Imagen: Gojko Franulic

¡Ensucia la mesa, pero no des vuelta el pescado! Los modales en la mesa de otras culturas (parte 1)

Las culturas culinarias son el aspecto más delicioso y fascinante de cada país para los amantes de la comida, y a veces los modales en la mesa son diametralmente distintos a los nuestros. Aprender sobre estas extrañas costumbres podría ayudarte en los negocios, amistades y hasta en el amor.

Por Bruno Carrillo | 2014-08-25 | 12:25
Tags | comida, modales, culturas, mundo, viajes, mesa, curiosidades, rarezas, freak
"Se dice que el antiguo Sha de Irán (...) comparó la experiencia de comer con cuchillo y tenedor, a hacer el amor a través de un intérprete"

“No apuntes con el cuchillo”, "no pongas los codos sobre la mesa" y “no hables con la boca llena” son algunas reglas básicas de buen comportamiento a la hora de la comida en nuestro país. Claro, hoy en día lo más probable es que habría que agregar el no usar el celular, iPad o tablet entre cucharadas de cazuela, para evitar whatsappeos, fotos y distracciones por internet. 

Sin embargo, cuando se viaja o se conoce a gente de otros países y culturas (que cada vez hay más en Chile) todo aquello que te enseñaron se vuelve prácticamente obsoleto: te puedes ver en una situación donde se espera que comas con las manos, eructes (¡sí, no es un mito!) y ensucies la mesa. Obviamente no es el fin del mundo si haces un papelón, pero saber un poco de etiqueta culinaria te puede dar enormes beneficios, especialmente en un clima de negocios (o en el plano amoroso). 

El arte de los palillos y el buen comer en Asia

Es archisabido que los palillos no se clavan en el arroz en países como Japón, China, Corea del Sur, Singapur y Malasia (es lo que se hace en funerales) pero hay otros datos prácticos a tener en cuenta: no pasar comida de palillos a palillos (también es una costumbre fúnebre), no usarlos de baqueta (que suena de Perogrullo, pero hay gente que lo hace) y no tocar comida comunitaria con los tuyos. Siempre debiera haber palitos comunes y si no, por último puedes usar el otro lado más grueso de tus propios palillos. Y, al igual que con los cubiertos en nuestra cultura, ¡no apuntes con palillos a las personas!

Tanto en China como en Corea es mala educación el estirarse encima de la mesa para coger alguna delicia lejana; por eso en China hay bandejas giratorias redondas en la mesa, y en Corea del Sur hay todo un protocolo de ofrecer y pasar platos (que se reciben a dos manos). En términos de comer, en la mayoría de los países en Asia es normal acercar el pocillo a la boca para ayudar a empujar la comida, pero en Corea el plato tiene que permanecer en la mesa y uno acercarse. Esto puede ser sumamente dificultoso para algunos, puesto que los palillos tienden a ser de metal: pesados (y se te cansa la mano) y sumamente resbalosos (¡comer tallarines puede ser un calvario!).

También en China, donde es costumbre servir pescados cocinados enteros, es mala suerte dar vuelta el pescado para sacar la carne del otro lado. Hay que escarbar bajo los huesos o sacarlos completamente antes de seguir con el resto del plato. La razón es supersticiosa: el acto de dar vuelta el pescado (o de usar los palillos con la mano dada vuelta) simboliza un barco volcándose, lo cual es un mal presagio para los pescadores. 

¿Hablar con la boca llena? No es problema en Asia en general, aunque en estratos más refinados (y más occidentalizados a veces) de la sociedad puede ser mal visto. Por lo general la gente ríe, habla y celebra mientras mastica (y sí, llueven los granitos de arroz para varios lados). En China, de hecho, en muchos restaurantes se espera que uno ensucie la mesa: mientras que en Chile si uno muerde un cuesco de aceituna, espina de pescado o huesillo de pollo se deja en la orilla del plato, en China se escupe en la mesa, o si el restaurant es fino, sobre el mismo plato. No importa que el mantel sea de un prístino blanco, ahí van todas las sobras que no van a tu estómago. Eso sí, yo esperaría a que otra persona lo hiciera primero; las costumbres pueden variar de región en región. 

Tailandia: toma un tenedor, pero no te lo metas a la boca

Pero no toda Asia vive de palillos: en Tailandia la cuchara es la que manda. Mientras que a veces se sirven tallarines con palillos y en partes del norte del país todavía se come con la mano derecha como antaño, por lo general los cubiertos son cuchara y tenedor. Solo que el tenedor solo se usa para empujar: metérselo a la boca es el equivalente de meterse un cuchillo a la boca en nuestro país. ¿Y por qué empujan con tenedor y no con cuchillo? Muy simple: el cuchillo siempre ha estado asociado con lucha y muerte, por lo que tradicionalmente no se usa en la mesa, y el rol de empujar pasó al cubierto más cercano, el tenedor (por lo general la comida viene cortada, por lo que no es necesario trocear las cosas). 

Los cubiertos en Occidente

Los cubiertos juegan un rol importantísimo en nuestro lado del mundo. Aquí el famoso Manual de Carreño tiene mucho de qué hablar, pero en términos resumidos, comemos con cuchillo, tenedor y cuchara la mayor parte del tiempo, y en teoría hay que cambiar de mano el cuchillo para cuando se quiere cortar algo. 

Sin embargo, en Europa se pone más interesante la cosa: en Francia no se corta la lechuga (por lo general se sirven hojas enteras), sino que se dobla cuidadosamente antes de echársela a la boca pues así se preservan los nutrientes. En Inglaterra, donde tomar té es un arte refinado, la cuchara debe tocar lo menos posible la taza cuando se está revolviendo, y por ningún motivo se debe dejar dentro cuando se toma. 

¿Y enrollar los tallarines con tenedor usando una cuchara de apoyo? Solo para niños y aficionados. En Italia, la cuna del espagueti (bueno, en realidad vienen de China originalmente, pero la pasta como la conocemos se desarrolló en Italia), se comen con el puro tenedor. Uno que otro tallarín colgando del tenedor es aceptable (esto muestra que están cocinados al dente), así que no hay que preocuparse de enrollar perfectamente. Y por ningún, ningún motivo cortes los tallarines con cuchillo: es una afrenta casi suprema. 

¡Manos a la obra!

Nosotros comúnmente comemos las alcachofas, empanadas y tal vez espárragos con la mano (y hamburguesas, claro), pero en Etiopía, Iraq, India y varios países más de África y Medio oriente, por lo general se usan las manos para la mayor parte de la comida. Pero hay reglas bastante claras para mantener la higiene, transversales a todas estas culturas: nunca usar la mano izquierda (incluso los zurdos: es la mano usada para ir al baño), siempre limpiarse las manos antes y después de la comida y no tocar la boca con los dedos. Dependiendo del país, las manos se limpian con agua, paños o hasta arena. 

En India, se come con las manos porque se cree que es la manera más directa (y menos violenta) de relacionarse con la comida, pues ésta no solo nutre el cuerpo, sino que también la mente, el intelecto y el espíritu. Se dice que el antiguo Sha de Irán, una vez que hubo comido una cena con las manos en una visita a India, quedó tan impresionado que comparó la experiencia de comer con cuchillo y tenedor a hacer el amor a través de un intérprete

El mejor consejo para no pasar papelones: mirar y preguntar

Como hemos repetido anteriormente, el enfoque más sabio a la hora de enfrentarse a una inesperada o desconocida experiencia cultural es “donde fueres, haz lo que vieres”. Si uno se comporta respetuosamente y con buena intención, la mayor parte del tiempo las personas entienden que uno no está familiarizado con su cultura. Eso sí, demostrar conocimiento sobre los modales en la mesa es una herramienta invaluable que deja una impresión a veces inolvidable, especialmente en países más exóticos: una búsqueda rápida en tu navegador favorito puede darte muchos beneficios. 

Una pequeña advertencia: en internet puedes encontrar varias listas con idiosincrasias culinarias dando vuelta, pero a menudo hay una que otra información que no es correcta. Fuera de las exageraciones sobre costumbres en Oriente, en muchas se menciona a Chile como un país donde es un tabú comer cualquier cosa con las manos. ¿Será tan así?

Flatulencias y fetos de pollo... continuará

Ahora bien, ¿A qué país tendría que ir para que mis flatulencias sean apreciadas en la mesa? ¿Cómo puedo zafarme de tener que comer cosas como fetos de pollo o ensaladas de hormigas sin insultar al anfitrión? ¿Cuál es el país con la cultura etílica más intrincada? Te invitamos a esperar la segunda parte de esta columna sobre modales de mesa en otros países.