Películas infantiles – Mi propia clasificación

Cuidado con preguntarle al Barbón qué opina de una película, te puede salir con toda una teoría sobre el séptimo arte, como esta reflexión sobre las películas infantiles, cuando le preguntaron por "Lluvia de Hamburguesas 2"

Por Alfredo Rodríguez @AlfreoRodriguez | 2013-09-27 | 12:11
Tags | cine, crítica, dibujos animados, películas, niños, televisión, animación, barbón
"Para mí existen 4 tipos de películas infantiles (...) no dependen necesariamente de la calidad de la película, sino que hacen relación con las pretensiones de la misma"

Ayer se estrenó en Chile Lluvia de hamburguesas 2 - La venganza de las sobras, secuela de la película del 2009. Al salir del cine mi señora me preguntó qué tal era, pero para poder explicarle bien, tuve que desarrollar toda una teoría acerca de las películas infantiles, ya que, por alguna extraña razón, parecía injusto comparar esta película con El Rey León. Entonces, descubrí que para mí existen 4 tipos de películas infantiles y me parece que lo justo es evaluar cada película según su categoría correcta. Les dejo mi teoría.

Mi clasificación personal de películas infantiles.

Como les comenté, para mí existen 4 tipos de películas infantiles y las divido en: gama alta, media, baja y bodrio. Estas no dependen necesariamente de la calidad de la película, sino que hacen relación con las pretensiones de la misma.

En la gama alta se encuentran las películas que aspiran a entretener, emocionar, entregar un mensaje potente e impactar tanto a los grandes como a los chicos. Cuando lo logran, estas películas se convierten instantáneamente en clásicos. Buenas películas de esta categoría serían El Rey León, Toy Story, Ratatouille. Malas películas serían Atlantis, Spirit y Wall-E, películas que sin ser malas para nada (alcanzan la gama alta), no son capaces de competir de igual a igual con Simba. A las productoras que no son Disney ni Pixar, entrar en esta categoría les ha resultado muy difícil.

En la gama media se encuentran películas que aspiran a entretener, donde las mejores logran conquistar también a los adultos, pero las malas se pueden tornar insoportables. En general son películas que cuando tratan de emocionar fallan garrafalmente, pero se suelen sostener bien con chistes y bromas. Las que realmente logran emocionarnos pelean de igual a igual con la gama alta. Buenas películas de esta categoría serían: Shrek, Las locuras del emperador y Camino hacia El Dorado. Malas películas de esta categoría sería BeeMovie, Rio y muchas otras que no me he atrevido ni a ver.

La gama baja suele resultar insoportable para los adultos (al menos lo es para mí). Son películas solo pensadas para niños y muchas veces se aprovechan de franquicias conocidas para cobrar las entradas. Acá se encuentran las infumables películas de actores con personajes digitales como Los Pitufos, Garfield, Alvin y las ardillas y Super can, películas para vender juguete, como las de Barbie y Lego, y monos animados ya existentes como Rugrats: La película. También hay títulos originales como Mini Espías y secuelas en DVD de otras películas, como La Cenicienta 2. En general, en esta categoría ni siquiera vale la pena diferenciar entre buenas y malas películas.

La categoría bodrio roza en el pirateo. Se tratan de películas indecentes que intentan aprovecharse del éxito de alguna película y la incapacidad de algunos hijos (o papás) para diferenciar entre el original y la copia mula. Acá caben desde las versiones bajo presupuesto de La Sirenita y La Cenicienta (que se pueden encontrar en Netflix) y películas como Autitos, que pretenden aprovecharse del éxito de Cars. En su mayoría no son siquiera recomendables para niños.

¿Y la película?

En términos simples, Lluvia de hamburguesas 2: La venganza de las sobras se trata de una película de gama media que en calidad está de la mitad para abajo. Al contrario de su predecesora, que es una bastante buena película de gama media (comparable con Mi Villano Favorito y La Era del Hielo), esta se aprovecha de los pocos elementos rescatables de la primera para armar una trama artificial, que aunque resulta coherente no convence. Y para tratar de disimular lo poco interesante de la historia, tratan de llenarla de chistes y de exprimir alguna emoción sin conseguirlo. Da la impresión que sobran chistes, sobran personajes y hasta el villano está de sobra. Es decir, hace honor a su título.