Dos advertencias: 1. No me leí el libro. 2. Me tienen chato los zombies. Chato. De todas formas, en un acto de masoquismo, fui a ver Guerra Mundial Z. ¿Por qué? Supongo que por curiosidad. A continuación los dejo con mi análisis. Y lo sé, no tengo derecho a reclamo: sabía en lo que me estaba metiendo.

La sinopsis.

La vida de Gerry Lane (Brad Pitt), un empleado de la comisión de posguerra de la ONU, amado esposo y padre de dos niñas (una asmática, cosa que es absolutamente irrelevante en la historia, pero ayuda a darle un tono más cliché) cambia radicalmente cuando una horda de zombies que corren a toda velocidad se empiezan a comer a todos quienes viven en su ciudad. Entonces un caballero que tiene un barco donde aloja los despojos sobrantes del gobierno de Estados Unidos lo contacta para que salve al mundo.

Con qué te vas a encontrar.

Guerra Mundial Z es una mezcla perfecta (si se le puede llamar perfecta) entre 2012 y The Walking Dead. Es una típica película de fin de mundo en la que un grupo de sobrevivientes a un holocausto trata de salvar la porquería de Tierra que queda, pero mezclada con escenas de terror provistas de zombies descendientes de Usain Bolt (en vez de caminar cojeando, corren a toda velocidad).

Contra todos mis pronósticos, la película resultó ser bastante más entretenida de lo que esperaba, lo que tampoco era mucho, ya que casi me quedo dormido con El día después de mañana y nunca enganché con The Walking Dead. Creo que en este caso, la mezcla entre una película de caos mundial y de terror funciona bastante bien. Normalmente las películas de cataclismos suelen desinflarse luego de los primeros 40 minutos de caos y efectos especiales, porque tratan de levantar una historia emotiva con protagonistas hijos del cliché. Acá, en vez de intentar eso, mantienen el interés gracias al ambiente de terror que enfrenta el personaje, centrando el interés siempre en la acción más que en sus acartonados sentimientos.

Mi opinión personal.

La verdad es que la película no me gustó, pero eso no dice mucho, porque mezcla dos géneros que están lejos de ser mis favoritos. Además, si a eso le sumamos que la película la protagoniza un Brad Pitt, que le pone muy poco interés a su papel (tanto que a veces me pareció que estaba francamente aburrido), la verdad es que Guerra Mundial Z está lejos de ser una película que yo recomendaría. Pero como digo, mi visión es algo injusta, porque son géneros que no me gustan.

De todas maneras, sí puedo destacar que la película logró mantenerme entretenido durante las dos horas, bastante interesado en la acción y, en más de alguna escena, atemorizado. Además creo que lo que promete en sus sinopsis no se aleja mayormente de lo que finalmente nos entrega, por lo que me atrevería a catalogarla como una una película honesta. A fin de cuentas, si te gusta o no, dependerá de qué tanto disfrutas con lo que la película ofrece: un escenario apocalíptico, estrés, efectos especiales y muchos, muchos zombies. Literalmente, zombies a montones.