Tahití se fue de Brasil, pero conquistó los corazones de todo un país

Reflexión de nuestro lector Matías Achondo sobre la participación de Tahití en la Copa Confederaciones de Fútbol

Por Matías Achondo @achondomatias | 2013-06-24 | 09:18

Si uno piensa en Tahití, se imagina playas paradisiacas, vacaciones de ensueño y lindas mujeres polinésicas que alguna vez inspiraron a Gauguin. Un país relajado, con menos de 200.000 habitantes, temperaturas de 20° a 30° y cuya principal industria es el turismo.

Además, queda a solo 5 horas de Chile en avión, así que ya lo puede poner dentro de sus futuros destinos de viaje si está pensando en algo por el estilo.

Con respecto a su fútbol, claramente no se hablaba mucho hasta hoy y su deporte nacional es el Taekwondo, por lo que no sorprende su puesto 138 en el ranking de la FIFA.

‘Toa Aito’, como también se le conoce a la selección tahitiana, tiene sólo un futbolista profesional: Marama Vahirua, jugador del Panathinaikos griego. Todo el resto del equipo está compuesto por un variopinto de oficios y profesiones, tal como la selección de EEUU en 1994.

Esta selección de la isla de la polinesia francesa fue a darse un lujo a la copa confederaciones. En camarines o en la cancha se enfrenaría contra el campeón del mundo (España), el campeón de América (Uruguay), el campeón de Europa (Italia), el campeón de África (Nigeria), el campeón de la Concacaf (México), el campeón de Asia (Japón) y el dueño de casa (Brasil).

Se clasificó como campeón de Oceanía en 2012, cuando Australia, el habitual ganador de este torneo, decidió cambiar de confederación a Asia y así poder acceder con mayor “facilidad” al Mundial. Pero por derecho propio se ganó su lugar.

Fueron a pasarlo bien, y sabían que necesitaban varios sacos para llevarse los goles de vuelta a la Isla. Antes de cada partido tienen la tradición de regalar collares de su cultura (lo vimos antes del amistoso que jugaron contra la sub 20 chilena hace unas semanas).

Pasando a lo deportivo, se dieron el lujo de marcar un gol al campeón Africano, su primer gol en una competición oficial de la FIFA. Cumpliendo así parte de su convicción al partir que era la de perder por pocos goles y en la medida de lo posible convertir alguno (con Nigeria perdieron 6-1, con España 10-0 y con Uruguay 8-0).

El gol a Nigeria lo celebraron como un campeonato mundial y no es para menos, ya que era uno de sus objetivos.

Aunque perdieron 10-0 contra los “suplentes” de España (La mayor goleada en la historia del Maracaná y de la copa Confederaciones), la gente ovacionaba cada pelota que los tahitianos recuperaban, quizás movidos por compasión hacia el más débil o por la alegría que ellos reflejan. 72.000 hinchas de la verdeamarella se volvieron polinésicos por 90 minutos y abucheaban al favorito.

Fernando Torres, delantero hispano, declaró luego de marcarles 4 goles: "Nos llevamos un ejemplo claro de un equipo como Tahití, que juega con pasión al 100% y son un ejemplo para muchos equipos. Trataron de disfrutar, tienen la sonrisa en la cara, no se detienen y tratan de jugar futbol, podemos aprender muchas cosas de ellos, somos aficionados de este equipo".

Torres también destacó que hay muchas otras personas que se ven reflejadas en la selección polinésica: "Los goles no son lo importante, conocemos la diferencia entre las dos selecciones que es enorme, pero hoy disfruté ver a Tahití jugar futbol y sus caras de diversión al momento de estar en la cancha".

Se han ganado el corazón de la torcida brasilera y de todo el mundo que ve el torneo por televisión. Hay que aprender a ser buen perdedor como ellos, que por el solo hecho de compartir con tamañas potencias, se sienten orgullosos.

El entrenador de la selección, Eddy Etaeta, cree que el torneo elevará el nivel del equipo a nivel Oceánico. Luego del encuentro ante el campeón del mundo dijo: “Por supuesto que nunca íbamos a ganar. Algunos de los goles que concedimos fueron un poco ingenuos y lo pudimos haber hecho mejor, pero hemos obtenido una gran victoria acá, al ganar los corazones del público brasileño”.

“Creo que es justo decir que somos más conocidos en Brasil de lo que somos en Tahití”, manifestó el DT luego de la derrota, que según sus cálculos sería por 15 o 20 goles.

Su participación será solo anecdótica, pero sin lugar a dudas marcará un precedente y un ejemplo para esos niños menos talentosos (como yo), que deben aprender que lo importante es competir.