Imagen: Gojko Franulic

Entendiendo a Vidal: 3 razones para su "noche de vértigo"

Más que criticar la imprudencia de Vidal o la actitud del cuerpo técnico frente a su conducta, esta columna busca encontrar las razones subyacentes que llevan a un deportista profesional a tirar todo por la borda por un poco de diversión. ¿Nos podría pasar a nosotros?

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"¿Por qué ciertos jugadores se comportan razonablemente en sus clubes (Europa), pero vuelven a casa y dejan la grande?

¿Por qué falló Arturo, “el rey”? ¿Por qué un hombre que es considerado una de las grandes figuras del fútbol mundial, finalista de la pasada Champions League y, a la fecha, goleador de la Copa América, termina enfrascado en un episodio tan pintoresco e inclusive delictual, como el protagonizado la noche del martes? ¿Por qué simplemente bastó que Sampaoli abriera la puerta llamada libertad para que Vidal terminara increpando a Carabineros, bastante pasado en copas y con un Ferrari 458 Italia totalmente destruido? ¿Cómo llegamos a todo esto?

Para analizar la situación de Vidal hay que entender, a mi juicio, tres elementos centrales en todo trabajo bajo presión y que demande alto rendimiento. Algún provecho podemos sacar de este entuerto.

1. La fuerza de voluntad es un músculo que se agota

Mark Muraven mostró en experimentos con estudiantes universitarios que la fuerza de voluntad es limitada y una vez que la utilizamos para una actividad determinada ella “se agota”. Muraven observó esto al realizar experimentos de laboratorio con estudiantes universitarios en USA: los estudiantes que debían hacer uso de su fuerza de voluntad en determinados ejercicios eran menos capaces de seguir ejerciendo tal voluntad en ejercicios posteriores.

La fuerza de voluntad no es infinita: si la usamos consistentemente, éste incrementará su potencial, pero al mismo tiempo irá agotándose, al igual que un músculo luego de un período de actividad física. Si tenemos en cuenta la vida de un futbolista de alto rendimiento, con escaso descanso mental durante el año (los futbolistas no salen más temprano los viernes), con dietas minuciosas y aburridas, sesiones de entrenamiento intensas y rutinarias, partidos entre semana, concentraciones lejos de casa permanentes, largas horas en avión, sesiones de prensa y marketing, insultos en la cancha, crítica despiadada de la prensa y la fanaticada por errores a veces involuntarios, y sólo por mencionar algunas cosas. Para muchos, la vida de la estrella del fútbol puede parecer idílica, pero fácil no es: el manejo de semejante presión requiere el uso permanente de la fuerza de voluntad. Posiblemente, Arturo, al verse liberado de sus ataduras, no resistió a la tentación: la tentación de un par de copas, de un pequeño escape, un break, y qué tanto. Desafortunadamente, ese break terminó en escándalo.

(De ahí la importancia del descanso como parte de nuestro itinerario).

2. La cultura organizacional importa

Vidal, así como muchos de los futbolistas de elite sudamericanos, vienen de estratos sociales bastante vulnerables. Sus historias de vida son realmente encomiables y dignas de admiración. Por lo mismo, es fácil especular respecto de las falencias que muchos de ellos pueden mostrar a la hora de lidiar con un éxito y fama que, si lo pensamos por un momento, es una verdadera locura. Por lo anterior, el set de valores y elementos culturales, las ideas implícitas, como las denominó Carol Dweck, que describen al individuo en su aspecto mental y al grupo del cual forma parte, importan y mucho.

¿Por qué digo esto? Muchos hinchas se han preguntado por qué ciertos jugadores se comportan razonablemente en sus clubes (Europa), pero vuelven a casa y dejan la grande, como si el mundo se fuese a acabar, tal como en el caso de Vidal. Bueno, la tolerancia a la indisciplina en el fútbol europeo ha ido disminuyendo inexorablemente de la mano de la mayor profesionalización del negocio llamado fútbol. Por mencionar algunos casos famosos y recientes: José Román Riquelme fue sacado del Villareal, siendo la estrella histórica de la Argentina de entonces, por Manuel Pellegrini cuando el argentino comenzó a dar señales de mega estrella y de querer seguir sus propias reglas. Pep Guadiola por su parte, al momento de su arribo como técnico del Barcelona FC no dudó en sacar del equipo al mismísimo Ronaldinho, el mejor del mundo por entonces, junto con Deco y Eto'o, tres súper estrellas, y que, a juicio del técnico, eran mala influencia por su indisciplina.

¿Por qué esto puede influir? Porque las reglas organizacionales, que conformen la cultura del grupo, afectan el comportamiento esperado de los individuos. Todos sabemos cuándo forzar la mano de alguien un “poquito más”: todos sabemos cuándo podemos llegar un poco más tarde a una reunión, cuándo entregar un reporte de menor calidad, estudiar un poco menos para una prueba. En otras palabras, todos sabemos cuándo dar más y cuándo dar menos: la selección nacional ha exigido históricamente menos en términos de disciplina y ello impacta efectivamente el comportamiento esperado de nuestros jugadores al momento de vestir la Roja de todos.

3. Las rutinas organizacionales ayudan

Un ejemplo interesante de la importancia de las rutinas puede ser el nadador estadounidense, Michael Phelps, el hombre récord olímpico con 18 medallas de oro en el bolsillo. Su técnico de siempre, Bob Bowman, cuenta que una de las fórmulas que utilizó para lograr que Phelps manejara eficientemente el estrés e introdujera rutinas funcionales a un atleta de elite (la dieta y el orden, por ejemplo) fue incorporando pequeñas rutinas en su vida diaria. Por mencionar una, pedía a Phelps revisar el video de una competición reciente la noche antes de ir a dormir y al día siguiente al despertar. De esa forma, con lo que los académicos llaman los “pequeños triunfos”, Bowman fue entrenando en su globalidad la mentalidad de acero que terminó por hacer legendario al muchacho de Baltimore.

De pronto ese fue el error del DT nacional: enviar a Vidal sin rutinas, complemente a merced de sí mismo, sin nada a qué aferrarse para manejar la presión de jugar un torneo continental en suelo propio… tal vez, sólo tal vez.

Todos los individuos somos diferentes y reaccionamos de forma distinta a la presión, por ello, no existen recetas universales, sin embargo, en ciertos casos, al ser enfrentados a situaciones de alto estrés, nuestra tendencia es a refugiarnos en nuestra zona de confort y ello puede implicar volver a viejos hábitos no funcionales: por ejemplo, volver a fumar o a beber. Lo importante es entender que el manejo del estrés profesional, al igual como el caso de los futbolistas, no es un arte indescifrable, sino una actividad que requiere técnica, aprendizaje y también liderazgo institucional. Esperemos que nuestro Arturo salga de ésta más fortalecido y decidido a dejar esa Copa América 2015 en casa.

¡Vamos Chile!

¿Estás de acuerdo? ¿Crees que hayan otros motivos?