Me imagino que más de alguno habrá pensado ideas país en su vida pero a la hora de compartirlas, le hemos dejado a la política estas grandes cuestiones y el grano de arena lo aportamos con nuestro trabajo o con nuestros emprendimientos.

Pero el problema es que a la hora de observar la política, vemos cómo la mayoría de las discusiones están centradas en el pasado y en las pequeñas disputas. 
E incluso los nuevos movimientos políticos que han aparecido, nacen haciendo referencia a hechos del pasado y discuten problemas desenfocados de la solución y más enfocados en el eje ideológico izquierda-derecha, que a mi modo de ver, me parece algo obsoleto.

En ese sentido, si a mi me tocara participar en la formación de un nuevo partido, partiría por proponer nuevos sueños o ideas, es decir, un destino final al que quisiéramos llegar, pero como no voy a hacer parte de nada parecido por ahora, quise dejar esta idea para que otro la copie o la mejore, porque al final, más allá de si la idea es buena o mala (eso lo juzgarás tú), de poco sirven las ideas si no se comparten.

Visión País

Creo que para desarrollar un Chile a la vanguardia, deberíamos partir por instalar un sueño país que nos una y en ese sentido, veo en los movimientos sociales una fuerza de empoderamiento regional que pareciera ser común a todos, pero a la hora de las propuestas, si bien todo el mundo habla de entregarle poder e independencia a las regiones, nadie habla de cómo crear regiones poderosas, que le puedan competir a Santiago y así terminar con el centralismo actual de Chile.

Y para romper con ese centralismo, la idea es proponer una nueva regionalización, una regionalización con cuatro macro zonas, donde cada una de ellas tenga la libertad y el potencial de convertirse en una potencia temática a nivel mundial.

Región del Sol

La región del Sol nos uniría desde Arica hasta Coquimbo, transformándola en una zona que tendría como misión transformar a Chile en sol, luz y energía del mundo, pero con un potencial que va más allá del mundo y que busque transformarla en mirador del universo y así pueda convertirse en un polo de innovación energética, industrial y minera con jugadores propios de clase mundial.

Región del CampoMar

La Región del CampoMar nos uniría desde Valparaíso hasta Concepción, exceptuando a la actual región metropolitana, de manera de rodear a esta última y formar una región tan grande como ella en cantidad de personas, convirtiéndola así, en una zona que tenga como misión transformar a Chile en mar, puerto y campo del mundo. De manera que pueda transformarse en una potencia alimentaria, vitivinícola y forestal de clase mundial y que como puerta del Pacífico, se convierta en polo biotecnológico y marino de primer nivel.

Región de la Patagonia

La región de la Patagonia, puerta a nuestra Antártica, nos uniría desde Temuco hacia el extremo sur, buscando crear una zona que convierta a Chile en reserva y ensueño del mundo, transformándose en ejemplo mundial de turismo sustentable y como polo de investigación científica medioambiental y de biodiversidad.

Región del Aconcagua

La región del Aconcagua reemplazaría a la actual región metropolitana y buscaría colocar a Chile como cumbre mundial, a la vanguardia de este desarrollo colaborativo y de unión que ha hecho de Chile uno de los países más innovadores en el área del emprendimiento social y que sea núcleo de una unión latinoamericana que nos lleve a ser polo de innovación en ámbitos como educación, el diseño y las artes.

Visión Latinoamericana (una identidad más amplia)

Y a su vez, basado en el aporte del libro "El Chile que queremos" de Raúl Rivera, que entrega un tremendo relato constructivo hacia las futuras generaciones, me sumo a sus palabras de proponer "un destino nacional que sea mucho más grande, importante y trascendente de lo que jamás soñamos. Un destino relacionado con América Latina", región que no sólo comparte un lenguaje tan parecido como ninguna otra región del mundo, sino que además comparte movimientos literarios, artísticos, musicales y valóricos que, unidos, nos pueden ayudar a transformar a Latinoamérica en el corazón y el alma del mundo.

Y como la unión hace la fuerza, como país debiéramos ser los "promotores de una unión cultural latinoamericana, porque una región fragmentada será presa fácil de las grandes potencias y en cambio, una región unida, puede tomar un lugar principal entre las grandes civilizaciones de la historia mundial."

Y esa sería mi primera idea para empezar a diseñar entre todos el Chile del futuro, un Chile innovador, un Chile pionero, un Chile que sea capaz de trazar su propio camino a la vanguardia mundial y que sea ejemplar en crear un modelo de desarrollo colaborativo y más centrado en la calidad de las personas que componen su sociedad.

¿Y tú, qué ideas tienes? ¡Compártelas! Que si sólo las dejas en tu cabeza, nunca se harán realidad.