Fracasos educativos ¿Es culpa de los profes? - La teoría del queso

Nuestro lector, Sebastián Artentsen, explica por qué no debemos culpar exclusivamente a los profesores cuando los alumnos obtienen malos resultados. Para ilustrar la idea, utiliza un queso.

Por Sebastian Arentsen | 2013-10-30 | 17:00
Tags | queso, educación, profesores, escuelas, PSU, Simce, pruebas, notas, calidad
"La práctica de un profesor estará determinada del mismo modo por un contexto académico"

Ágata está triste, resulta que después de haber pasado todo un año por el stress adolescente que significa sobrevivir el cuarto medio, dio la PSU y no obtuvo el puntaje esperado, suficiente para entrar a psicología en la universidad que quería. Cada vez que le preguntan a Ágata sobre el colegio, rápidamente su tristeza se transforma en ira tratando de encontrar una explicación frente a lo que ella califica como “lo peor que le pudo haber pasado”. Finalmente dirige toda esa rabia contenida hacia aquellos que, según Ágata, son los responsables de su situación 

¡La culpa fue de mis profes!

Difícil escenario, sobretodo para sus padres ¿Cómo se le explica a una señorita de 18 años que los profesores son sólo responsables en parte del desempeño final de un estudiante? ¿Cómo se le explica que quizás ella también tiene un poco de culpa, o que quizás sus profesores no pudieron haber hecho más?

La teoría del queso suizo

Para desarrollar esta idea recurren en forma didáctica a la teoría del queso suizo (sí, ese con hoyos), teoría que se preocupa de estudiar las causas de los errores humanos y que, según su opinión, debería ser usada en todo ámbito de la vida. Según el creativo creador, para que suceda un error deben alinearse los hoyos del queso dejando un hueco que permita traspasarlo, es decir, deben ocurrir una serie de eventos particulares que desencadenen en un incidente. 

Por ejemplo si se analiza el caso de un choque automovilístico, los primeros dardos van a ir siempre hacia el error del culpable, apuntando hacia una mala maniobra o alta velocidad a la que manejaba su vehículo. La teoría dice que también se debe ver el problema mas allá, preocupándose del conductor ¿Cuál era el estado del conductor? ¿Cuál era su experiencia de manejo? ¿Estaba apurado? Y más allá, estudiando las condiciones de manejo ¿Era entendible la señalética? ¿Cómo era la visibilidad? ¿Cuál era el estado del auto? Y más allá todavía, estudiando las causas que le permitieron manejar ¿La entrega de licencias en la comuna es suficientemente exigente? Una vez alineados los hoyos del queso, ocurre el incidente. Con esta teoría nadie quiere liberar al conductor de sus responsabilidades, pero culpabilizar y hacerse cargo únicamente de la causa más “visible”, es un error que a futuro puede costar muy caro.

El queso de la educación

Los padres de Ágata dividieron entonces el problema, según la teoría, para poder explicarle a su hija que sus alegatos contra los profesores, a parte de no ayudar a mejorar su situación, no apuntaban de lleno a la causa de su mal desempeño.

¿Son efectivamente malos los profesores?

Obviamente se comienza siempre el análisis con las capas más visibles del problema, es decir, evaluaciones docentes, informes de evaluación de clases a profesores, notas de alumnos, además de los resultados SIMCE y PSU. Si las evaluaciones resultan negativas, es el fin, los profesores aparecen como los grandes responsables de la debacle escolar. 

¡Pero momento! Al igual que un alumno sometido a condiciones académicas favorables (profesores efectivos, compañeros de buen nivel académico, etc.) consigue un mayor desempeño que aquellos que no se encuentran en dicha situación, la práctica de un profesor estará determinada del mismo modo por un contexto académico. Bajo este punto de vista nos preguntamos entonces ¿Cómo es el clima escolar? ¿Es adecuado el material académico que entrega el colegio? ¿Se trabaja bajo stress? ¿Existe comunicación fluida entre funcionarios? 

Con este ejercicio de empatía, nos damos cuenta que cambia la cosa, pasamos de demonizar al docente, a preocuparnos de su ambiente laboral, ya que también para nosotros es difícil trabajar de forma efectiva bajo condiciones laborales adversas. 

Ciertamente podemos seguir avanzando en el análisis preguntándonos ahora por la planificación del colegio ¿Cuántos cursos tiene cada profesor? ¿Cuántas horas a la semana deben trabajar y cuantas de ellas tienen para planificar sus lecciones? ¿Existen instancias de mejoramiento de la calidad? Por último, el análisis debe llegar hasta el corazón del problema ¿Cuál es la misión del colegio? Si usted como padre nota que lo único que busca el establecimiento es destacar en los puntajes SIMCE y PSU no dude que la formación integral de su hijo será deficiente, independientemente de la calidad de los profesores.

Con el reconocimiento, la solución

Luego de la conversación con sus padres nuestra protagonista reconoce a regañadientes que sí tenía algunos profesores buenos, pero que por falta de tiempo no podían preocuparse de la evolución particular de cada uno de ellos. También explicó que su colegio se preocupaba tanto de los resultados de los ensayos, que comenzaron con sus compañeros a asustarse incluso varios meses antes de dar la prueba, hecho que indican, les afectó en el puntaje. Comentó finalmente que en cuarto medio les cambiaron horas de educación física para preparar mejor las pruebas de matemáticas y lenguaje.

Quedando menos de dos meses para la prueba, Ágata se siente más tranquila. Ha comprendido que un colegio es una institución complicada donde existen responsabilidades compartidas en el desempeño de sus estudiantes, donde cada decisión de arriba puede afectar fuertemente el curso del establecimiento, donde los profesores no son siempre responsables de todos los resultados y, lo que es más importante, que no siempre se le puede echar la culpa al de al lado. A ritmo de tres ensayos semanales y fuerte estudio con sus 2 amigas, espera Ágata hacerse cargo de sus resultados en la PSU para poder obtener el puntaje necesario que le permitirá finalmente entrar psicología en la universidad.