Imagen: Gojko Franulic

6 picoteos originales (y baratos) para recibir visitas en casa

¿Chato del quesito philadelphia con soya y sésamo? ¿no quieres ver más salsa de yoghurt con ciboulette en tu vida? ¿Tus comensales ya susurran tu falta de originalidad culinaria? ¡Calma! Miguel Ortiz viene al rescate.

Por Miguel Ortiz A. @ortizmiguel | 2015-07-22 | 11:15
Tags | comida, alimentos, entretención, picoteos, consejos, recetas, snacks

*Esta nota fue originalmente publicada en 2015.

Lo quiero gritar a los 4 vientos: ME TIENEN CHATO LAS GALLETAS CRACKELET CON QUESO PHILADELPHIA, SALSA DE SOYA Y SÉSAMO. ¿Quién las inventó? No digo que sean malas… pero ¿por qué diantres las ponen en todos los aperitivos a los que voy? Es cierto que es barato ($2.090 vale el queso), pero se ha popularizado tanto la “receta” que ya no sorprende a nadie. Lo mismo con los bastoncitos de apio y zanahoria untados en yogurt natural y ciboulette: además de sanos –por no decir “aburridos”–, ya no entusiasman ni al más militante de los vegetarianos.

Pero como no he venido a criticar, sino que a dar soluciones, heme aquí confeccionando una lista con seis alternativas originales y creativas para recibir visitas en casa, sin necesidad de desembolsar muchos pesos. Hay tres opciones dulces y tres saladas, y ninguna requiere de mayor elaboración. Se necesita, eso sí, cariño en sus preparaciones… y un poco de motricidad fina para que la presentación quede bonita y den ganas de comer. Tomen nota:

ALTERNATIVAS SALADAS

1. Mini emparedados

Aquí la clave está en la presentación, porque en el fondo esto se trata de hacer un sándwich rico. Para eso se compra un pan baguette, se abre a lo largo, se le pone queso crema (con generosidad), jamón de pavo, lechuga y tomate en rodajas delgadas. Luego se corta en porciones individuales –no muy chicas, para que los comensales se sientan en confianza-, y se disponen en una bandeja, con la mitad de cada uno envuelta en “alusafoil”. Más fácil, imposible.

2. Palitos mapuches

Los “palitos mapuches” se hacen con tortillas blandas para hacer burritos. Se untan en aceite de oliva, se les espolvorea abundante merkén, se cortan en tiritas y se meten al horno hasta que se tuesten. Salen crujientes y sabrosas. Se pueden comer solas, pero son ideales para untar con hummus.

3. Mousse de albahaca

Esta es la más sofisticada de las recetas de esta columna. Su creadora es Virginia Demaria y para su elaboración se requieren tres atados de albahaca (sólo las hojas), un yogurt natural, tres cuartos de taza de mayonesa light, dos cucharadas de jugo de limón, un ají verde picado y sin semillas (que es opcional, para los mañosos), una cucharada de gelatina sin sabor disuelta en agua caliente, una cucharadita de aceite de oliva, sal y pimienta a gusto. ¿Cómo se prepara? Se mete todo en la juguera y luego la pasta se refrigera en un molde con “alusaplast”. Dos horas más tarde se desmolda y queda listeilor para comer con galletitas. Rico del verbo rico.

OPCIONES DULCES

4. Mandarinas eléctricas

Al estilo de las cáscaras de naranjas rellenas con jalea que comíamos cuando chicos, en los cumpleaños infantiles, las “mandarinas eléctricas” se llenan con shots de gelatina con vodka. ¿Cómo se prepara? Fácil: sólo hay que reemplazar por vodka un tercio del agua que se usa para hacer una jalea normal (un litro por sobre). Los invitados las agradecerán… y pronto comenzarán a reír hasta con los chistes más fomes.

5. Canapés de Nutella

La Nutella es, por excelencia y tradición, el producto culinario que jamás debe faltar en un hogar. Un tarro de 350 gramos cuesta CL$ 3.000, aproximadamente (el pote de 200 grs. es 500 pesos más barato, pero el envase luego sirve como vaso). Con pan de molde sin corteza y tostado, es menester cortar pequeños círculos, del tamaño de un bocado. Se les añade Nutella a gusto y se pueden decorar con avellanas tostadas. Junto al café, serán la sensación.

6. La segunda comunión

Junto a los helados de invierno (de barquillo y malvaviscos, marca Ro-Ro) las hostias de barquillo Blitis todavía sobreviven en la parte de bajas de las góndolas de algunos supermercados. Untadas con manjar –no quiero ser reiterativo con la Nutella-, se convierten en un verdadero manjar, valga la redundancia. Al igual que las “mandarinas eléctricas” funcionan como aperitivo kitsch, ideal para veladas tomando vino tinto o destilados más amargos. Un amigo, al probarlas hace años en mi casa, exclamó: “¡Mmmmm, esto es como hacer la segunda comunión!”. De ahí su nombre.

¿Cuál es tu picoteo preferido?