Imagen: César Mejías

5 errores típicos del emprendedor inexperto

Una cosa lleva a la otra y esta cadena de 5 errores pueden tener consecuencias fatales para tu emprendimiento. ¿Crees que dominas el método Lean Startup y lo estás aplicando? ¿Que tu idea vale oro? Verifica estos puntos, no sea que te estés engañando a ti mismo.

Por Stefan Pribnow | 2015-12-01 | 16:30
Tags | emprendimiento, innovación, ideas, empresas, proyectos

Así que al fin te tiraste a la piscina y estas emprendiendo. Genial, crear un negocio propio es una gran satisfacción, pero no es nada fácil, especialmente si estás innovando o creando una nueva tecnología. ¿Pero cómo vas? ¿Avanzando confiado? ¿O cada día más consciente de que no sabes realmente que estás haciendo?

Si, sabes perfecto a lo que me refiero. Por fuera te ves confiado y motivado creando tu producto o hablando con posibles clientes, pero por dentro no puedes evitar sentir que estás improvisando.

Tranquilo, hasta el emprendedor más experimentado se siente así de vez en cuando. Pero con el primer emprendimiento es especialmente frustrante. Emprendedores tecnológicos inexpertos pasan por problemas muy similares. Por ejemplo, el siguiente error es clásico:

1. Diseñar tu producto o servicio definitivo al principio

Al comenzar, hay emprendedores que piensan que el producto o servicio que están desarrollando o quieren vender debe ser de tal y tal forma. Los atributos serán estos y los beneficios a los clientes serán de tal forma. Así, piensan, al momento de estar completamente desarrollado, se llevará al mercado y los clientes lo comprarán y todo será perfecto. La realidad es distinta.

El producto o servicio que visualizaste al principio será muy diferente al que eventualmente vendas a tus clientes. La verdad es que el producto está constantemente cambiando y evolucionando a partir del feedback, conversaciones y análisis de uso a partir de los clientes. Comprometerse ciegamente con la idea inicial es casi siempre un error y hay que estar atento si estás haciendo un negocio a partir de lo que pensaste inicialmente o de lo que realmente quieren tus clientes. Hay que estar preparado para probar diferentes ideas, conceptos y productos con clientes, por lo que estarás siempre cambiando el desarrollo, tecnología o diseño.

Esto lleva a otro error:

2. No tienes cofundador técnico

Especialmente relacionado con emprendimientos web o móvil, cuando emprendedores no técnicos tienen una idea de una app o servicio online. Estos usualmente buscan un socio técnico, pero al no encontrar uno rápido, deciden contratar una empresa de desarrollo o contratar a un programador como empleado. Para ambas situaciones usualmente el emprendedor no técnico intenta levantar financiamiento público.

La tecnología, cuando es parte central del proyecto, debe ser desarrollada de forma interna e integrada al negocio. De otra forma, cada vez que tengas modificaciones al producto tienes que pagar más. ¿Y qué pasa cuando se acaba el dinero? No puedes modificar el producto, por lo que no se vende o los esfuerzos para que alguien lo use o compre son muy altos. Por esto, el emprendimiento se va cuesta abajo.

Con un cofundador técnico dedicado, que entiende la evolución del producto y puede ser flexible ante esto, el desarrollo de nuevas versiones es algo natural. Por otro lado, no corres el riesgo de tener que cambiar de proveedor o empleado y todo desarrollo se pierda, especialmente en programación donde desarrolladores poco rigurosos hacen arquitecturas poco escalables o no documentan el desarrollo, lo que hace muy difícil y costoso que otro desarrollador lo retome. En el fondo, todo empieza a fallar cuando no encuentras a alguien que cumpla desde el principio.

Por otro lado, los emprendedores fallan en atraer este talento de un buen socio técnico, principalmente por lo siguiente:

3. Piensas que “la idea” es un activo

Cuántas veces pasa que emprendedores llegan y no te cuentan su idea por miedo a que se las roben. Eso es típico de los que están recién comenzando. Te aseguro que nadie te va a robar la idea, gente ligada al tema de emprendimiento tiene decenas de ideas nuevas todas las semanas. Ya están ocupados en su propia idea inicial y mantienen su foco en uno o pocos proyectos, no van a dejar todo de lado para hacer tu idea. Entonces olvídate de que las buenas ideas tienen valor intrínseco que debe ser escondido.

“La idea” es el paso cero de emprender. No llevas nada avanzado. No importa si has planificado el negocio, hecho proyecciones o diseñado un modelo de negocio, sigue estando todo en tu cabeza. Por eso mismo, emprendedores no técnicos tienen problemas consiguiendo socio, creen que contando la gran idea y su visión detrás es suficiente para motivar a otro. Y a veces funciona, los más inspiradores y confiados pueden convencerte de lo que sea, pero en general eso no pasa. Entonces, antes de buscar socio, ya sea técnico o comercial, o buscar financiamiento, tienes que validar la idea. Lo que lleva al siguiente error a continuación.

4. No validas tus ideas

En círculos emprendedores ya está instaurado el concepto de que al emprender tenemos que validar nuestras ideas para probar que les solucionamos algún problema o necesidad a usuarios con nuestro producto y que hay clientes dispuestos a pagar. Pero todavía hay muchos que no manejan estos términos. Al considerar un emprendimiento tecnológico, es clave revisar los conceptos del libro El Método Lean Startup.

Para los que ya estamos interiorizados con los conceptos de validar hipótesis de negocio y crear un Producto Mínimo Viable (PMV), siempre queda la brecha entre lo que sabemos y lo que hacemos. Durante mi primer emprendimiento serio, yo ya había aprendido sobre Lean Startup y Customer Development a través de cursos, libros y consejos de mentores. ¿Lo apliqué? En su momento pensé que sí, estábamos convencidos con mi equipo de que habíamos validado la idea, sumado a que todos nos decían que era una buena idea, lo que nos cegó. Al poco rato ya estábamos desarrollando una plataforma tecnológica completa que pensábamos que era nuestro Producto Mínimo Viable (PMV). La realidad es que nunca recolectamos data de verdad que nos permitiera tomar decisiones ni tampoco hicimos experimentos sobre nuestra propuesta de valor o producto.

¿Hicimos entrevistas u observamos presencialmente el comportamiento de nuestros futuros usuarios?

No.

¿Armamos maquetas para entender la respuesta ante el producto?

Tampoco.

¿Creamos un prototipo básico para probar nuestra propuesta de valor?

Ya sabes la respuesta.

Entonces puedes pensar que estás validando tu negocio, que muchas de tus hipótesis ya fueron probadas y que tienes suficiente información de tus usuarios para poder hacer un buen producto. Pero dale una vuelta: ¿Tienes datos de verdad? ¿Son suficientes? ¿Están libres de sesgo o parcialidad? No es fácil validar a la primera y debe ser el foco de tus esfuerzos cuando estás comenzando. Involúcrate con mentores o asesores externos con experiencia en emprendimiento temprano, para guiarte en tus esfuerzos de validación. No te quedes paralizado o haciendo actividades que agregan poco valor, que te puede pasar lo siguiente.

5. Te demoras mucho

Muchos emprendedores que veo hablan de sus ideas, su tecnología y productos. Pero cuando les preguntas cuánto están vendiendo, se deshacen en excusas. “Es que estamos desarrollando el Producto Mínimo Viable”, “es que estamos esperando el financiamiento”, “es que estamos esperando que nos contesten”, “es que el ciclo de compra es largo”, etc. Ya muchos emprendedores saben Lean Startup y lo que es un Producto Mínimo Viable (PMV), pero en vez de hacer una serie de PMV simples, que vayan rápidamente probando varias hipótesis de negocio y obtener feedback de los clientes y el mercado, se ponen a crear un PMV que es más bien un producto completo que muestra toda la propuesta de valor del negocio. El tema es que he visto muchas veces cómo se demoran un año o más en desarrollar este PMV.

Lean Startup es principalmente una metodología de aprendizaje rápido e iterativo, hay que hacer experimentos que vayan progresivamente probando supuestos que tengan los emprendedores del proyecto. Lo peor de esto es que el cofundador no técnico se queda esperando a que termine el desarrollo. Todo mal. Hay que estar vendiendo desde el principio, ya sea acercándote al cliente para obtener información de sus necesidades, probando diferentes canales de comercialización, creando contenido de tu negocio para que clientes se vayan interesando, o vendiendo versiones iniciales. Demorarte mucho puede ser una gran pérdida de tiempo y dinero, no cometas este error.

Cometer errores es parte del camino del emprendedor y los nombrados son sólo la punta del iceberg. Vamos a fallar en muchos aspectos, por lo que es importante evitar los errores más típicos y aprender lo más posible de otros emprendedores. Evalúa siempre tus prácticas en base a los resultados que vas obteniendo y mantén una mente abierta para buscar mejores formas de desarrollar tu negocio.

¿Qué otro error típico cometen los emprendedores?