Imagen: Gojko Franulic

Lo que debes saber sobre la resolución 4K / UltraHD (y por qué no vale la pena)

Francisco Lastra nos cuenta de la nueva tecnología 4k o Ultra HD. Supuestamente es hasta cuatro veces superior al HD que conocemos actualmente, pero ¿vale la pena adquirir hoy esta tecnología?

Por Francisco J. Lastra @efejotaele | 2014-09-09 | 12:30
Tags | 4k, ultra HD, HD, televisor, tecnología, pixeles,
"Si bien el futuro pertenece al 4K, el diagnóstico es que todavía falta bastante. Aun hoy el contenido que vemos en HD no aprovecha todo el potencial de esta resolución, así que ¿cuál es la prisa?"
Un paseo por los malls del país, además de darnos dolor de pies y aumentar nuestra agorafobia exponencialmente, nos asegura el asalto ineludible de los vendedores de televisores. Por estas fechas, los verás actuar como profetas del apocalipsis, advirtiéndonos sobre el fin de la “era HD”: “¡Vea la realidad como nunca antes!”, “¡4 veces mejor que el HD!”, “Señor, le aseguro que esto tiene más pixeles, megabytes e internet que su TV corriente”. No es para menos, estamos comenzando a vivir en la era de la resolución 4K, la sucesora de nuestra querida y marketeada “Alta Definición”.

¿Qué es la resolución 4K?


Siendo estrictos, se refiere al contenido o dispositivo que cuenta con una resolución horizontal de 4.000 píxeles. Curiosamente el contenido y las pantallas para consumo masivo denominadas 4K tienen una resolución de “solo” 3840 x 2160, que se ha rebautizado como Ultra High Definition (UHD). La decisión fue hecha por la Consumer Electronics Association, organización que dicta los estándares de productos electrónicos en Estados Unidos, en base a que esta resolución mantiene la proporción de 16:9 popularizada por la Alta Definición. Para efectos prácticos UHD y 4K en el mercado masivo de los televisores son exactamente lo mismo.

¿Y qué significan todos estos números? 


La resolución 4K/UHD dobla la actual resolución máxima HD (1920×1080), cuadriplicando la cantidad total de píxeles que vemos en la pantalla. Por lo que sí, guiándonos por el léxico del buen vendedor, un televisor 4K es capaz de proveer una imagen 4 veces más nítida que uno HD. 

Google fue una de las primeras empresas en experimentar con esta resolución en julio del año pasado, para finalmente incluirla de forma permanente en diciembre. Luego era cosa de tomarse un café y esperar pacientemente a ver cómo las grandes compañías de tecnología se amononaban y aprendían sus líneas para traernos la última gran novedad a nuestros hogares.

Hoy, cuando ya están en nuestras puertas, viendo nerviosamente como pasa la hora, la pregunta es… ¿Vale la pena?

Si estás en este mismo momento en una tienda, y necesitas una respuesta rápida porque el vendedor está respirando sobre tu hombro, te digo que no, huye y abraza tu televisor HD. Cuando tengas tiempo lee las siguientes razones:

Lo tengo… ¿pero qué veo?


Además de alguno que otro video en YouTube, el único proveedor de media que ya emite series y películas en 4K es Netflix, con Amazon anunciando que comenzará en octubre. Suena bien, pero el catálogo es muy limitado: documentales, Breaking Bad, House of Cards y algunas películas como Los Pitufos 2 (en serio).

El desafío no es menor, dado que estas empresas deben usar agresivos sistemas de compresión para poder entregar el contenido en tamaños más manejables (se estima que una película comprimida en este formato pesa alrededor de 50 GB). Esto resulta en videos que son efectivamente en 4K, pero que no tienen la misma definición de los videos de prueba que vemos en las grandes tiendas.

Manejar este contenido no solo es y será un desafío para las empresas que lo emiten, sino también para las empresas que deben proveer de conexiones que permitan su descarga. ¿Qué dirán nuestros proveedores de Internet cuando queramos ver “algunas” películas de “solo” 50 GB? 

Compañías como Sony y Samsung se han preparado incluyendo en sus productos sistemas que permiten convertir el contenido HD en 4K. Lo que hacen estas tecnologías es “adivinar” el contenido de los píxeles faltantes, aumentando su resolución pero de ninguna forma mejorando de forma visible la definición de la imagen.

Falta aún más para poder hablar de canales en 4K. Incluso las grandes cadenas están muy lejos de poder acceder por un monto razonable a todo lo que hace posible la transmisión masiva en 4K (cámaras, conexiones, almacenamiento e infraestructura).

Todos estos son problemas que ya hemos visto en otros cambios generacionales, y que eventualmente se solucionarán con el pasar de los años y la adopción masiva de dispositivos con esta resolución. Pero, ¿qué tan pronto podría llegar su adopción si la diferencia en calidad no la notamos?

Nuestros ojos son el límite


Hagamos un experimento. Mira de cerca ese increíble televisor 4K del mall, luego comienza a alejarte poco a poco. Pronto no notarás ninguna diferencia entre esa resolución y la HD que tienes en tu casa.

Estamos muy orgullosos de lo avanzados que son nuestros ojos, pero lo cierto es que, a menos que seas un cyborg, tendrás que estar muy cerca de la televisión para poder disfrutar de todos esos jugosos píxeles.

Rtings, sitio especializado en televisores, creó una tabla que nos permite visualizarlo de mejor manera.

La tabla nos indica que, por ejemplo, con un televisor de 50 pulgadas, debes estar a menos de 2 metros para poder notar el salto en calidad. ¿Vale la pena gastar una suma importante de dinero en algo que no podemos ver? Y más importante ¿le estamos haciendo un favor a nuestros ojos poniéndonos tan cerca del televisor por unos píxeles de más?

En una pantalla HD, los videos 4K también se ven mejor 


Otro argumento importante es que, aunque nuestras pantallas sean “solo” HD, también podemos disfrutar de las bondades de los videos en 4K.

Esto es posible debido a que el contenido en HD tradicional sufre de una práctica llamada “Chroma Subsampling” que simplifica el 75% de la información del color, a cambio de proveer un 50% menos de datos (y por lo tanto, peso). Por el contrario, al llevar contenido 4K a una pantalla HD, esta simplificación no existe y cada píxel retiene toda la información original.

Puede que no sea 4K, pero la diferencia es evidente (¡y sin gastar un peso!).

¿Y en el futuro?


Si bien el futuro pertenece al 4K, el diagnóstico es que todavía falta bastante. Aun hoy el contenido que vemos en HD no aprovecha todo el potencial de esta resolución, así que ¿cuál es la prisa? Mejor relajarse en el sillón, disfrutar del amplio catálogo de contenido en Alta Definición, y esperar a que vuelvan las grandes compañías tecnológicas con más argumentos, y sobre todo, mejores precios.

¿Qué otros avances tecnológicos consideras innecesarios?