Pasada la vorágine navideña, todos se vuelcan a la bullada cuenta regresiva. Se acaba el año y empieza otro nuevo, de nuevo, el momento propicio para mirar hacia atrás y sacar en limpio lo vivido. No siempre nos gustan las conclusiones; a veces nos damos cuenta que no hicimos todo lo que quisimos, que no todo salió bien, pero también entendemos qué tanto aprendimos y cuánto hemos crecido. Ya estamos llenos de listas de lo mejor y lo peor del año que se acaba, recuentos de lo que apareció y lo que faltó, y como siempre quedan asuntos irresueltos o pospuestos por ahí, cambiamos los buenos deseos de Navidad por buenos augurios sobre la nueva etapa.“El próximo año sí que sí”, dicen muchos. Me incluyo.
Ese fue el espíritu de una de las últimas publicaciones de All Tech Considered. Este blog pasó los últimos 6 meses escribiendo sobre innovaciones o descubrimientos que estaban destinados a resolver un problema, desde cosas pequeñas o de nicho hasta problemas comunes de largo alcance. Pero no sólo hablaban de proyectos consolidados; a través de los comentarios a cada post, los lectores visibilizaron proyectos novedosos que aún no ven la luz pues buscan financiamiento (a través del llamado “Crowdfunding”) e incluso ideas de soluciones que aún no existen. Así es como el equipo editorial terminó confeccionando una pequeña lista que no es “Lo mejor de 2013”, sino “Lo mejor de esas cosas que queremos ver el 2014”, tomando aquellas contribuciones que más le llamó la atención.
“Creemos que este es un buen momento para compilar nuestras [ideas] favoritas y compartirlas con la esperanza de que otros puedan sentirse inspirados”, concluyeron, y dan en el clavo. Las buenas ideas que solucionan problemas no deben quedar en tu disco duro o entre unas pocas paredes: nunca sabes dónde encontrarás a un entusiasta mecenas. Y si por alguna razón tú mismo no la puedes hacer realidad, déjala volar. Seguro que hay otra persona que sí puede. Siempre he creído que el beneficio masivo es más importante que la gloria personal, y si realmente eres un buen creativo, de donde vino esa idea vendrán otras... Lee algunas.
Especialmente dedicado a todos los que visitan a tatuadores al borde la intoxicación etílica o que simplemente no preguntan la opinión de terceros sobre el “diseño” que están eligiendo. Ni siquiera me refiero a los tatuajes que podrían considerarse feos o grotescos, ya que eso depende del gusto de cada uno; me refiero a los derechamente mal hechos o con faltas tipográficas/ortográficas. Dan ganas de lanzarse al Mapocho. Es cierto que existen algunas técnicas para borrar tatuajes pero son invasivas, dejan cicatriz o requieren muchas sesiones de trabajo (en el caso del láser), donde ni siquiera te garantizan que el tatuaje vaya a desaparecer por completo. Es por eso que en ATC propusieron tatuajes que utilicen algún tipo de material no-tóxico en lugar de tinta. Puede ser permanente si quieres, pero si te arrepientes y quieres eliminarlo, ese material tendría un químico especial que lo descompusiera de forma indolora y en menos tiempo que los tratamientos actuales. Algo así como los tatuajes de henna pero con opción indeleble. Interesante.
Sabemos que ya hay en el mercado algunos anteojos policromáticos, que se “oscurecen” al contacto con la luz solar, que si bien no son iguales-iguales a los comunes lentes de sol, ayudan bastante a quienes tienen problemas importantes a la vista y no pueden despegarse de sus lentes ópticos. ¿Por qué no usar esa misma tecnología en los autos? En ATC apuntan a que esto ayudaría a reducir el brillo o intensidad de la luz para el chofer, sobre todo en el horario de la puesta de sol, “sin mencionar la ayuda que puede significar para los camioneros a disminuir los efectos del sol en la piel, como el envejecimiento prematuro”. Algunos autos poseen esos pequeños “techos de cristal” que pueden ensombrecerse a gusto y hubo rumores de que Mercedes Benz estaba desarrollando un prototipo con ventanas auto-polarizables, pero no se ha sabido nada concreto. ¿Ustedes han escuchado algo?
La idea posteada en ATC tuvo, obvio, una génesis femenina. Claro, porque seguro a ella es a quien le toca limpiar en su tradicional familia americana. Una lectora imaginaba un escenario ideal donde las personas que llegaran a su casa primero debían pasar por una suerte de “respiradero” donde una poderosa aspiradora succionaba de forma automática toda la suciedad, barro, arena, piedras, agua, polvo, alérgenos, etcétera, que hubiese en su cuerpo y ropa. En ATC aseguran que ya existe algo muy parecido pero sólo para los zapatos, así que habría que expandir su versión a un uso múltiple y, sin duda, de mayor tamaño. No sé qué tan urgente sería para las personas, pero si cupiese un perro o gato, sería una solución maravillosa para que algunas mascotas no pasen recluidas en patios y puedan interactuar más en el interior de las casas.
Este es un clásico. Los contendores del tipo “Tupperware” son famosos y muy masivos, no hay hogar sin alguno de ellos, y es más: en la mía había más de esos que ollas o sartenes. Enanos, chicos, medianos, cuadrados, redondos, gigantes. Son tremendamente útiles y salvadores para juntar las sobras y dejarte listo el almuerzo del domingo. El problema es que hay un duende de las tapas en todas las casas al que le encanta jugar. En palabras terrenales, las tapas son muy fáciles de perder y terminamos quedándonos con un montón de potes que a la hora de los qué hubo no tenemos cómo cerrar. La innovación, según ATC, pasaría por tapas expandibles, es decir, que puedan achicarse o agrandarse a voluntad para que encajen en cualquier tipo de pote. Apoyo la moción.
Si se fijan, son ideas muy sencillas y bastante plausibles, nada tan extravagante pues apuntan a resolver cuestiones cotidianas, y si lo pensamos bien, quizá son las respuestas que más necesitamos. Los grandes problemas como curar el cáncer o erradicar la hambruna tienen a muchas ‘mentes brillantes’ trabajando (aunque aún no hayan llegado a una solución definitiva y radical), pero para las del día a día todos podemos aportar. No hay necesidad de ser reconocidos científicos o experimentados profesionales.
¿Qué otras “soluciones” quisieran ver el 2014 o en unos pocos años más? El 2015 de Robert Zemeckis en “Volver al Futuro II” tenía autos voladores, “hidratadores” de comida (estilo microondas) y chaquetas auto-ajustables a cualquier talla, pero me tinca que tendremos que esperar un buen rato más para eso.