Netflix v/s descargas ilegales

Uno de los argumentos fuertes en favor de las descargas ilegales, son las dificultades y trabas para obtener el material legalmente. Ahora que Netflix ofrece TV via streaming... ¿qué alternativa es más amigable?

Por Alfredo Rodríguez @AlfreoRodriguez | 2013-05-17 | 08:47
Tags | internet, piratería, cine, películas, arriendos, Netflix
Ahora descargar una película ilegal se ha convertido en el sistema “lento y tedioso”, mientras que el legal es ahora el “cómodo y de calidad”

Los servicios de TV vía streaming desembarcaron hace más de un año en nuestro país y al parecer han llegado para quedarse. Yo hace más de un año que contraté Netflix y confieso que me conquistó, pero el fantasma de la descarga ilegal siempre anda rondando, porque después de todo, ahí sí que están todos los títulos. ¿Qué vale más la pena, la opción legal o la ilegal? A continuación, mi análisis punto por punto de los pros y los contras de esta nueva forma de gober… ¡bah! de ver TV.

Instantaneidad.

Ni siquiera sé si existe la palabra instantaneidad, pero la primera ventaja que tienen servicios como Netflix sobre las descargas ilegales, es que una vez que defines qué película quieres ver, esta comienza en sólo unos segundos. La descarga ilegal requiere una decisión a priori, planear tu futura cartelera con anticipación. Incluso sistemas como Cuevana, que eran mucho más instantáneos, muchas veces requería pre-cargar la película que querías ver. En este primer ítem, el punto es para Netflix.

Calidad de imagen.

En internet es posible encontrar la mayoría de las películas y series en HD. Netflix, por su parte, tiene muchísimos de sus títulos en HD también, y aunque no sean todos, para ver en HD no necesitas consumir espacio extra de disco duro y atentar aún más contra la instantaneidad (en caso de que la palabra exista). Digamos entonces que en este punto podemos considerarlo un empate.

Subtítulos.

Cuando recién contraté Netflix muchos de sus títulos se encontraban sólo doblados al español. Actualmente tienen prácticamente todo su catálogo subtitulado. En cambio, las descargas ilegales rara vez incluyen subtítulos, lo que implica una segunda búsqueda en internet que requiere un buen tiempo y sobre todo en el caso de las series, puede resultar muy tedioso. Sobre la calidad de los subtítulos, ésta es muy variable, en ambos casos te puedes encontrar con sorpresas, pero aun así el nivel de los subtítulos de Netflix es bastante decente, por lo que le daré este punto a ellos.

Versatilidad.

Para poder ver películas descargadas en tu TV necesitas, o contar con un equipo especial, o grabarlas en DVD (y perder el HD), o conectar el PC a la TV. Con Netflix también necesitas un equipo especial o conectar el PC a la TV, y aunque no puedes grabar las películas en DVD, puedes verlas en tu Smartphone o en tu Tablet. Nuevamente, siendo abogado del diablo y obviando que el DVD es un formato bastante obsoleto, consideraré esta categoría empatada.

Número de títulos.

Acá es donde la ilegalidad gana con creces. Por muy amplio que sea el catálogo de Netflix, internet siempre tendrá más y, principalmente, vence en los estrenos. Los servicios pagados ofrecen un catálogo realmente amplio, aunque no tan actualizado, mientras en internet, como siempre digo, está todo. Punto para los del parche en el ojo.

Disponibilidad.

Una cosa es que en internet esté todo y otra que sepas cómo y dónde encontrarlo. Buscar una película o serie en internet puede volverse realmente difícil si no se trata de un estreno. Además, la descarga ilegal requiere que se te ocurra qué ver, mientras los servicios de TV por streaming te ofrecen títulos según tus gustos y elecciones previas, ya no necesitas pensar qué ver. En este punto nuevamente gana Netflix.

El precio.

En este punto la descarga ilegal siempre va a vencer, porque por muy barato que sea tu servicio de TV, el método trucho es gratuito. En este momento Netflix cuesta $3.790 mensual, precio que me parece bastante razonable considerando que equivale a arrendar 2 o 3 dvds en el Blockbuster. Si a esto le sumamos que ambos servicios requieren tener contratado internet, sí podemos hacer una comparación de precios: Con un contrato de internet de $15.000, contratar Netflix cuesta sólo un 25% más (y un porcentaje aún menor si consideramos planes de internet más caros). De todas formas, siendo justos (y poco correctos), la descarga ilegal es más barata así que en este aspecto la consideraremos ganadora.

Legalidad (y honestidad).

¿Es necesario explicar este tema? Punto para Netflix.

En resumen.

No es mi intención hacer de este un artículo publicitario de Netflix en específico, sé que existen otros servicios como Amazon Instant Video, pero no he tenido ocasión de probarlo. El punto que me interesaba hacer ver es el cómo el negocio del arriendo de películas y series ha logrado mutar de forma tan inteligente que ahora descargar una película se ha convertido en el sistema “lento y tedioso”, mientras que el legal ahora es el “cómodo y de calidad”, superando incluso a antiguos “servicios” como el de Cuevana. Y todo esto obviando el hecho que las descargas ilegales son… ilegales.

Obviamente cada uno utilizará el método que le parezca más conveniente, pero si me preguntan a mí, entre darme la lata de buscar y descargar el último capítulo de la serie de moda y echarme en la cama a ver una película antigua prefiero lo segundo. Después de todo, hay miles de buenas películas antiguas que no he visto, y además me evito que las fuerzas especiales entren por la ventana con metralletas para requisar mi computador. ¿Muy exagerado? Parece que estoy viendo demasiadas películas.