Imagen: César Mejías

Empezar a tejer: beneficios para la salud y consejos prácticos

Esta práctica que ha pasado de generación en generación, hoy vive un boom que incluye ferias y talleres por doquier. ¿Cuáles son los beneficios de tejer? ¿Cómo comenzar a practicar esta manualidad?

Por Vale Lopresti Fuenzalida | 2018-11-12 | 17:00
Tags | tejer, beneficios, salud, consejos
Las actividades manuales artesanales como tejer (a palillo y crochet), pueden ayudar a evitar una disminución en la función cerebral con la edad, ya que aquellos que lo hacen tienen menos posibilidades de desarrollar un deterioro cognitivo leve y pérdida de memoria.

Una de las cosas que más recuerdo de cuando era chica, es que cuando iba en primero básico, usaba para ir al colegio durante el invierno un chaleco azul marino que me tejió mi abuela. Me acuerdo porque era gordito y porque el resto de mis compañeros no tenían prendas similares. También tenía un chaleco calado que mi tía me hizo cuando era más grande, con esa típica pitilla, pero que tejido se veía muy bonito.

Así es como el tejido siempre ha estado presente en mi vida, y desde hace algunos años (por lo menos desde diciembre de 2015, según mis publicaciones de Instagram) ha sido una constante y un método de drenar toda la energía creativa que tengo, y que a veces necesita una vía de escape. A medida que quise mejorar mi técnica de tejido (principalmente crochet) me fui metiendo de a poco en este mundo, un poco gracias a YouTube y otro poco gracias al boom que se está generando con las manualidades en general, haciendo más accesibles clases y talleres dedicados a distintos tipos de técnicas.

De esta manera he conocido a muchas personas y una de las cosas que unen a todas ellas, además del amor a tejer, es declarar que lo hacen porque es un medio de distracción, de desconectarse del día a día y concentrarse en eso. Y me puse a pensar en lo transversal que ha sido esta práctica a través de la historia, siendo en un principio una necesidad para obtener abrigo, luego adornos y ahora es tan versátil que hay quienes la usan solo como un hobbie, sin un fin determinado.

No solo bonitas “chombas”

¿Han visto alguna vez a alguien tejiendo y que esté enojado?, ¿o estresado? Pues bien, así como lo suponen, tejer tiene un montón de beneficios, y uno de los principales es respecto a nuestro bienestar.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido el bienestar como "una capacidad para realizar el potencial personal, hacer frente al estrés diario y contribuir de manera productiva a la sociedad", y estudios han determinado que tejer, solos o dentro de un grupo, permite no solo distraerse, sino que también un reenfoque de nuestra atención y la habilitación de sentimientos de control para practicar una ocupación gratificante, permitir la relajación y la sensación de contribución.

Basados en una encuesta hecha de manera online, Terapeutas Ocupacionales publicaron en 2013 un artículo en British Journal of Occupational Therapy, donde determinaron que para los tejedores comprometidos, existe una relación significativa entre la frecuencia de tejido y las percepciones de sentirse tranquilo y feliz, y descubrieron que tejer en un grupo mejoraba su confianza social y su comunicación.

Adicionalmente, el tejido se usa como terapia para los fumadores que quieren dejar su hábito y para ayudar a personas que están enfrentado enfermedades graves, de ellos mismos o de familiares. También algunas escuelas y cárceles ya cuentan con programas y talleres de manualidades que han probado tener un efecto calmante y mejorar las habilidades sociales, ayudando de paso a los niños a mejorar sus destrezas matemáticas, al tener que seguir instrucciones en proyectos más complejos (mucho del tejido tiene que ver con conteo, multiplicación y división de puntos).

Un estudio realizado en 2011, mostró lo que podría ser la investigación más interesante, que sugiere que las actividades manuales artesanales como tejer (a palillo y crochet), pueden ayudar a evitar una disminución en la función cerebral con la edad, ya que aquellos que lo hacen tienen menos posibilidades de desarrollar un deterioro cognitivo leve y pérdida de memoria.

Por donde se vea, creo que es algo muy positivo, y los invito a revisar la página del Craft Yarn Councilsi quieren ahondar más en estos beneficios y el mundo de las manualidades.

¿Quieres intentarlo?

Espero que muchos queden con ganas de probar esto de tejer y para que no les sea complicado, les dejo algunas ideas para partir. Mi primera recomendación, es revisar si la municipalidad de la comuna donde viven imparte algún taller de tejido, o incluso buscar si encuentran por Facebook algún grupo de tejedores de su comuna. Y recuerden que no es solo para mujeres, ¡hay grupos de tejido solo para hombres también!

Si son más millenials y lo suyo son las redes sociales, les recomiendo buscar tutoriales en YouTube. Mi canal favorito es el de Esperanza y Ana Celia Rosas, madre e hija que explican de manera muy didáctica distintos aspectos del tejido, desde puntos hasta proyecto específicos.

Mi consejo de dónde comprar lo que necesitan, es la calle 21 de Mayo (lo siento, sé que esta es una recomendación que sirve solo para Santiago, pero nos pueden contar sus recomendaciones para regiones en los comentarios). En este barrio, al lado de Plaza de Armas, van a encontrar todo lo que necesiten: palillos, lanas, hilos, agujas, crochet, y un largo etcétera.

Y nunca está de más decir que si quieren aprender, pueden preguntarle a los más adultos de sus familias, muchas de nuestras abuelas y madres aprendieron a tejer en el colegio, y algunas lo siguen haciendo, así que aprovechen esta oportunidad de conectarse con ellas con este bello pasatiempo.

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