Tu vida en una maleta. Guía para empacar con eficiencia

No se trata de tener una maleta gigante o ropa muy pequeña: a la hora de viajar lo que cuenta es cómo empacas tus cosas. Para no terminar arrastrando tres maletas de veinte kilos cada una, aquí te entregamos algunos consejos.

Por Bruno Carrillo | 2013-07-22 | 15:16
Tags | viajes, maletas, empacar, vacaciones, turismo
"Todo ese espacio que ocupaste con ropa que nunca te pusiste lo podrías haber usado en recuerditos para la vuelta o simplemente en viajar con menos peso"

*Esta nota fue originalmente publicada en 2013.

Lo vimos ya en una columna pasada: no necesitas tener un tremendo sueldo o ganarte el loto para poder viajar, sino que lo puedes hacer con unas pocas lucas y muchas ganas.

Sin embargo, una vez que ya está tu pasaje comprado, viene uno de los aspectos más críticos de toda la operación: ¿Qué llevo? Para varios, hacer la maleta puede ser un real dolor de cabeza.

¿A cuántos no les ha pasado de que empacan una chorrera de ropa para viajar y al final terminan usando un par de poleras y un pantalón? (Tanto hombres como mujeres). Todo ese espacio que ocupaste con ropa que nunca te pusiste lo podrías haber usado en recuerditos para la vuelta o simplemente en viajar con menos peso. 

Lo básico de lo básico ¿Cómo es allá?

¿Me conviene llevar chaleco o chaqueta, shorts o jeans, chalas o botas? El primerísimo paso es investigar el clima y el tipo de lugar al que vas. Si vas la Patagonia, por ejemplo, probablemente quieres llevar prendas abrigadas (especialmente en el invierno), mientras que si vas a Brasil o al Caribe, vas a necesitar menos ropa. 

Por otro lado, aunque sea verano, si eres mujer y estás yendo al Medio Oriente, lo más probable es que sea difícil usar shorts o mini faldas, mientras que en el sudeste asiático es mal visto llevar los hombros a la vista. La forma de vestirse varía dependiendo del país que se visite y es importante no pasar a llevar los valores de las sociedades que visitas.

La maleta no lo es todo

Hay muchas otras opciones además de maletas: desde mochilas y sacos de lona a bolsos para hacer ejercicio. En lo personal, para muchos viajes de una semana he llevado una pura mochila, donde me cabe la cámara, un par de poleras, un short, un par de calcetines, las chalas y un par de calzoncillos. Las zapatillas las llevo puestas, al igual que los pantalones, otra polera y polerón o chaqueta. 

En cuanto a las bolsas de lona, son muy útiles pues puedes echar un montón de cosas dentro sin tener que andar clasificando u ordenando todo, pero el punto en contra que tienen es que a menudo todo termina revuelto y el material puede ser fácilmente rajado con un cuchillo o punzón (especialmente cuando se está viajando en bus). 

Es útil preguntarse cuánto vas a moverte de un lugar a otro y en qué condiciones. Si lo tuyo es un viaje netamente de negocios, en que te moverás de aeropuertos a hoteles en taxi, una maltea con ruedas es ideal. Pero el mismo accesorio puede volverse una pesadilla si lo tuyo es una aventurera travesía por regiones recónditas, donde vagarás en busca de un hostal por calles de tierra; allí, una buena mochila de mochilero, llevada cómodamente en la espalda, es lo más indicado.

Consejos prácticos

El viajero novato muchas veces sobrecarga su maleta por temor a quedarse sin ropa limpia o una serie de accesorios personales que cree indispensables, pero que, sin embargo, no es necesario trasladar miles de kilómetros cuando se pueden conseguir en el lugar de destino. Antes de hacer la maleta, toma en cuenta estos consejos:

  • Lavar tu ropa donde viajes: En la mayoría de los lugares a los que vayas van a haber lavanderías, especialmente si se trata de un lugar turístico, por tercermundista que sea. Sino, puedes lavar tu ropa en el lavamanos durante el viaje. Si este es el caso, lleva una bolsita ziploc con algo de detergente (también se puede usar jabón en caso de emergencia), refriega la ropa antes de acostarte y déjala secando durante la noche. Esto te va a permitir viajar con mucha menos ropa. 
  • Usa recipientes pequeños para tus productos de higiene personal: No vas a usar un envase grande de pasta de dientes en dos o tres semanas y lo mismo con cremas humectantes, champús y acondicionadores. Busca envases de plástico más pequeños o vacía parte del champú en un frasco y llévate el envase más vacío. Puede parecer poco, pero te sorprenderías cuán fácilmente se va acumulando el peso. Eso sí, recuerda que las aerolíneas restringen este tipo de envases en los bolsos de mano.
  • Además, en muchos hoteles y algunos hostales te pueden dar champú y/o acondicionador (esto lo puedes confirmar de antemano con una simple llamada o un e-mail). 
  • Para guardar tus cosas en la mochila o maleta, puedes usar la legendaria técnica de los "lulitos" o rollitos. Como su nombre lo indica, teniendo una prenda de vestir doblada frente tuyo, simplemente enróllala en un lulo y métela al equipaje. De esta manera ocupan mucho menos espacio y se pueden sacar fácilmente sin desordenar todo, aunque prepárate para planchar algunas prendas cuando las saques (a veces logro que no se me arruguen, pero por lo general esta es la norma). 
  • Cuando se llevan prendas grandes, los dobleces son un problema, no sólo porque arrugan la ropa, sino también porque ocupan más espacio de este modo. Una técnica para solucionar esto es ir poniendo las prendas extendidas una sobre otra, dejando que cuelguen fuera de la maleta. Luego, ir doblando las secciones que cuelgan fuera una sobre la otra, como muestra este video. Esto reduce el número de dobleces y mantiene la ropa extendida, evitando las arrugas. El gran problema es que es casi imposible sacar una prenda sin desordenarlo todo, así que sólo es aconsejable si tu plan es vaciar la maleta apenas llegues a tu destino.
  • En el caso de ellas, si se viaja con amigas se puede coordinar para que sólo una lleve artículos como secador y alisador de pelo. Lo mismo para cualquier objeto que se pueda compartir. En cuanto al maquillaje, si bien el viajar presenta una buena oportunidad para darle un respiro a la piel (esto me lo han dicho viajeras), se aplica el mismo principio que para el champú: intenta llevar contenedores pequeños. 
  • Lleva la ropa más pesada y voluminosa… puesta. Especialmente para los viajes en avión, donde cada kilo extra puede salir caro, hay estrictas reglas que limitan tu equipaje de mano (y el de carga), pero no lo que traes puesto. Si tienes botas o bototos puestos, te los puedes sacar una vez en el asiento y lo mismo con una chaqueta. En el caso de ellas, hay una ingeniosa maniobra para convertir una polera en bufanda y llevarla puesta en este link
  • Ponle límite a la tecnología. Teléfono, tableta, notebook, cámara compacta, cámara reflex, trípode, lentes y un sin fin de cargadores... antes de partir todo parece necesario, pero una vez en el destino empiezas a arrepentirte. Temes dejar tus chiches tecnológicos solos en una habitación, pero no quieres llevarlos contigo por el peso, temor a romperlos, mojarlos, perderlos o que te asalten. Si tu única necesidad es revisar mail, tus redes sociales y un par de páginas web, bien puedes arreglártelas con cibercafés y los computadores del hotel y hostal. O mejor aún, desconectarte por completo. Y, a menos que seas un fotógrafo nato, una pequeña y económica cámara compacta te será más útil y versatil que todo un set de fotografía. Por último, si eres un tecnófilo, un smartphone con wi-fi o tablet basta y sobra para casi todas las necesidades.
  • La guía de viajes. Para muchos aventureros, la Lonely Planet o sus similes son el equivalente patiperro de la Biblia. Sin embargo, estos libros tienden a ser bastante pesados y voluminosos. Por fortuna, hoy en día casi todas estas guías existen en formato digital, lo que te permite reemplazar algunos kilos por kilobytes e incluso llevar varias guías del mismo país. 

Creencias populares

- Las mujeres tienen que llevar más equipaje porque usan más ropa

No necesariamente. Es más; a menudo vestidos y poleras femeninos son más livianos y pequeños que los masculinos y más fáciles de empacar. La pregunta del millón es: ¿Es necesario llevar tantos vestidos y prendas? El testimonio de mujeres viajeras con experiencia a menudo señala que no y elegir colores de ropa que combinen entre ellos ayuda a este fin. Es más, muchas (incluida mi pareja) se sorprenden con lo fácil que es viajar con menos pilchas en la maleta, lo cual te da más libertad de comprar cosas durante el viaje sin preocuparte de que no te vayan a caber.

- ¿Es posible hacer viajes extendidos con nada más que una modesta mochila con cosas? 

Sí. En el blog en inglés Zenhabits.net, una familia describe cómo hicieron un viaje de tres semanas por Europa con cinco niños, llevando nada más que una mochila cada uno. ¿Cómo lo hicieron? Simplemente cambiándose menos de ropa y lavando los recambios entre medio. Al mismo tiempo, conozco varios rambos (y rambas) que se han pegado viajes de varios días con nada más que una polera extra y un cepillo de dientes. 

La cantidad de cosas que quieras llevar es algo netamente personal (un pariente cercano mío alguna vez llevó a cuestas una radio de las grandes durante el circuito largo de Torres del Paine). Lo que sí, el llevar menos cosas te va a ahorrar dolores musculares, de cabeza y evitar problemas como que se te queden o pierdan cosas durante el viaje. 

A fin de cuentas, la idea del viaje de placer es, precisamente, pasarlo bien, disfrutar y traer lindos recuerdos de vuelta al hogar. 

¿Tienes alguna técnica especial para utilizar mejor el espacio a la hora de empacar?