Imagen: César Mejías

Narcisistas - Parte 2: sus relaciones sentimentales y cómo lidiar con ellos

Luego de haber explorado en las características de las personas con síndrome Narcisista, nos adentramos en su manera de relacionarse. ¿Soy víctima de un narcisista? ¿Qué hacer al respecto?

Por Alvaro Lopez B. | 2016-08-30 | 15:00
Tags | Trastorno Narcisista, síndrome, ego, autoestima, patología, psicología, relaciones sentimentales, pareja

*Esta nota fue publicada originalmente en 2016.

¿Leyeron el capítulo 1 de este artículo? Recientemente entramos en el mundo de las personas con síndrome narcisista, develando detalles sobre su compleja personalidad y comportamiento. En este segundo capítulo nos adentraremos en sus relaciones sentimentales y en sus dinámicas con sus seres más cercanos (familia, colegas, pareja), en las características que nos dirán si nos estamos relacionando de cerca con alguna persona así y qué hacer en ese caso. 

Etapas de una relación sentimental con un narcisista

Cuando empezamos una relación sentimental, es porque deseamos un vínculo profundo con alguien, porque necesitamos entregar y recibir amor, cariño, belleza, compañía en nuestras vidas. Pues bien, los narcisistas lo hacen por razones totalmente distintas. Sienten un vacío insaciable en su interior, y la única manera de acallarlo temporalmente, es llenándolo con el amor y la admiración de otros.

Según el triángulo dramático de Karpman, que se aplica a relaciones disfuncionales, existen tres roles: la Víctima, el Perseguidor, y el Salvador. En el caso de los narcisistas, hay dos versiones del triángulo: una, la real, y otra, la versión del narcisista. En su propia versión, el narcisista se ve como Víctima, la persona de la que ya está abusando - o sea, su suministro “viejo”- aparece como Perseguidor, y su nuevo “suministro” -o sea su nuevo prospecto de pareja-, es mostrado como Salvador. Pero en la realidad, el narcisista es el Perseguidor, su nuevo “suministro” es su cómplice, y su “suministro viejo”, es la Víctima.

Al comienzo de la relación con un narcisista, cuando se es el “suministro nuevo” o supuesto Salvador, probablemente se ayuda al narcisista en dañar a la Víctima. En ese punto, el supuesto Salvador es tratado como si fuera un héroe o un ángel, y la Víctima es esa desagradable persona que ya no aprecia más al narcisista. El “suministro nuevo” es la respuesta a los problemas del narcisista, tal como lo fue en algún momento, la que ahora es Víctima. Y el ciclo se repite. Aquí una curiosa imagen para entender la dinámica:

El triangulo dramático de Karpman. thukan.com

Por lo tanto, las relaciones con narcisistas siguen un circuito muy definido, y que consiste en un patrón de tres etapas:

1. Sobre-evaluación o Idealización: en esta etapa, el narcisista elige con mucho cuidado a su objetivo. En general, escogen a sus víctimas debido a que tienen algo que les interesa poseer, sea en el ámbito social, económico e incluso físico, para poder validar su propio ego. En esta etapa, todo es maravilloso. El narcisista busca mostrar todo lo que el otro desea de una pareja. Son excesivamente cariñosos, amorosos y atentos en esta etapa. Bombardean con amor y halagos a su víctima. Les ponen en un pedestal, y literalmente le adoran. El narcisista está lleno de sueños y esperanzas, que comparte con su pareja de manera muy frecuente.

A estas alturas, la víctima cree que el narcisista es su alma gemela, y no pueden creer la suerte que han tenido… claro, porque el narcisista se ha dedicado a imitar todo lo que su víctima le ha dicho que sueña en una persona. Esta fase puede durar desde unas pocas semanas o meses, hasta algo más de un año. Pero entonces, es cuando cambian las cosas.

2. Desvalorización: aquí es cuando el narcisista muestra su verdadera personalidad. Se siente seguro de tener el amor incondicional del otro, y ya puede “ponerse cómodo”. Poco a poco, la atención comienza a disminuir. El narcisista se aleja. Se vuelve malhumorado, retraído, callado.

Lo que ha pasado, es que el narcisista se aburre muy fácilmente. Y ya pasada la emoción de la primera etapa, comienza a preguntarse si estaba en lo correcto al escoger a su víctima. Deja de contestar llamadas y mensajes, rompe sus promesas, y castiga a su pareja por molestarlo. Y mientras la otra persona más intenta volver a hacer funcionar la relación, él se aleja más y más. El vacío interior ha vuelto, y si ha vuelto, es que su pareja no era tan especial después de todo.

Comienza a proyectar su propia confusión emocional, en su pareja. Comienza a culparla de sus propios defectos. Sin embargo, un narcisista jamás abandonará a una fuente de “suministros” emocionales para su ego, mientras no tenga una alternativa segura. Así que empieza con sus técnicas de manipulación: la triangulación, la devaluación, y el gaslighting, que veremos en profundidad más adelante.

La vida para la víctima se vuelve insportable: el narcisista cambia de ánimo en forma violenta, le acusa de cosas que no ha hecho, y puede estar en un momento amoroso y conciliador, y luego estallar de furia. No sabe a qué atenerse, y es manipulada una y otra vez. Muchas veces comienza a perder el sentido de la realidad y empieza a tener dificultades para distinguir lo bueno de lo malo, sus límites personales de los de las otras personas, etc.

En este punto el narcisista o bien ya estará buscando otra víctima para comenzar el ciclo nuevamente, o la persona abusada se aburrirá, y huirá a perderse de una persona tan conflictiva y difícil.

3. Descarte: es un nombre terrible, pero eso es exactamente lo que ocurre. El narcisista, sin remordimiento alguno, termina la relación, porque la otra persona ya le dejó de “servir”. Lo que le ocurra o sienta su ex pareja, le importa muy poco. Esta fase es provocada por el narcisista, y puede ser lenta y dolorosa, o rápida y agresiva, y estará totalmente teñida por la manipulación que hace el narcisista, induciendo reacciones, sentimientos y actos, para que la relación se quiebre finalmente.

- Muy importante: la regla de “no contacto”

Si se ha sobrevivido a una relación con un narcisista, ya sea escapando o tras ser abandonados, es importantísimo cumplir con la regla de “no contacto”, para evitar más daños aún. Un narcisista buscará su suministro de excitación emocional donde sea, por lo que mientras uno se lo permita, intentará manipularnos. Por lo tanto, es importante cortar toda comunicación, liquidar cualquier negocio que uno tenga, cambiar número telefónico y correo electrónico, y deshacerse de todo lo que nos recuerde a la persona. Si el narcisista nos busca, hay que ignorarlo. Esta regla es muy importante, pues de otra manera, uno se expone a ser dañado nuevamente. Hay que recordar que se trata de una persona que tiene un trastorno muy dañino.

- Seguir adelante

Es muy doloroso recuperarse de una relación así. El Dr. en Psiquiatría Sam Vaknin recomienda primero aceptar lo que ha ocurrido. Que la relación no fue lo que creímos, y que nos equivocamos profundamente. Luego de ello, viene el duelo, y se debe trabajar el perdón y el aprendizaje de esta experiencia traumática. Es necesario contar con el apoyo de familiares y amigos, e idealmente, tener la ayuda de un terapeuta, para facilitar este proceso doloroso. Porque uno queda dañado en su autoestima, en su percepción de la realidad, y en la capacidad para establecer relaciones saludables.

En qué consiste el "contacto cero". Inner Integration.

¿Soy víctima de un narcisista?

Existen algunos síntomas que nos pueden revelar si somos víctimas de un narcisista.

1. Dudamos de nosotros mismos. ¿Notas que dudas mucho más que antes de conocerle? Cuando somos víctimas de un narcisista, por lo general buscamos con mucha frecuencia verificar que no nos hayamos equivocado, o que no hayamos escuchado mal algo, muchísimo más que antes. Esto se debe a que el narcisista intenta culpar a su víctima por cosas que ni siquiera dijo o hizo, y de esta forma obtiene su “suministro” emocional.

2. Confusión. Debido a que no conocen los límites interpersonales, fuerzan también esto en otros. Repentinamente nos sentimos culpables por lo que otros hicieron, dijeron o sintieron. Más aún cuando utilizan en nosotros un técnica terrible, llamada “gaslighting”, que mencionaremos un poco más adelante (paciencia queridos lectores). De esta manera, poco a poco la víctima se vuelve más y más dependiente del narcisista, para determinar su sentido de lo real.

3. Creemos enloquecer. Un narcisista proyecta sus propios desórdenes en nosotros. O sea, si es un mentiroso patológico, nos acusará de mentir, si siente que se está volviendo loco, nos acusa de enloquecer, etc. Dado que se apoya en la confianza que le tenemos, abusando de ella, procurará convencernos de lo que dice, lo que puede generar un deterioro importante en nuestra autoconfianza.

4. Síntomas inexplicables. Ya no nos sentimos “nosotros mismos”. Sin saber por qué, vamos perdiendo motivación. No se sabe qué pasa, pero nos damos cuenta que es algo serio. Es el abuso narcisista. Y aquí cabe una gran cantidad de síntomas que, por separado, no se sabría a qué atribuir, pero que por lo general se relacionan con los síntomas de haber sufrido un trauma: se evitan lugares y palabras, hay pérdida de interés y motivación, problemas para comer o dormir, pesadillas, irritabilidad, desesperanza, enfermedades psicosomáticas, etc. Algunas víctimas desarrollan Síndrome de Estocolmo, y buscan proteger y ayudar a quienes les causan todo esto.

5. Disociación. La disociación es una respuesta automática de nuestra psique ante un estrés insuperable, por ejemplo, producto de una agresión sistemática. Nos evadimos de donde está ocurriendo algo insoportable con nosotros, y sentimos que estamos en un lugar, mientras que nuestro cuerpo está en otro lugar. Esto también puede ocurrir desde un punto de vista emocional, y ahí nos sentimos ajenos a la vida y a las emociones, o bien, puede haber amnesia respecto a lo ocurrido. Esta medida de defensa funciona de manera temporal, pero trae consigo otros síntomas. Como por ejemplo: ansiedad, baja autoestima, somatización, depresión, dolor crónico, adicciones, automutilación, ideación y actos suicidas, entre otros. Lamentablemente, muchas veces la víctima cree que esos síntomas, en realidad son la causa el problema.

6. Síndrome de Estrés Postraumático. Algo sumamente característico de las víctimas de un narcisista, es sufrir síntomas de estrés postraumático. En muy pocas palabras esto consiste en revivir el abuso, y el cuerpo y la mente responden como si lo estuvieran viviendo otra vez. Las mismas emociones, y la misma reacción física.

Esto, también implica una serie de otros síntomas: entumecimiento de dedos y labios. Se evitan lugar, sonidos, comidas, etc., que recuerden al abusador. Hay pérdida de Memoria, necesidad de aislarse tras el abuso. Incapacidad de sentir alegría, confianza y esperanza en el futuro, y se teme no ser capaz de volver a sentirlas jamás. Insomnio por fatiga y terrores nocturnos. Ansiedad, pensamientos perturbadores, sentimiento de vulnerabilidad y soledad. Ideas obsesivas en que se ve al narcisista sufriendo accidentes o siendo asesinado, que causan culpa. Tendencia a estar siempre a la defensiva, y sobrerreaccionar ante el menor estímulo.

Y lo peor, es que muchas veces las víctimas se dan cuenta que antes de conocer al narcisista, las cosas eran distintas. Esto también causa un daño muy profundo.

El abuso narcisista en la familia. Inner Integration.

Modos de agresión del narciso

Una vez que conocemos los síntomas que nos pueden mostrar que estamos siendo víctimas de un abuso, debemos saber que aparte de las mentiras sistemáticas y el abuso de confianza, existen tres “técnicas” de agresión muy sofisticadas, que utiliza un narciso.

Devaluación: consiste en hacer comentarios malintencionados, descalificadores o humillantes, en privado o de manera que nadie más escuche. Te puede dar a entender que eres lo peor de lo peor, con una simple frase: “eres muy descuidada, por eso se accidentó tu hijo”. O bien atacar tu autoestima: “subiste de peso, y tienes más canas, en serio tienes que cuidarte, te lo digo por tu bien”. Nunca es por el bien de uno, lamentablemente.

Triangulación: consiste en la utilización de un tercero para desestabilizarnos. Por ejemplo, a través de compararnos con otros, de convencernos de que nuestros amigos o familiares piensan mal de nosotros o están en nuestra contra, etc. También pueden hablar mal de nosotros a terceras personas. Las formas más comunes de triangulación, son: decir que un tercero (una amistad, colega, etc.) le ha flirteado. De esta forma, causa celos e inseguridad en su pareja, quien se esforzará más en satisfacer al narcisista, a fin de no ser reemplazada. Y además, crea una ilusión de deseabilidad y fomenta la rivalidad, lo que también alimenta al narcisista. Esta demás decir que eso no ocurre en una relación sana. Otra forma, es forzar a que la pareja opine lo mismo que él, llegando incluso al bullying para ello. De esta manera, avasalla la integridad y la dignidad de la otra persona. Para esto, utiliza a terceras personas, a quienes sólo se les ha contado una versión de los hechos. Las parejas sanas no necesitan incorporar a un tercero para resolver sus diferencias. Una tercera manera, consiste en enemistar a las personas entre sí, debido al narcisista. Esto lo consigue hablando mal del otro a sus espaldas, a fin de conseguir que otras personas le apoyen ciegamente, en su papel de víctima. Esto lo consigue, aislando a las personas, y convirtiéndose en el interlocutor válido entre ellas, de manera que toda comunicación pase por él, con lo que consigue manipular a todos los involucrados. Finalmente, otra modalidad aparece cuando el narcisista desea terminar una relación: le cuenta a otros que su relación está terminando, poniéndose nuevamente como víctima. Muchas veces, uno de sus confidentes, se vuelve su siguiente víctima.

Gaslighting: esta es una “técnica” brutal de manipulación y de erosión del sentido de identidad. Consiste en mostrar al otro información incompleta o falsa, de manera que dude de su propia memoria, de sus sentidos, y en última instancia, de su cordura. Puede consistir en negar cosas reales que han ocurrido, hasta crear y manipular situaciones para desorientar al otro. El nombre viene de la obra de teatro “Gas Light”, donde un hombre intenta convencer a su esposa de que está loca, al desorientarla de esa forma. Algunos ejemplos:

Esconder cosas al otro, o moverlas de lugar, para entonces decir: “pero si tú lo pusiste ahí”. Posteriormente, acusa a la otra persona de tener mala memoria. “Siempre te olvidas donde pones tus llaves ¿Por qué voy a confiar en lo que me dices ahora?”

Puede cambiar fechas sin avisar y luego decirle al otro que entendió mal. También negar lo que dijo o prometió incluso minutos antes, e incluso negar hechos delante de personas que no pueden corroborarlos. O afirmar hechos falsos. para que se dude del otro. A esto muchas veces se le suma manipulación del peor tipo, diciendo a la otra persona, que cree más en lo que dicen los demás, que en su palabra, simulando sentirse traicionado y dolido.

O bien, manipular diciendo: “¿No viste la cara que pusieron cuando hablaste de X tema? Lo digo porque te quiero, por favor no te pongas en ridículo nuevamente.”

Según la Dra. en Psicología Robin Stern, si siempre estás disculpándote con tu pareja, jefe o amigo, si a veces te preguntas si acaso no tendrás estrés o alguna enfermedad nerviosa, si debes justificar algunos comportamientos de tu pareja ante tu familia, si a pesar de no tener nada de qué quejarte en la vida, te sientes con una difusa sensación de angustia y tristeza, si te cuesta tomar decisiones, y si vives con miedo de tener mala evaluación en el trabajo a pesar de entregar lo mejor de ti, entonces sería recomendable verificar si acaso no estás siendo víctima de un narcisista en tu casa o en el trabajo.

Qué es el Gaslightning. Inner Integration.

Cómo lidiar con un “narciso” (o disminuir su influencia)

El objetivo de este artículo es conocer en detalle el trastorno narcisista, pero también buscar una manera de solucionar los problemas que una relación con una persona en esas condiciones nos pueda traer y por eso les doy estas recomendaciones. 

En general, los especialistas recomiendan rudamente contacto cero. O sea, no llamarle, no contestar mensajes, no buscarles, no responder a ninguna de sus acciones. Idealmente cambiar de teléfono, de email, y bloquearle en las redes sociales. Muchas veces, es inevitable lidiar con un narciso día tras día, ya sea porque es parte de nuestra familia, o quizás está en nuestro entorno laboral como jefe o colega. Aquí las estrategias a utilizar, son dos: el contacto mínimo, y el método de la piedra gris.

Contacto mínimo: como su nombre lo dice, consiste en evitar estar en contacto directo con el narcisista, sea en persona, por teléfono o por otra vía. Por ejemplo, comunicarse por correo electrónico, y manejarse por escrito - idealmente con copia a otros para tener respaldo de lo que ocurre. También implica evitar el contacto a solas. Todo esto sirve también para documentar cualquier situación anómala, de modo de poder probar legalmente lo que ocurre. De esta manera, no se elimina, pero sí se minimiza el daño que produce el narcisista en nuestra vida.

Método de la piedra gris: un “narciso”, necesita que le suministren emociones y crean situaciones dramáticas, buscan estímulo en la manipulación y el engaño, sacar de quicio a alguien, satisface su necesidad de drama. Este método consiste en convertirse en una “piedra gris”, volvernos la persona más aburrida que podamos, para ellos. Sin responder a las provocaciones ni a sus insultos. Procurando que todo lo que digamos sea mínimo, neutro. Sin contarle nada llamativo en absoluto respecto a nuestras vidas. Nada que contenga alguna emoción vívida, ninguna preocupación que tengamos o cosas que nos importen realmente. Hablar de cosas cotidianas, del clima. De esta manera, dejaremos de ser un “suministro” para las necesidades de su ego voraz.

Sin duda esto no es fácil, pues al enfrentarse con la “piedra gris”, el narcisista buscará sin duda hacer que reaccionemos. Nos provocará. Nos insultará. Dirá lo peor de nosotros. Aquí, la “piedra gris” debe aceptarlas, de una forma gris y neutra. Es muy difícil, y exige mucha autodisciplina, pero hará que el narcisista se aburra y empiece buscar otras víctimas.

Estos problemas son muy difíciles de tratar, y si buscamos ayuda profesional, es necesario también tener cuidado al elegir, pues necesariamente debe ser un especialista en estos trastornos sociopáticos. De otra manera, el “narciso” lo puede envolver en su red de manipulación, anulando por completo la ayuda que podamos recibir. En ese sentido, también es importante tener una red de apoyo incondicional, que esté al tanto de estas cosas, y que pueda, al menos, ayudarnos a “respirar” y descansar un poco de una situación de por sí asfixiante.

Finalmente, recomiendo este blog (si hablan inglés, también éste), pues es muy útil para tener herramientas de detección y orientación respecto a este dañino trastorno. También existe un grupo en facebook, dedicado al apoyo mutuo de victimas de narcisistas. Y no me queda más que enviar toda mi solidaridad y amor, a quienes son víctimas de esta situación.

¿Crees que estas herramientas pueden ayudar a alguien que se encuentra en esa situación?