Imagen: Okko Pykkö /Flickr

¡Apadrina a un científico! Para que no se extingan los futuros Einstein

Una campaña española que utilizó el sarcasmo para manifestar un gran problema en nuestros días y que a pocos parece importarle, ¿Nos estamos quedando sin ciencia?

Por Francisca Solar @FranSolar | 2014-04-23 | 11:00
Tags | Fran Solar, ciencia, científicos, investigación, presupuesto, Apadrina un Científico, Ciencia con Futuro

Apadrinar es un verbo que ha sido muy utilizado en los últimos años. Surge de la idea que, desde el privilegio, hay harto más que hacer que donar tu vuelto en la caja del supermercado, dar limosna en la calle o comprar alimentos para los damnificados de Valparaíso. No basta con ser generoso una vez a las quinientas de acuerdo a la contingencia o eventualidad: se puede hacer (ya sea mediante dinero u otro tipo de ayuda) durante todo el año gracias a diversas instituciones de toda índole, desde apadrinar niños para que no dejen de ir a clases, apadrinar jóvenes que quieren reinsertarse después de cumplir una condena, hasta apadrinar orquestas escolares para que tengan instrumentos nuevos. Creatividad no nos falta.

Por eso me llamó la atención la campaña “Apadrina a un científico”, desarrollada por estos días en España y que no está tan lejos de nuestra realidad. 

Hablábamos en la columna pasada de que en Chile hay una tremenda falta de interés en las ciencias, que el lastre viene desde el colegio y que es un problema que se vive en muchos países. Lo malo es que ese desinterés no se queda sólo en la mermada vocación profesional en el área sino que se expande a terrenos mucho más decidores, como los pocos recursos para investigación en instancias públicas, así como el abandono de proyectos tan significativos como un posible Ministerio de Ciencia. A pocos les importa, esa es la verdad. Y lo mismo piensan en España: “Apadrina un científico” es no es una campaña real, sino una sátira impulsada por la agrupación Ciencia con Futuro, la cual busca sensibilizar a la sociedad en lo que está sucediendo y hacer visibles situaciones tan importantes (y críticas) como los masivos y continuos recortes de presupuesto en investigación científica por parte del gobierno, que han hecho desesperar a los profesionales a cargo por la posibilidad de quedarse atrás, muy atrás en el desarrollo de esa área.

“Los logros conseguidos [en ciencia] durante un tiempo están empezando a perderse”, alega CcF, y con razón. La falta de apoyo y recursos en su país se ha traducido en un sinfín de consecuencias: baja de sueldos, falta de becas, eliminación de programas, recortes o estancamiento de proyectos en construcción, e incluso la difícil decisión de muchos profesionales a exiliarse en otras naciones, en mejores o a veces en no tan buenas condiciones, o en el peor de los casos, a abandonar definitivamente la ciencia. Un día CcF dijo basta y lanzó esta campaña por Internet, la que a las pocas horas ya era viral y busca ser trending topic en Twitter.

“Si se pueden apadrinar niños en el Tercer Mundo, o animales, ¿por qué no apadrinar a un científico? Sabemos que vivimos en un mundo competitivo. Somos conscientes de que la competitividad genera beneficios para la sociedad porque impulsa la creación y la innovación. Así pues, mejor apadrine a un científico que a un perro. ¿Qué le resuelve un perro en su vida? Imagine lo que le puede resolver un científico dedicado exclusivamente a usted. Y todo por el módico precio de un apadrinamiento. Ahora puede tener científicos low-cost a su servicio. Aproveche la ocasión.” No sé ustedes, pero el sarcasmo empleado en cada frase de este llamado (y en todo el sitio web), hace que la situación de estos profesionales se sienta todavía más grave y dolorosa. ¿Les pasa lo mismo?

Foto: Ciencia con Futuro

Según Javier Sánchez, el vocero de Ciencia con Futuro, la idea es que mediante la burla las personas crean que ellos han debido explorar un método de financiamiento que hasta el momento jamás habían considerado. Que aquello que podía sonar ingenuo, arriesgado o derechamente patético, ahora podía ser quizá una de las pocas salidas que les quedaban, y en casos de emergencia, hay que echar mano a lo que esté al alcance. “No es real”, asegura Sánchez, puntualizando que a través de ellos no hay forma alguna de patrocinar a una persona o laboratorio específico, ni tampoco proyectos concretos de alto alcance a cambio de labores domésticas. Así y todo, en la web puedes encontrar ofrecimientos de servicios tipo cuidador de niños, lavador de autos, cocinero o “Filóloga que traduce al castellano las canciones de Shakira”, así como usuarios en la búsqueda de un científico para crear bombas de ruido que asusten a profesores o que den clases de supervivencia ante un posible apocalipsis zombie. 

“Todo esto es culpa de la extremadamente penosa situación a la que nos están llevando las políticas científicas actuales, y que desde nuestro colectivo denunciamos una vez más”, reza en la descripción del sitio. Piensan que el principal motor de financiación de la ciencia debe ser la inversión pública y hasta tienen un manifiesto de cómo debería llevarse esto a cabo, con iniciativas concretas, con tal de no llegar a tener que “apadrinarse” en las condiciones de la campaña. ¿La precariedad podría llevarlos a ese extremo? Nunca digas nunca, dicen por ahí.

Foto: Ciencia con Futuro

Sí, todo es una gran broma, pero de esas con un sabor muy amargo. De esas que te obligan a pensar qué estamos haciendo mal, y qué tan cerca está Chile de la realidad española. No por nada el humor, empleado con inteligencia y audacia, a veces es la forma más intensa de expresar una verdad.

¿Qué crees tú? ¿Cuál es el problema que está afectando a la ciencia?