Imagen: "Maniac" / "Hold The Dark".

Dos imperdibles rarezas para ver en Netflix esta semana

Ambas están entre las producciones más caras de la señal streaming este 2018, una es una serie y la otra una película. Interesantes apuestas que merecen su oportunidad y el Chaya de Nerdix.cl te cuenta por qué.

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El film ganó premios y nominaciones en muchos festivales y, en parte gracias a esta producción, comenzó el debate sobre si las películas de Netflix podían o no participar en los Oscar.

Nadie desconoce el poder de Netflix en la actualidad. Nos alimenta la mente, nos entretiene y nos deja sin dormir por las noches de toda la semana (además de ser la mejor pareja en la soledad o la mejor razón para ver en pareja).

Bueno, a continuación te damos dos títulos que corresponden a algunas de las producciones más caras que la empresa de streaming gringa produjo para este 2018, cuyas críticas las dejan en lo alto, pero claramente requieren de un filtro o de mirarlas de a poco para comprenderlas. Por eso, antes de lanzarte por ellas (o quizás de darles una segunda oportunidad), es necesario saber algunas cosas.

“Maniac”: locura tecnologizada

Cuando hace un mes se lanzó su tráiler, los cinéfilos y seriéfilos alucinamos, no tanto por lo que proponía, pues de verdad se entendía pocazo, sino por su elenco al ser interpretada por dos jóvenes pero exitosos actores: Jonah Hill (El Lobo de Wall Street) y la hoy por hoy chica dorada de Hollywood y ganadora del Oscar, Emma Stone (La La Land), la misma dupla que prácticamente se inició en las grandes ligas de la industria en esa tremenda comedia juvenil titulada Superbad (2007) donde eran pareja.

Pero eso no quedaba ahí, pues su creador, es nada más ni menos que el primer realizador a quien Netflix le dio la difícil tarea de hacer su primera película original el año 2015, con toda su producción y recursos. Nos referimos a Cary Joji Fukunawa y el film Beast of no Nation, que con cruda belleza transformó al actor afrobritánico Idris Elba, en un desalmado y turbio general de guerrilla frente a los ojos de un niño soldado. El film ganó premios y nominaciones en muchos festivales y, en parte gracias a esta producción, comenzó el debate sobre si las películas de Netflix podían o no participar en los Oscar. Además, Fukunawa tiene las cartas de ser el creador de la galardonada serie True Detective y el guionista de la nueva IT.

Y otro punto a considerar: Patrick Somerville también es su guionista, conocido por su buen trabajo en la serie The Leftovers.

¿De qué se trata?

Maniac, como sugiere su título, es una locura. Pero una locura maestra que merece ser digerida de a poco y con tiempo, pues narra acontecimientos que ocurren en un futuro cercano, algo así como en el 2030, cuando una corporación farmacéutica requiere de humanos inestables para probar sus respectivas drogas, siendo Annie (Emma Stone) y Owen (Jonah Hill), sus principales conejillos de indias.

Ella, una joven adicta a los placebos para mantener en el olvido (o constante recuerdo) un terrible momento de su vida; y él, un tipo solitario y minorizado por su familia y entorno por ser diferente, ver alucinaciones y creer que es el salvador del apocalipsis. Esa onda. Entonces ambos comienzan este viaje lisérgico entre fantasías mentales (que van desde vivencias en otras épocas a mundos élficos fantásticos), personajes freaks y revelación de miedos, deseos y perversiones. ¡Ah! Y con una romántica y viuda computadora con inteligencia artificial, como gestora de todo este cuento.

¿Por qué hay que verla?

Porque creo que estamos frente a un nuevo tipo de concepto de serie, tanto por su producción, que es casi como la de una mega película en todos sus elementos —elenco, locaciones, efectos especiales, diseño, montaje y fotografía- como en su forma narrativa, que sería una mezcla de comedia negra kitch de ciencia ficción, con tintes psicodélicos de Twin Peaks y referencias a cintas de cine de clase B. Esto requiere estar atento y comprender su sátira y ritmo.

Además, se inserta dentro de una época sumamente tecnologizada, pero a la vez muy ochentera en su estética y pensar, que plantea cosas como tiendas que te dan la posibilidad de saber los problemas legales, chismes o cualquier dato de otra persona solo pagando en caja; servicios de amigos por un día con actores que se intercambian roles para escuchar o acompañar; o incluso cápsulas de hibernación física para no compartir con la sociedad. Y si a esto le sumamos los rarísimos pero graciosos personajes de interesantes actores como Justin Theroux (The Leftovers), Sonoya Mizuno (Ex Machina) y la legendaria Sally Field (Forrest Gump), la cosa está en otro nivel que se debe considerar.

Consejo: No te quedes en el primer capítulo. Es la peor bienvenida a lo que viene.

“Hold The Dark”: animal humano y acción en tiempo real

Del humor y colores de neón, nos vamos a su vereda opuesta, una fría, tórrida y sin espacios para sonreír. Un film cuyo director se ha establecido como parte de la nueva camada de realizadores de un cine personal, singular y propio, y en el caso de Jeremy Saulnier, uno que apunta a la acción real y visceral, que inquieta y complica, pero que proyecta de una manera visual profundamente bella. Firma que se reconoce en sus dos primeras películas, esa venganza carcelaria vecinal que es Blue Ruin (2013) y la agobiante Green Room (2015), que nos traslada a un solitario concierto de una banda juvenil rodeada de neonazis asesinos. Con Hold The Dark nos otorga un drama violento de palabras mayores, con toda su propuesta.

¿De qué se trata?

En un inhóspito y nevado pueblo de Alaska, comienzan a desaparecer algunos niños, al parecer, producto de salvajes y hambrientos lobos que asechan. Una joven madre, Medora Slone (Riley Keough), en su desesperación, llama a un exitoso escritor cuyo best seller fue una crónica biográfica de toda una vida registrando a estos animales (personificado por Jeffrey Wright, Basquiat), no para ir en su rescate, sino para saber cómo vengarse. A la par, su marido, el soldado estadounidense Vernon Slone (Alexander Skarsgard), debe regresar de Irak para sumarse en esta campaña de castigo contra las bestias.

¿Por qué hay que verla?

Por su historia y forma de estar narrada que angustia, incomoda y hasta asusta, pasando por no saber si ves una película dramática, de terror o de acción, convergiendo o mezclándose los estilos en cada minuto. Sus actuaciones están notables y su estética sobresale a lo acostumbrado, pero sobre todo, sus escenas de acción van a pulso real, sin efectos especiales ni piruetas, estás ahí. También por sus mensajes, planteando la locura humana ya sea en el desierto o en las montañas, con el ser humano mostrándose como el más animal y carnicero en sus propósitos. Jugando además con el misticismo de los pueblos originarios de estos parajes y los vicios del clásico dicho “pueblo chico, infierno grande”.

Consejo: No busques explicaciones textuales, pues aquí el espectador debe suponer y pensar. Si te gustó Sin Lugar para los débiles (2007), esta es su versión nevada.

¿Por cuál partirías?