Monsters University – El mateo contra el patán

¿Está Monsters University a la altura de su antecesora? ¿O continúa la dudosa ruta tomada por Pixar tras ser comprada por Disney? El Barbón trae la respuesta.

Por Alfredo Rodríguez @AlfreoRodriguez | 2013-06-21 | 08:43
Tags | cine, crítica, películas, pixar, monsters inc.
"Lejos el mayor desafío de Monsters University, era el de estar a la altura de Monsters Inc."

Iba con mucho miedo a ver Monsters University, aunque los monstruos de esta película no tienen nada de temibles, porque he seguido con recelo las últimas producciones de Pixar desde que fue adquirida por Disney. Luego de la grandiosa Toy Story 3 (2010), se estrenó la pálida Cars 2 (2011) y la discutible Valiente (2012). Ambas, muy lejos de ser malas películas, no parecían estar a la altura de las gloriosas producciones anteriores. Y ahora se metían con Monsters Inc. (2001), filmando (si se le puede decir así) una precuela. Y yo me preguntaba ¿era necesario arriesgarse a enlodar (o incluso sepultar) una franquicia al crear una precuela de tan maravillosa película? El riesgo era alto y las posibilidades de salir victoriosos, escasas.

La sinopsis

Desde que era un pequeño monstruo, Michael Wazowski soñaba con ser un gran asustador, de esos que se ganan la vida asustando niños para conseguir sus gritos (la principal fuente de energía de Monstrópolis). Al ser admitido en Monsters University su sueño parece estar a punto de realizarse, pero al estudioso Mike le saldrá competencia en el camino: un peludo, temible y patán monstruo llamado James P. Sullivan. ¿Quién logrará convertirse en el más grande asustador de la universidad? ¿El mateo o el patán?

Antes y después de Monsters Inc.

Como lo comenté en la crítica de Oz: El poderoso (2013), hacer una precuela es más difícil que hacer una secuela, porque necesitas interesar y sorprender a un público que sabe perfectamente cómo quedarán las cosas una vez terminada la película. Encima, esta película tendría que lidiar con dificultades adicionales: la ausencia de la pequeña y adorable Boo y el que asustar a los niños sigue siendo el objetivo en los tiempos en que se narra esta historia. Pero lejos el mayor desafío era el de estar a la altura de Monsters Inc., una película que fue un éxito tanto en taquilla como en crítica. ¿Y qué ocurrió? Resumiéndolo en una frase: Pixar lo hizo de nuevo. Sí, como en los viejos tiempos.

Publicidad engañosa 

Gracias a Dios (o al director o quien sea) y contra lo que anticipaban las primeras sinopsis, la trama de Monsters University no se centra en las bromas juveniles propias de las hermandades de las universidades gringas. En vez de caer en la comedia fácil, en esta película Pixar regresa a lo que mejor sabe hacer: contarnos historias centradas en las emociones. En este caso, la amistad. Con un tono menos dramático que en su predecesora y un desarrollo argumental convencional, la película se aprovecha de una premisa muy simple para entretener, sorprender y emocionar en cada momento, construyendo un relato totalmente nuevo, que empalma a la perfección con Monsters Inc., pero que goza de una personalidad propia.

Mi opinión personal

No creo que valga la pena compararla con Monsters Inc., porque es muy distinta, lo que agradezco. Con una historia fresca y que no necesita recurrir a la nostalgia para conquistar al público, Monsters University se alza con sus propios méritos como digna sucesora de una de las mejores películas Pixar. No me importa si esta es o no la mejor película de la productora de la lamparita, me basta con decir que es una película absolutamente disfrutable. Y en mi caso, consiguió incluso que me encariñara con Mike, un personaje con cuyo humor nunca enganché del todo en la película original. Para mí, una de las mejores películas del año.