Imagen: Felipe Muhr

"¿Cómo le explico a mis hijos?" no es excusa para censurar

Cada vez que se habla públicamente de un tema polémico, aparece quienes buscan silenciar el debate con el argumento de proteger a los niños. Miguel Ortiz cree que se trata de una hipocresía, y que la censura no protege. ¿Qué opinan ustedes?

Por Miguel Ortiz A. @ortizmiguel | 2015-10-14 | 15:02
Tags | censura, padres, hijos, educación, tolerancia, hipocresía, ignorancia

Es una pregunta con trampa. Una pregunta que, en rigor, no busca una respuesta. No es, en el fondo, una pregunta. Es una excusa. Un reclamo. Un miedo verbalizado. Son muchos –se cuentan por cientos en redes (y reuniones) sociales- los que, enfrentados a un tema complicado, peliagudo o polémico, optan simplemente por censurar. Pero esa censura, sin su disfraz de tabú hecho a la medida, se ve muy fea… entonces viene la pregunta: “¿Cómo le explico yo este tema a mi hijo?”.

Lo he escuchado a raíz de variados asuntos. Lo oí, por ejemplo, la semana pasada, a propósito del estreno de The Switch, un programa-concurso en MEGA que busca premiar a la mejor drag queen de Chile. En Twitter, ofuscada, una mujer escribió varios post: “¿Por qué ponen un contenido así justo después del partido de fútbol? / ¿qué le digo a mis niños cuando vean a un hombre vestido de mujer? / Los cerebros de la TV sólo piensan en basura”.

Esos tweets me indignaron. Y por eso escribí esta columna.

Déjeme responderle, estimada señora, a su inquietud: ¿De verdad quiere saber cómo explicarles a sus hijos lo que es una drag queen? Si tal es el caso, entonces infórmese, investigue, pregunte, documéntese, pida ayuda, busque la forma más fácil y pedagógica de hacerlo. Estoy seguro de que, con un poco de esfuerzo, lo logrará… y su hijo quedará agradecido y mejor informado. Pero si su inquietud –ese tramposo “¿cómo le explico a mi hijo?”- es en realidad un pregunta retórica para eludir su responsabilidad como educadora… entonces permítame que le pida, amablemente, que no sea patuda, floja y cara de palo.

Fue usted la que, al traer niños al mundo, se comprometió con su educación. Y si alguien le dijo que eso sería fácil, le mintió. Educar es un desafío, un tremendo desafío, que exige trabajo, sudor, tiempo y dedicación. No se meta, entonces, por el camino más fácil: aquel que requiere tapar la realidad, pensando que es mejor que los niños “no sepan ciertas cosas”, en lugar de que las comprendan.

¿No será que, en el fondo, su pregunta es “¿cómo le explico a mis hijos aquellos temas que ni yo misma me sé explicar?”?

Y el catálogo de temas “delicados” es amplio y variado: ¿cómo le explico a Benjamín que con el papá nos vamos a separar?, ¿cómo le explico a la Jacinta que su hermano grande le fue infiel a su polola y que por eso terminaron?, ¿cómo le explico a Vicentito que la abuelita Rosa se murió?, ¿cómo le explico a Ignacio, de sólo 12 añitos, que su tío es homosexual y está enamorado de otro hombre?, ¿cómo le explico a Martín que su primo está en la cárcel porque emitió boletas falsas?, ¿cómo le explico a Pedro de dónde vienen las guaguas?, ¿cómo le explico a Juanito el valor de la diversidad, de la tolerancia, del respeto, de la igualdad?, ¿cómo le explico a mi hija lo que es la pobreza?

Poder conversar los temas es la clave, con la verdad por delante, sin esconder, sin callar, sin tapar el sol con un dedo. Los niños entienden mejor que uno las cosas. ¿Por qué? Porque son desprejuiciados, no ven maldad donde no la hay, no se ahogan en vasos de agua… sobre todo si ven que los adultos los toman en serio y les ayudan a comprender el mundo en el que crecerán. Lo peor que podemos hacer es, por tratar de “protegerlos”, aislarlos de la realidad, vendarles los ojos, mantenerlos “distraídos” con otras cosas. Así sólo conseguimos educar personas inseguras, ignorantes, sin capacidad crítica, con poco potencial creativo.Y porque además, dicho sea de paso, los niños no son tontos.

Lo que me parece inaceptable e irresponsable es camuflar las propias inseguridades adultas y endosarles la responsabilidad a los niños. ¿Cómo le explico este tema a mi hijo? ¡Busca la forma! Pero tu hijo necesita y merece de tu orientación, no de tu cobardía, pereza o ceguera.

Entiendo, finalmente, que la vida tiene etapas, que cada cosa se aprende a su momento. En esto los pedagogos y padres pueden hablar con mayor propiedad que yo. Pero no hace falta ser experto para estar de acuerdo en que cuando un niño pregunta por algo… tiene derecho a recibir la verdad como respuesta.

¿Qué temas te complica hablar con tus hijos? ¿Crees que los niños son capaces de entender el mundo?