Literalmente crecimos junto a ellos, si es que eres de los que nacieron desde mediados de los '80 hacia adelante. Ellos nos vieron salir del colegio, entrar a la universidad, salir de ella, etc. Y nosotros vimos cómo, cada año, los celulares fueron adquiriendo más y más características: pantalla a color, cámara de video, reproductor de música, etc.
Y aunque en ese entonces no lo apreciábamos tanto, habían un par de características de los teléfonos de antaño que ahora añoramos. Como las baterías que duraban eternidades o la capacidad de caer desde un piso 10 y salir ilesos.
Es por esto y más, que en El Definido preparamos esta lista retro con ocho celulares que cumplían con el 10% de las cosas que nuestros smartphones de hoy pueden hacer. Nos costó dejar a tantatos fuera, pero estos son algunos de los que igual recordamos con cariño, porque literamente fuimos creciendo junto a ellos.
Fue el celular Nokia por excelencia de fines de los '90 (¿se acuerdan cuando Nokia era amo y maestro mundial?). Era una de las cosas más básicas que hemos visto en telefonía móvil, pero vaya que lo queríamos. Fue el que nos enseñó a muchos lo que era jugar horas y horas a la Víbora y, en varios casos, fue el primer aparato en mostrarnos en primera persona lo que era hablar por celular.
Cuenta la leyenda que su composición es tan sólida, que es capaz de cortar un diamante (y puede ser que sea el teléfono con más memes de la historia).
Este es el Nokia 3110, muy parecido al anterior, pero con algunos retoques. Su pantalla era igual, pero su carcasa relativamente futurista para la época debido a sus terminaciones metálicas. ¡Linnnnda! Eso sí, contaba con más juegos que su hermano más viejo (como el de las navecitas espaciales) y sus teclas eran menos plásticas. Más allá de eso, no había mucha diferencia.
Ahora que lo vemos en retrospectiva, nos parece un poco feo, pero en su momento fue la sensación del bloque. Tenía pantalla a color, botones a color, carcasa a color, ¡todo a color! Y su mayor gracia (aparte de contar con cámara de video) era que se podían cambiar unas laminitas que iban al interior de la carcasa, lo que hacía que se transformara totalmente su apariencia.
Otra rareza que tenía era su display de botones. Al parecer, alguien pensó que doce teclas era demasiado, así que las agrupó para que fueran solo seis. Algo que no era muy cómodo, en realidad. Pero wait, que aquí ya estaban de moda los super sonidos polifónicos, que dejaron atrás a los monofónico –que sonaban como a un computador en estado terminal-.
Al igual que "el ladrillo", esta versión también cuenta con un hermano. Aquí Nokia decidió llevar lo colorinche a un siguiente nivel e incorporó un sistema de luces tipo discoteque a los costados que se iluminaban con varios colores cuando te llamaban. Fancy.
También dejaron atrás el sistema de seis botones y volvieron a las doce teclas, pero mantuvieron el asunto de las laminitas cambiables en la parte trasera del teléfono. Al parecer personalizar el teléfono fue una función cotizada desde los inicios.
¿Se acuerdan de este formato? Recibía el elegante nombre de “concha” (o “shell” en inglés) y básicamente era lo mismo que todos los celulares de ese entonces, solo que se abría y cerraba como un molusco.
Porque claro, esconder su pantalla significaba una revolución tecnológica y de diseño que hacía indispensable cambiar el celular. Eso sí, ayudaba a proteger mejor la pantalla y a verte más sensual cuando contestabas una llamada:
(abre la conchita)
-Aló, ¿mamá? Sí, sí, llevo pan.
(cierra la conchita)
Sony Ericsson Walkman
Este pequeñín tenía una gracia especial: era tu mejor amigo a la hora de escuchar música y fue uno de los primeros celulares en permitirte hacerlo “a gran escala”. Esto, ya que podía almacenar una “gran” cantidad de canciones (¿20 a lo más?) y porque contaba con un relativamente buen sistema de audio para la época.
Otra forma de celular que desapareció con el tiempo y nunca más volvimos a ver. Se trata del formato “slide”, que consistía en deslizar el teléfono hacia arriba para que aparecieran las teclas. Todo muy ergonómico y compacto.
Aunque el resto de sus características eran bien similares a lo que ya existía en términos de telefonía móvil, este se las arregló para permanecer su buen tiempo en el mercado, debido a que tu procesador no era tan chanta.
Esta sí que era considerada una joyita a mediados del 2000. Y era la reina del product placement en cuanta serie gringa salía al aire. Tenía una pantalla mucho más grande que el común de los celulares de la época y la calidad de la imagen de la cámara era bastante mejorcita que el promedio. En esa época ya se agradecía, pues importaba harto más poder sacar fotos con un teléfono.
Por cierto, era la modernidad hecha teléfono móvil, con sus teclas planas y la incorporación de más elementos aparentemente metálicos en su composición.
En conclusión, la tecnología ha avanzado a pasos tan agigantados, que no sabemos lo que nos depara el futuro cuando de celulares se trata. ¿Serán completamente planos? ¿Tendrán baterías eternas (por favor)? ¿Estarán integrados a nuestro cuerpo? Tal vez en un par de años estaremos viendo con nostalgia y hasta un poco de risa al deseado iPhone 7.