Con tu voto, tú defines la elección presidencial ¡Y cualquier otra también!

Quítate esa desesperanza de que las carreras ya están corridas y hazte parte del resultado. Tú tienes el poder en tus manos.

Por Cristián Mackenna @cmackennar | 2013-04-03 | 10:09
Tags | Elecciones, presidenciales, voto voluntario, inscripción automática, primarias

Pareciera que todo el mundo se olvidó que en la última elección municipal hubo casi un 60% de abstención, que ganó la gente que no se siente representada por los discursos destructivos de la actualidad, y que está cansada de los políticos que siguen viendo al rival como al demonio.

¡No! Así ya quedó claro que la gente no se mueve. Y me revela que algunos digan que la gente que no votó es por flojera. Reconozco que puede ser que existen algunos que esgrimieron esa razón, pero eso no significa que el 60% de la población sea floja. Por el contrario, yo confío en las personas y si es que no votaron, es porque nadie los motivó a hacerlo. En ese sentido, la elección presidencial que se aproxima está absolutamente abierta. Y no es que haga falta que vayan a votar todos los que no lo hicieron para que las cosas cambien. Es más, incluso bajando la abstención sólo de 60% a 50%, ya todo puede cambiar. ¡Así que imagínense si baja aun más!

Pongámoslo en sencillo. Suponga usted que existe una comuna con 100 personas inscritas y dónde sólo votaron 40 (una pequeña muestra de lo que sucedió en las pasadas elecciones municipales) y que ganó un candidato con 18 votos, versus otro que sacó 17 y un tercero que sacó 5 (algo muy parecido a lo que sucedió en la mayoría de las comunas). ¡Piense que sólo unos pocos votos extra puede cambiar todo y cualquiera se puede transformar en absoluta mayoría! Es más, incluso el que salió último, si convence a 13 personas extra, puede ganar.

Así que póngase las pilas, ya que todos los que creían que su voto no valía, hoy saben que gracias al voto voluntario y a la inscripción automática su voto sí vale y que pueden cambiar el resultado de cualquier elección, por lo que mañana mismo, quien interprete mejor a quienes se abstuvieron, puede ganarle a cualquiera.