleta es la respuesta natural de la misma. Imagínense ahora cómo se sentirá un niño que, en un estado alterado, cuando más necesita que lo calmen y tranquilicen y den amor, las personas en quien este niño más confía, sus padres, simplemente lo ignoran... Para un niño pequeño, todo es terrible, pues no son capaces de medir sus emociones.El pediatra español Carlos Gonzales habla en su libro, "Bésame mucho" sobre los métodos de crianza modernos y hace la comparación entre lo que le hacemos a nuestros niños y lo que hacemos con el resto de los adultos... ¿Por qué los criterios sobre lo que es aceptable hacer a un niño son distintos a los que se usan para lo que es aceptable hacer a un adulto? Los niños merecen tanto o más respeto que un adulto en el trato hacia ellos.
Debo admitir que la columna de Guia para Padres me decepcionó y me enojó, pues, según los comentarios que leí, muchos padres "harán el esfuerzo" de ignorar las pataletas de sus hijos, cuando todo su instinto les dice que los abracen y los escuchen... Para esos padres, recuerden que "los expertos" a lo largo de la historia, han realizado todo tipo de recomendaciones contradictorias y, muchas veces, aberrantes.
Ahora, ¿Quien cree usted, madre, padre, que tiene razón, el experto, que le dice "ignore a su hijo" o su instinto, que le dice "Dale amor y hazlo entender que todo estará bien"?