Imagen: Gojko Franulic

Manual para pasar penas (con poca plata)

¿Te patearon? ¿Tienes el sobre azul sobre tu velador? ¿Te llamaron del colegio de tu hijo por sexta vez? ¿Se separaron esos amigos a los que les ibas a pechar almuerzo los domingos? Aquí te ofrezco un par de ideas para pasarla (aunque sea por un rato) y a bajo costo.

Por Magdalena Cárcamo @manecarcamo | 2015-06-22 | 11:51
Tags | pena, tristeza, comida, ánimo, emociones, sentimientos
"No me canso de repetirlo: estar a dieta y tener una pena no son compatibles"

Alguna vez pasé una pena dejando con calambres a mi tarjeta de crédito. Lágrima que se me caía = una bolsa nueva en el retail. Mal, porque todo lo que me compré era feo (obvio, estaba deprimida) y porque un mes después la depresión fue causada por mi estado de cuenta. Entonces comencé a pensar que para surfear una pena hay que hacerle frente y con creatividad. No hay para qué terminar en DICOM.

Gracias Shakira

Cuando se tiene una pena no sólo se piensa en ella, se hace además un proceso autodestructivo en el que te empiezas a mirar y consideras que estás con retención de líquido, pelo de barbie abandonada, cutis de Marilyn Manson a los 16 y una larga lista de etcéteras que te hacen llorar con escándalo frente al espejo. La pena casi pasa a segundo plano y tu baja autoestima empieza a ganar liderazgo. ¿La solución? Buscar en google fotos de Shakira antes y después. Y verás la luz en el camino. Tu corazón se llenará de paz y por al menos 15 minutos sentirás esperanza en tu alma. Porque si ella pudo salir adelante ¿cómo no lo voy a lograr yo?

Dogma de fe: la Nutella todo lo puede

Aquí no hay ninguna novedad y sé que la mayoría de ustedes no sólo lo tienen claro, además lo ha practicado. Pero no me canso de repetirlo: estar a dieta y tener una pena no son compatibles. ¿Pena profunda mezclada con pequeñas ráfagas de pica? Ponte el pasamontañas, baja en silencio hacia la cocina sin que nadie se dé cuenta, abre con cautela la despensa y con violencia ATACA ESE FRASCO DE NUTELLA SIN ABRIR. No te detengas pensando en que se la prometiste a un hijo como premio o que la dieta será un fracaso. Esos ítems los resolverás en otro momento, ahora hay que terminar con el dolor de espíritu. Entrégate al millón de calorías sin culpas y disfrútalo hasta que sientas que las hormigas empiezan a subirte por los pies. Detalle importante: en estos casos la nutella se debe comer con cuchara sopera… si la vamos a hacer, que sea con talento profesional. Nada de cucharitas de café acobardadas. El que discuta este punto cae en una herejía y de las graves.

Junta de vecinos: éxito garantizado

Cuando crees que nada puede ser peor, te llega el wasap de la muerte en ese apasionante grupo llamado “VECINOS UNIDOS”: “ Hoy reunión a las 20:00 para definir el costo del portón, es muy importante que vayan todos”. Estás vulnerable y sabemos que por eso vas. Pero aunque no lo creas esa somnolienta instancia puede ser un gran antidepresivo. Está el viejo peinado a lo melón con flecos anotando la minuta, la señora a la que nunca se le enseñó la palabra "resumen" hablando de los costos de la instalación, la vendedora de isapre que te persigue hace un mes para que te cambies de plan, el marido de la señora sin capacidad de edición (pobre hombre),el abogado de SQM que siempre se lleva tu diario los domingos y la propietaria nueva, soltera y de 25 años que necesita ayuda para colgar una lámpara. ¿Resultado? Por efecto de comparación sientes que tu vida es maravillosa, te transformas en un agradecido, le cuelgas la lámpara a la vecina y ella te invita a comer.1313.

Datos inútiles de belleza, vengan a mí

Cuando hay una pena es el momento ideal para sacar esa Miss 17 que leíste en tu viaje de estudios y hacer todos esos tratamientos inútiles (pero baratos) que aparecen en la sección de belleza. Prende la tina, échate todo el aceite de oliva en el pelo, embetúnate con miel los codos, masajea con clara de huevos los empeines, hazte guacamole en la frente y pon una canción muy dramática para sufrir sin asco mientras te das un jacuzzi mula. Después de media hora no tendrás más lozana la cara ni el pelo de Sarah Jessica, pero te habrás olvidado por un rato de la imagen mental de tu ex pololo entrando a la iglesia con esa flaca despampanante.

Cola fría y almendrado

Este consejo es súper mega ñoño pero igual funciona. Tiene que ver con conectarse con la niñez e ir a buscar eso que te fascinaba cuando medías un metro y los piojos eran lo único que no te dejaba dormir. Pégate cola fría en la mano y sácala sin que se rompa, cómete uno de los extremos del almendrado, tírate en saco de dormir por las escaleras, hazte la invertida contra la puerta del closet o trata de hacerte la araña sin tener que llamar a HELP. Te reirás, te preguntarás cómo algo que ahora es súper fome te podía entretener tanto y por al menos 25 minutos evitarás pensar en que tienes que actualizar tu CV para buscar pega.

Acumula millas en tu barrio

Ya sabemos que estás triste. Pero aunque te damos permiso para estar en pijama hasta las seis de la tarde, con el Scaldasonno prendido en 3 y alimentándote de Cheezels, esa actitud claramente no puede durar más de 24 horas. Seguirás pensando en ese amigo que no te defendió cuando más lo necesitabas, repasando cada frase de la discusión y enojándote contigo mismo por no haber dicho esa idea magistral que obvio, se te acaba de ocurrir. Anda a tu closet, saca ese banano pasado de moda que tienes, mete la billetera, échate bloqueador y sal a pasear por tu barrio. Piensa que es la primera vez que estás ahí, disfruta todo con ojos de turista y asómbrate por lo que un francés se asombraría. Mira las casas que nunca viste, conversa con la señora del quiosco, siéntate en la plaza a ver la gente pasar e invéntale historias, cómprate un berlín con mucha crema pastelera y hasta sácate selfies en el paradero de micros como si estuvieras esperando un bus en Nueva York. Apuesto que te sentirás ridículo, pero mucho más feliz.

Fuente: Olivia Hung

Piensa en Vidal

No pienses en Arturo Vidal ahora. Piensa en  la mañana del miércoles 17 de junio. Piensa en su dolor de cabeza y esa boca que debe haber estado más seca que empanada de Milo. Piensa en el glorioso instante en el que la enfermera le pidió sacarse una foto. En sus notificaciones de twitter. En el wasap que le debe haber mandado el técnico de la Juventus. En la letra chica del seguro de su Ferrari. Viaja a ese momento y descubrirás que lo que tú estás sintiendo por muy penoso que sea… es sobrellevable.

Fuente: Todos los medios del mundo

¿Qué haces tú para capear la pena?