Hoy parte el mundial y durante un mes, y desde hace ya un buen rato, el fútbol acapara la publicidad, los diarios, los canales de televisión, las radios y los temas de conversación. La fiebre mundialera está instalada en nuestra sociedad e independiente de que a cada uno en lo personal pueda gustarle o no el fútbol, no podemos desconocer que en Chile, es un evento que marca la pauta del acontecer nacional. Y como todo en la vida, podemos vivirlo de distintas maneras: ignorarlo o tomarlo como una oportunidad recreativa y educativa con los hijos. ¿Cómo le podemos sacar “partido” al Mundial?

Aprovechar que es un evento internacional para aumentar su comprensión cultural y conectarlos con el mundo, explicándoles que existe una realidad más allá de lo que ven en su barrio y su país. Mostrarles que en este evento se reúnen personas de muy diversas culturas, que hablan distintos idiomas, que tienen distintas banderas y diferentes razas. Se puede revisar con ellos fotografías en internet o libros, y mostrarles lo que es característico de algunos países, comentarles de las diversas culturas y enseñarles las distintas banderas. Señalarles en el mapa dónde se ubica cada país y cuál es su capital. En el caso de los niños que coleccionan el álbum del Mundial, pueden aprovechar de hacer esto mismo con la información que hay ahí para que aprendan las banderas, nombres de jugadores, de países, capitales. Por ejemplo, si son más grandes y tienen algún equipo favorito, aprovechar para profundizar más respecto a ese país, de las comidas típicas, su flora y fauna, de la historia, de otras ciudades, su demografía, 

clima, etc. Valerse de su interés por una determinada selección para enseñarles cultura general.

Aprovechar el partido como una instancia para compartir en familia. Se puede preparar juntos una comida especial o un asado donde el niño (ya sea hombre o mujer) participe y sea protagonista. También, antes de que comience, se puede conversar sobre lo que va a pasar y cuáles son las consecuencias de los resultados: qué pasa si Chile gana, si pierde o si empata. Contarles de otros partidos en los que Chile enfrentó al mismo equipo, sobre los jugadores de la selección, etc. Puede ser que por su edad, el niño no se entretenga viendo todo el partido pero se le puede involucrar de diversas formas: pidiéndole que haga una decoración con banderas, que pinte un dibujo de la selección, pedirle que lleve un marcador propio de los goles. Si ya es más grande y le gusta el fútbol, pueden hacer una lista de los jugadores de cada equipo, comentar sobre las posiciones en que juega cada uno (defensa, arco), etc. En resumen, que este espacio se convierta en un momento agradable donde pueden disfrutar en familia y/o con amigos, generando la sensación de unidad y pertenencia, y que ellos puedan decir “nosotros vivimos así el mundial”.

Si bien no todos somos igual de fanáticos del fútbol, no se puede desconocer que el Mundial impacta el acontecer nacional e internacional, y por lo tanto, hay que verlo y aprovecharlo, como una oportunidad de crecimiento y aprendizaje para los hijos, así como para la unión de la familia en torno a un tema en particular… y mejor aún si juntos pueden celebrar y gritar: ¡¡¡GOOOOOOL DE CHILEEEEE!!!