Imagen: Gojko Franulic

No dejemos morir a nuestros adolescentes

Un reciente informe de la OMS muestra que las personas entre 10 y 19 años mueren, principalmente, por accidentes de tránsito, VIH y suicidio. Esto podría evitarse si entregáramos una formación más sólida a los jóvenes y un apoyo sanitario que los proteja de los riesgos antes de que sea demasiado tarde.

Por Luz Edwards @luzedwardss | 2014-05-22 | 15:17
Tags | Causas muerte, adolescentes, accidentes, tránsito, VIH, suicidio, tratamientos, preventivos, OMS

Cuando se habla de adolescencia, en general se habla de que es una edad difícil, para los jóvenes y para las personas cercanas a ellos. Se habla de factores de riesgo, construyendo la imagen del adolescente agresivo o completamente indiferente a su entorno. Pocas veces, en cambio, el foco está puesto en que estos jóvenes necesitan un apoyo especial por parte de sus familias, sus colegios, sus hospitales y la sociedad. Que necesitan que los cuidemos y los apoyemos mucho más.

Por eso, el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Health for the world’s adolescents publicado a principios de mayo, es un gran aporte, pues hace un llamado a la urgencia de velar por la salud del grupo etario entre los 10 y los 19 años. Por ejemplo, es claro en que no puede dejarnos indiferentes que la primera causa mundial de muerte en los adolescentes sean los accidentes de tránsito, principalmente los atropellos. Durante el año 2012 esto se tradujo en 330 vidas jóvenes al día y es una causa que puede prevenirse, al igual que las siguientes dos principales causas de muerte, que son el contagio de VIH y el suicidio. 

La lista de razones de la OMS para pedir que los países pongan más dedicación a este grupo etario parte con que hablar de adolescentes es hablar del 20% de la población mundial. Otra razón importante es que actualmente se sabe mucho más acerca de este período de la vida. Por ejemplo –dice el informe-, las investigaciones muestran que el cerebro de los adolescentes está aún en desarrollo, lo cual permite diseñar intervenciones que sean específicamente atractivas para ellos. También, se sabe que a esta edad los comportamientos relacionados con la salud están influidos por factores de riesgo (o factores protectores) que provienen de la familia, los pares, la comunidad escolar y otros ambientes que entregan valores y normas de comportamiento. 

Recomendaciones concretas de la OMS

El informe hace una revisión completa del tema, desde pautas para reconocer la adolescencia, guías para las personas que trabajan en el área de la salud, recomendaciones para los programas estatales… Probablemente no todos estarán de acuerdo con las propuestas de la OMS, pero de que debemos hacer algo, debemos hacerlo. Es un tirón de orejas y un llamado a toda la sociedad para que acompañemos de mejor manera a nuestros adolescentes. 

Prevención de accidentes de tránsito

Para bajar el número de accidentes de tránsito, que es la primera causa de muerte en adolescentes a nivel mundial, la OMS propone un mayor acceso a medios de transporte públicos fiables y seguros. También, una revisión de las normas de seguridad vial (por ejemplo, los límites en materia de velocidad y alcoholemia), la construcción de zonas peatonales seguras en las inmediaciones de las escuelas y la implementación de sistemas de concesión de permisos de conducir graduales.

Prevención de contagio de VIH

Es la segunda causa de muerte en adolescentes. Al respeto, el informe hace hincapié en el derecho de los adolescentes a ser informados de manera pertinente acerca de los riesgos asociados al inicio de la vida sexual, por parte de los padres y del sistema de salud. El informe está hecho a partir de la revisión de las políticas de 109 países y entrevistas a jóvenes, y concluye que los adolescentes no saben cómo acercarse al sistema de salud cuando han necesitado algo. En una guía específica sobre el tema, la OMS recomienda a los gobiernos que “revisen sus políticas sobre el consentimiento para acceder a los servicios con el fin de facilitar que los adolescentes accedan a la pruebas de detección del VIH sin el consentimiento de sus progenitores”. También se recomienda que los servicios de salud sean instituciones acogedoras para ellos y donde puedan encontrar real apoyo para su día a día, no solamente medicamentos. 

Prevención del suicidio

Es la tercera causa de muerte y en la mayoría de los casos está asociada a la depresión, que es la primera causa de enfermedad e incapacidad en los jóvenes. Según estudios que cita la OMS, una de cada dos personas que desarrollan trastornos mentales presenta los primeros síntomas a los 14 años de edad. Por lo tanto, si los adolescentes con problemas de salud mental reciben la atención que precisan, se pueden evitar muertes y un sufrimiento de por vida. Actualmente, los trastornos mentales en este grupo etario muchas veces no son diagnosticados o se diagnostican cuando el grado de malestar ya ha dejado una huella importante en el adolescente. 

La situación en Chile

De acuerdo al Ministerio de Salud de nuestro país, la tasa de mortalidad general (por cualquier causa) entre los adolescentes hombres de 10 a 19 años en el año 2010 fue de 0,5 por 1.000 habitantes de la misma edad y sexo y de 0,2 por 1.000 habitantes entre las adolescentes mujeres. En números absolutos, estas tasas corresponden a 661 adolescentes hombres y a 306 adolescentes mujeres fallecidos. En comparación con otros grupos etarios, esto significa una tasa de mortalidad baja, sin embargo, las principales causas de muertes en adolescentes son muy particulares y, al igual que muestra el informe de la OMS, evitables. En Chile, las tres principales causas son accidentes, homicidios y suicidios, que en 2010 explicaron el 57% de las muertes en dicha población. La causa siguiente son los tumores, con un 13%.

Una solución concreta que se está implementando desde el Minsal es el “Control del adolescente sano”. Esto, porque se sabe que alrededor de los 10 años los niños son considerados grandes y dejan de ser llevados por sus padres o cuidadores al médico; van sólo cuando están enfermos, igual que hacen los adultos. Sin embargo, a esa edad el niño todavía está desarrollándose y madurando, y es una etapa de muchos cambios y estreses a nivel social, lo cual los hace especialmente vulnerables. Este control sano tiene un propósito formativo, enfocándose a promover comportamientos saludables y a pesquisar a tiempo posibles problemas en todas las áreas: nutrición, sexualidad, ambiente familiar, consumo de sustancias, ausentismo escolar, etc. 

El factor protector de siempre: una familia acogedora y armónica: Es más que sabido que la cercanía y confianza con la familia es un factor protector durante la adolescencia. Algunas ideas para lograrlo:
  • Preocuparse activamente de que la casa sea un espacio acogedor para su hija o hijo. Para esto, es esencial conocer al adolescente, saber sus intereses y preocupaciones. 
  • Estar siempre conversando, todos con todos en la casa, así no habrá necesidad de agendar reuniones especiales para hablar de temas densos. Además, está demostrado que cuando sólo se conversa ante situaciones complicadas, los jóvenes sienten que los papás no tienen derecho a meterse en su vida.
  • Permitir que los hijos se muestren como son. Esto es clave en la construcción de la imagen de sí mismo que tiene el joven. Si es necesario corregirlos o darles un consejo, hacerlo con mucho respeto y sin juzgar. 
  • Tener conciencia de que muchas veces la aparición de un problema en un hijo adolescente es señal de que la familia no está funcionando bien. El hijo hace el síntoma, pero el problema está en su entorno. Por eso, se recomienda revisar cómo está la relación familiar y cómo está cada uno de los miembros cuando el hijo mayor se va acercando a la adolescencia. A mayor armonía en el hogar, en general, menores son los problemas del y con el adolescente.