Supe de su existencia en internet y desde que vi sus fotos que le tenía ganas. Es que se veía linda, tan bien hechita, que no pude esperar para poder finalmente verla. Así que aproveché mi noche libre y me escapé a verla. Pagué mi entrada, me acomodé en mi sillón en medio de la oscuridad y me dediqué a observarla detenidamente. Me dejé llevar por su belleza y la acompañé en cada uno de sus giros. Y al terminar, salí con una sensación extraña. Es que a pesar de ser tan linda como se veía en internet, Oblivion no logró llenar mis expectativas. Sí, Oblivion, la película. ¿Se pasaron un rollo? ¿Qué se han imaginado? ¡Esta es una columna decente!
Advertencia: No he leído el libro, así que comentaré sólo lo que pude ver en la película.
Luego de la guerra contra los invasores extraterrestres que destruyó nuestro planeta casi por completo, Jack (Tom Cruise) y Victoria (Andrea Riseborough) trabajan en la Tierra supervisando la extracción de energía para las colonias de humanos que viven en el espacio a la espera de que el planeta vuelva a ser habitable. La rutina en la vida de Jack se quiebra cuando descubre que los últimos invasores sobrevivientes están interesados en secuestrarlo, lo que lo precipita en una ola de eventos que no te voy a contar, ya que odio las reseñas que cuentan las películas.
Oblivion hace las cosas bien. Es entretenida, intrigante, bien actuada (a pesar de los reparos que cada uno pueda tener contra Tom Cruise), tiene excelentes efectos visuales y una dirección de fotografía y de arte preciosas. Pero aun así no me convenció, y el problema, a mi parecer, es que la película roba demasiado.
Porque Oblivion le roba a cuanta historia de Ciencia Ficción se me ocurre. Tanto así que se convierte en un enorme compendio de recursos argumentales digno de ser estudiado. Creo que sólo le faltaron los viajes en el tiempo y las realidades paralelas para que estuvieran casi todos. No me mal interpreten, yo considero que en el arte está permitido robar, pero lo importante es robar por una buena razón.
Todas las historias se construyen sobre nuestras vivencias, y las historias que nos han contado son parte de estas vivencias. Tratar de hacer algo totalmente nuevo es imposible, Shakespeare ya lo hizo casi todo. La clave para que una historia tenga valor, en mi opinión, es que lo que se esté contando sea importante para quien la relata. Cuando esa motivación es potente, tienes todo el derecho de robar recursos de otras historias que ayuden a transmitir con fuerza tu mensaje. Y es justo ahí donde Oblivion queda al debe.
Es que nunca entendí para qué se hizo esta película, parecía que todo lo que ocurría era parte de una trama secundaria. Pasaban miles de cosas, unas más sorprendentes que otras, pero llegando al final de la película, me pareció que ninguna fue importante. Es que Oblivion se engolosinó con el botín: recopiló miles de ideas geniales y no alcanzó a hacer brillar ninguna. Eran demasiadas buenas ideas para poderlas desarrollar bien en 127 minutos de película, lo que la volvió una película superficial y sin rumbo.
Ojo, no creo que esta película sea pésima ni una lata. De hecho yo lo pasé muy bien viéndola. Solo quedé con la sensación de que si hubiera sido menos ambiciosa, podría haberse convertido en una película genial. Como dicen por ahí, menos es más. O más bien en este caso, demasiado es menos.