Guía didáctica: los signos de puntuación (Parte 2)

Imagino que mucho de ustedes no pudieron dormir pensando en los signos de puntuación que aún quedaban por develar de esta lista. Para no hacerlos esperar más y sacarlos de la duda, acá les presentamos la segunda patita de esta guía didáctica.

Por Laura Badilla | 2014-04-04 | 23:30
Tags | ortografía, literatura, escritura, dudas, gramática, signos, símbolos, puntuación, guías

¡¿Que qué?!

Debido a su uso en las redes sociales —donde la idea es decir mucho con pocos caracteres— pocas veces se recuerda que en español los signos de exclamación e interrogación son dobles, es decir, tienen una apertura al comienzo de la frase y un cierre al final. 

Hay que tener en cuenta que detrás de cualquiera de estos signos puede usarse cualquier signo de puntuación, menos un punto, ya que ellos mismos funcionan como tal.

¿Qué me dijiste? Te reto a que lo repitas...

Lo que tal vez no sabías es que en caso de que se necesite usar tanto el signo de exclamación como el de interrogación en una frase, se tienen varias alternativas para que elijas la que más te acomode (aunque la opción 1 y 2 son las preferibles, también es posible usar la 3 y 4):

1. Exclamación de apertura y cierre

¡¿Es que acaso estás loco?! Nos tenías muy preocupados.

2. Interrogación de apertura y cierre

¿¡Es que acaso estás loco!? Nos tenías muy preocupados.

3. Interrogación de apertura, exclamación de cierre

¿Es que acaso estás loco! Nos tenías muy preocupados.

4. Interrogación de apertura, exclamación de cierre

¡Es que acaso estás loco? Nos tenías muy preocupados.

Y ya que, al parecer, a estos signos les gusta complicar las cosas, es bueno tener en cuenta que el vocativo (o sea, nuestro interlocutor) va dentro o fuera dependiendo dónde está ubicado en la oración.

Si está delante, queda fuera de la pregunta: 

"Mamá, ¿dónde me dijiste que estaba la ropa limpia?"

Si está detrás de la oración queda dentro: 

"¿Dónde me dijiste que estaba la ropa limpia, mamá?"

"Aprendiendo" a usar las comillas

Un claro ejemplo del mal uso de las comillas es este subtítulo, ya que se utilizaron para resaltar la importancia de una palabra, pero en ese caso se debe usar el subrayado o negrita. Las comillas sirven para hacer citas textuales o para enfatizar que una palabra se está usando de una manera especial, es un extranjerismo o su uso es irónico.

Evidentemente él “sabía” lo que estaba pasando… Pobre iluso.

En definitiva, si ve un letrero que dice: venta de pescado "fresco", tenemos dos alternativas: o el vendedor usó mal las comillas o definitivamente el pescado es de todo menos fresco. Yo preferiría evitar esa pescadería, por si acaso.

¿Y qué pasa si tengo un texto con comillas dentro de comillas dentro de comillas? Pues entonces usamos diferente tipos de comillas, en el orden que aparecen a continuación:

«Mi amiga me dijo: “No quiero salir hoy porque ando en ‘esos’ días”».

Y para que no se les olvide, como dijimos en la primera parte de esta guía, aunque la regla general dicta que después de los dos puntos viene minúscula, en el caso de ser una cita textual esa regla no se cumple, porque el texto dentro de comillas se comporta como un texto independiente.

Guion y raya: pues no, no son lo mismo

Así no más es la cosa: aunque se parecen, no son lo mismo. 

El guion es un trazo horizontal corto (-) que puede servir para unir algunos términos relacionados entre sí.

El equipo franco-canadiense. / La clase teórico-práctica.

Por otro lado, la raya es un trazo horizontal más largo (—) que puede servir para hacer una acotación dentro de una oración, especialmente si se debe resaltar que es una frase explicativa o si el texto mismo ya tiene muchas comas. Aunque su uso es parecido a la coma o al paréntesis, la raya hace una acotación más intensa que una coma, pero menos vehementemente que el paréntesis.

Es bueno recordar, además, que la raya va pegada a la primera y última palabra de la acotación/intervención. 

En tal caso, si se quiere tomar como ejemplo —especialmente en esta situación— se puede considerar lo siguiente...

En caso de que seas un escritor de novelas (o quieras serlo), te será muy útil saber que delante o detrás de las rayas puede haber cualquier signo de puntuación y, en caso de tratarse de un narrador que interviene, la puntuación va después de la raya de cierre:

—No creo que pueda seguir soportándolo —añadió Andrea—. No se puede llamar vida a esta situación.

Entre paréntesis...

Nuestro querido amigo paréntesis es un poco aislado, vive en su mundo. Tiene un uso similar al de las comas o la raya, ya que sirve para incorporar un enunciado aclaratorio o adicional. La diferencia radica en que la frase encerrada en paréntesis suele tener mayor aislamiento del texto principal y corresponde a una oración con un sentido completo.

Ubicado en la ciudad de Santiago (ciudad fundada por Pedro de Valdivia el 12 de febrero de 1541), el cerro San Cristóbal es un ícono que se destaca por su belleza.

Llegó la hora de despedirnos de nuestros fieles y queridos amigos puntudos, pero por suerte, si tenemos alguna duda "puntual" (puntual, ¿entendieron? Ja, ja, ja... cri, cri... cri, cri) existe San Google que nos puede ayudar a resolverla rápidamente.

Si te gusta saber lo último en la moda y tendencia lingüística, no dudes en suscribirte a los correos diarios de la Fundación del Español Urgente (Fundéu, para los amigos) porque explican simple y rápidamente los errores más comunes e incluso puedes hacer tus propias preguntas.

Y para quienes quieran adentrarse en los detalles de cada uno de los signos de puntuación, les recomiendo visitar el diccionario panhispánico de dudas de la Real Academia Española, donde se pueden revisar todos sus usos y ver algunos ejemplos concretos.