Imagen: Gojko Franulic

Selfitis aguditis: ¿Por qué nos sacamos tantas fotos?

Desde Madonna hasta Barack Obama han caído en la tentación de sacarse una Selfie. Es que el autoretratarse está de moda. Miguel Ortiz en esta columna averigua sobre los posibles riesgos y los distintos niveles de la "selfitis”.

Por Miguel Ortiz A. @ortizmiguel | 2014-10-29 | 11:58
Tags | selfies, miguel ortiz, fotos, cargas moviles, internet, redes sociales, selfie, instagram, facebook

El que esté libre de selfies que lance la primera piedra. No me vengan con cosas: todos nos hemos sacados una. Solos, en grupo o en pareja: el autorretratarse está de moda. Madonna, Ellen DeGeneres, Gary Medel, Obama, James Franco, Shakira, Marlen Olivari, Lady Gaga, Cristiano Ronaldo, las Kardashian, Paul McCartney, Paris Hilton, Piñera, la Presidenta Bachelet… hasta el Papa Francisco figura en la lista de famosos que han posado para una selfie.

A las personalidades, en la calle, ya nadie les pide autógrafos. Ahora el chiste está en tener una fotografía con ellos.

Conversando el tema con la psicóloga Dominique Karahanian –y sin querer ponerme grave- pude llegar a la conclusión de que detrás de cada click, hay un riesgo latente. Así me lo explicó ella, quien además de psicóloga es mi amiga (y con quien más de alguna vez nos hemos sacado una selfie): “Las redes sociales se han ido convirtiendo en parte fundamental de la construcción de nuestra identidad”. Por eso, apuntó, “tomarse una selfie y editarla con filtros para verse lo mejor posible, esperando el feedback de otros, opera como un espejo de cómo los demás me perciben, y por tanto me aceptan”. En ese sentido, el “juego” puede convertirse en una insaciable colección de likes, en busca de aprobación y reconocimiento. Pura inseguridad.

¿Dónde está el peligro? En que “la búsqueda de la identidad muchas veces opera de manera frenética, a veces errática y ansiosa, por lo tanto si no recibo retroalimentación de los otros, y mi identidad aún no está del todo configurada, posiblemente me sienta menos valorado”, añade la experta.

Afortunadamente los entendidos han dibujado los límites para detectar cuándo la cantidad de autofotos comienza a ser problemática. En abril de este año la Asociación Americana de Psiquiatría (APA) se declaró preocupada por la forma “obsesiva compulsiva” en que actúan algunas personas con el único fin de “compensar una baja autoestima o una deficiencia en el manejo de la intimidad”.

Según la APA hay tres grados de “selfitis”:

1) Tomarse tres fotos diarias, pero sin publicarlas en redes sociales. En ese caso es necesario detectar el problema y mantenerlo a raya.

2) Sacarse tres o más fotos al día y compartirlas en Facebook, Twitter o Instagram. Incluso con un solo retrato diario, el asunto se hace preocupante y podría hablarse de “autofotismo agudo”.

3) El comportamiento que la APA describe como “selfitis crónica” se referiría al impulso incontrolable de tomar fotos de uno mismo y compartirlas inmediatamente en redes sociales, al menos seis veces al día. Lo alarmante es que este desorden, por el momento, no tiene tratamiento y sólo puede ser amainado con terapias para recuperar el autoestima.

Expertos en el manejo de este tipo de trastornos han señalado que el boom de las selfies también “pueden detener el crecimiento de los países en desarrollo, porque la falta de confianza de los jóvenes podría crear una generación sin liderazgo, de personas demasiado simples, sin capacidad creativa e innovadora". ¿No será mucho, Lucho?

A tanto ha llegado la fiebre por este tipo de retratos que algunos portales de tendencias, recogiendo la opinión de fotógrafos, han diseñado manuales para sacarse “la selfie perfecta”. Esto, a pesar de que el registro de la primera selfie de la historia data del año 1900.

Como sea, claro está que aquella creencia de que “las fotos roban el alma” –muy difundida entre los pueblos originarios- no tiene mucho arraigo en nuestra cultura actual. De lo contrario, y a punta de selfies, estaríamos todos muertos.

Y tú, ¿cuándo fue la última vez que te tomaste un autorretrato?, ¿conoces a alguien que tenga selfitis crónica?