Imagen: César Mejías

3 propuestas para mejorar la ciencia en Chile (según los mismos científicos)

Los desafíos actuales en el país han dejado a la ciencia y su desarrollo fuera de la lista de prioridades, cuando en realidad se trata de un asunto urgente. ¿Por qué es así y qué debemos hacer? Un científico y sus colegas nos indican el camino.

Por Lorenzo Reyes | 2016-09-29 | 15:00
Tags | ciencia, Chile, CONICY, Mineduc, desarrollo, investigación, tecnología, problemas, soluciones, Suiza

En el marco del Encuentro 2016 de la Asociación de investigadores chilenos en Suiza (ICES), queremos a través de esta carta presentar los principales temas que se discutieron y formular propuestas para aumentar la cantidad y la calidad de la ciencia en Chile.

El ambiente de la ciencia y tecnología en Chile ha estado muy agitado en el último tiempo. A la promesa de la creación del esperado Ministerio de Ciencia y Tecnología que todos esperamos, se suman la carta de crítica de nuestros científicos “Nuestros gobiernos han elegido la ignorancia”, la renuncia del Dr. Francisco Brieva a la dirección de CONICYT como respuesta ante la falta de apoyo del gobierno y recientemente la creación de una asociación de redes de investigadores en el extranjero Redes Chilenas, que ha captado adherentes a nivel mundial y a la cual nos hemos unido recientemente como organización.

Todos estos hechos e iniciativas sólo demuestran que los principales actores en esta materia, investigadoras e investigadores chilenos, estamos preocupados e inquietos por el escenario científico de los próximos años en Chile.

No desconocemos que en el último tiempo grandes esfuerzos se han hecho para mejorar esta situación. El incremento presupuestario en las últimas décadas para formar capital humano avanzado, la creación de programas de inserción de investigadores jóvenes en la academia y en la industria, la creación de nuevas universidades públicas, y en general la continua apertura de concursos para la financiación de proyectos de distinta naturaleza.

Sin embargo, acostumbrados a una política reactiva, no estamos siendo eficaces en adelantarnos a una realidad que sabemos que se avecina y que difícilmente tiene vuelta atrás.

Lo hemos dicho ya repetidas veces y por distintos medios, pero debemos seguir insistiendo: la inversión actual en ciencia y tecnología, el 0.38% de nuestro PIB, no es ni será capaz de recibir a los al menos 7.500 nuevos investigadores chilenos que deben retornar en los próximos cuatro años a Chile. Los recursos actualmente comprometidos son insuficientes, y el primer paso debe ser el aumento de presupuesto.

Sin embargo, no queremos quedarnos en repetir lo que muchos hemos dicho hasta ahora, sino también queremos ser proactivos y ofrecer nuestra colaboración para aunar fuerzas y mejorar esta situación, esto a través de propuestas e ideas.

Además del intrínseco beneficio que el aumento de presupuesto conlleva (si se implementa correctamente), queremos proponer extender el alcance de los recursos a iniciativas que nos parecen de igual o incluso mayor prioridad si queremos hacer más y mejor ciencia.

1. Ampliación de los sectores de fomento al desarrollo de la ciencia

Debemos partir eliminando el preconcepto de que la práctica científica se realiza solamente en la academia. Proponemos por lo tanto incentivarla en 3 sectores: la academia, la industria o sector privado, y el sector público.

Universidades e investigación. Entendemos las Universidades como aquellas instituciones complejas cuyo principal objetivo es crear nuevo conocimiento a través de la investigación, donde se desarrolla docencia, extensión, que tienen una gobernabilidad propia y que mantienen un constante diálogo con las comunidades locales.

Quedan fuera de esta definición todas aquellas instituciones que buscan generar beneficios económicos privados bajo el alero de estos objetivos. Debemos ser claros en hacer una distinción en la Ley entre Universidades y otras iniciativas de formación profesional, en particular, en lo relacionado con sus fuentes de financiamiento. Cada una de estas iniciativas requiere un trato particular y diferenciado departe del Estado.

Las Universidades, donde se desarrolla la academia, junto con sus Centros de investigación son, sin duda, las principales entidades que atraen y acogen investigadores. Este es particularmente el objetivo de las nuevas universidades del Estado en las regiones de O’Higgins y Aysén. Sin embargo, no son las únicas entidades donde debiera desarrollarse la ciencia.

Sector privado. Proponemos generar incentivos adicionales a la industria para generar sus propios grupos de investigación independientes, enfocados en la resolución de problemas específicos y la incorporación de nuevas tecnologías desde el interior de la actividad económica.

Por ejemplo en Suiza, el 65% de los doctores que se gradúan desde las principales universidades de investigación en ciencia y tecnología (ETHZ y EPFL), trabajan en la industria alimentaria, farmacéutica, tecnológica, entre otras. Escenario que se extiende en todas las universidades del país. Algunas propuestas en ese sentido son:

  • En la evaluación de proyectos de investigación para concurso público, priorizar aquellos que presenten una clara colaboración Universidad – sector privado y que cuya contraparte industrial cuente con su propio grupo de investigación.
  • Promover la creación de una Gerencia de Investigación o equivalente en la industria.

Sector público. Necesitamos poblar de capital humano avanzado el sector público. Investigadores que trabajen de la mano en diseñar estrategias, metodologías, soluciones y en definitiva políticas públicas enfocadas en nuestros problemas país. Creemos en que instituciones claves como la Oficina Nacional de Emergencias, el Servicio Meteorológico, el Instituto Nacional de Estadísticas, la Corporación Nacional Forestal, Servicio de Impuestos Internos, la Corporación de Fomento de la Producción, entre otras debieran contar con investigadores de planta.

2. Redes y globalización

Además de generar lazos internacionales de colaboración e incentivar a la participación y organización de eventos que reúnen a científicos de todas partes del mundo (temas cubiertos por los actuales programas de financiamiento), creemos que es clave aumentar el incentivo de intercambio a través de la contratación de científicos y estudiantes extranjeros en nuestras universidades. Esto no significa que debamos disminuir el esfuerzo en formar capital humano avanzado chileno, sino que debemos además fomentar la inserción de investigadores extranjeros dentro de nuestros grupos de investigación.

En Suiza por ejemplo, en las importantes universidades que mencionamos (ETHZ y EPFL), entre 70% y 80% de los estudiantes de doctorado es extranjero. Para atraer capital humano avanzado extranjero, actualmente dependemos de las iniciativas propias de parte de los investigadores en Chile con contactos en el extranjero, o bien de los investigadores chilenos en el extranjero que forman intrínsecamente redes, pero debemos fortalecer esta voluntad de una manera institucional. Algunas propuestas en este sentido son:

  • Generar un fondo ventanilla abierta para favorecer la participación de profesores desde el extranjero en comisiones evaluadoras de postgrado a nivel doctoral. Este fondo puede ser parte del Programa de Cooperación Internacional de CONICYT.
  • Promover, estimular y facilitar que los grupos de investigación internacionales desarrollen sus actividades en Chile. Por ejemplo, que el estudio de glaciares, la astronomía, los recursos naturales, los sistemas educativos, entre otros, consideren las candidaturas de científicos o estudiantes chilenos para ser parte de ellos.
  • Generar lazos con las redes de investigadores chilenos en el extranjero, como la nuestra, para mostrar a Chile como una valiosa oportunidad de colaboración y de desarrollo profesional en el mundo de la investigación.

3. Descentralización

Creemos primordial el evitar la excesiva centralización de los recursos y la administración. Nuestra diversidad social y geográfica nos debe obligar a localizar y distribuir nuestros esfuerzos. Debemos, por lo tanto, reforzar el programa regional CONICYT y asegurar un fondo basal para grupos de investigación regionales, el que permita además atraer talentos a regiones.

En resumen

Todas las propuestas antes planteadas: la ampliación del quehacer de la investigación a otros sectores, la globalización, y la descentralización, deben ser coordinadas bajo una institucionalidad con visión de Estado a la cual se le entreguen las facultades para generar cambios, con poder de regulación y sin perder el foco del largo plazo. En ese sentido o CONICYT amplía sus capacidades, facultades, personal o avanzamos, como ya lo han hecho otros países, hacia la creación de un Secretaria Ministerial que pueda enfocarse en estos problemas sin quedar rezagada por la coyunturas del Ministerio de Educación.

La incierta situación actual que enfrentan las materias primas a nivel global, pone la imperiosa necesidad de redoblar esfuerzos encaminados a librarnos de su excesiva dependencia. A través de la investigación, se puede otorgar dentro de nuestro país mayor valor agregado a la exportación de nuestros productos.

Sin dejar de lado las prioridades que actualmente tenemos como país: educación, salud, pensiones, etc., donde se enfocan los esfuerzos del ministerio de Hacienda en la actualidad, estamos convencidos que el fomento a la ciencia y la investigación será un elemento clave justamente en la resolución de los problemas que ahí se presentan. Desarrollar el conocimiento es una herramienta para identificar riesgos, planificar nuestro camino, entender nuestro entorno y a nosotros mismos, en fin, para mejorar nuestra calidad de vida.

Desde Suiza estamos positivamente abiertos y dispuestos a aportar en mejorar nuestro sistema de ciencia y tecnología, aprovechemos que aún estamos a tiempo para reaccionar.

¿Estás de acuerdo con estas propuestas? ¿Qué otras cosas crees que debe hacer Chile para fomentar el desarrollo de la ciencia?