Antes de que nos cubra el frío otoñal es necesario abastecerse… de cosas ricas para comer en casa (por eso la entrañable receta que les adjunto) y de panoramas al aire libre. Nunca es tarde para salir en bici con los amigos o programar una tarde de cine. Mis recomendados de esta semana son puras “sandías caladas”.

VER

“Silencio” de Scorsese

De entrada, casi como advertencia, es necesario decir que esta película dura 2 horas y 41 minutos. Hay que tener el tiempo y las ganas de sumergirse en una historia difícil, ruda, cruda, que pone en escena dilemas profundos, existenciales. “Silencio”, la última película de Martin Scorsese, se trata de la fe, de nuestras creencias, de lo que estamos dispuestos a hacer -o no- por mantenernos fiel a nuestras convicciones y a nuestra relación con Dios (creamos o no en Él).

La trama es sencilla: dos sacerdotes portugueses, jesuitas de sotana, viajan al Japón de 1640, donde el cristianismo es perseguido de manera violenta. ¿Por qué lo hacen? Al estilo de “Rescatando al soldado Ryan”, ellos quieren encontrar al padre Ferreira (Liam Neeson), otro cura que según se puede interpretar de algunas cartas, ha traicionado su fe cometiendo apostasía. ¿Es posible que el padre Ferreira haya negado a Cristo? Eso está por verse… Lo que no saben los jóvenes sacerdotes protagonistas de esta cinta (un atormentado Andrew Garfield en el rol de Rodrigues y un disciplinado Adam Driver como el padre Garupe) es que serán puestos a prueba de un modo impensado, llevando sus voluntades a límites muy poco “cristianos”.

Se notan los 74 años recién cumplidos del director: es por lejos su película menos ansiosa, más madura, donde se atreve a hacer una suerte de “arqueo” sobre lo que es vivir, las motivaciones humanas y los miedos a los que nos enfrenta el destino.

Las actuaciones y la fotografía son maravillosas. Acomódense bien en su butaca… apaguen el celular y, por favor, guarden riguroso “silencio”.

COMER

¡Que vuelvan las cabritas caseras!

Hace algunos días me cayó la teja y en lugar de reclamar, twittear, patalear y llorar… decidí hacer algo al respecto. Fue en la fila del cine para comprar un combo de cabritas y bebida. ¿Se han dado cuenta del precio? Me costó más caro el popcorn que la entrada para ver la película: $6.100 por un cucurucho “grande” que se me había terminado antes de que comenzara la función.

Entonces tomé cartas en el asunto y decidí hacer mis propias cabritas en casa. El resultado fue magnífico: con pocos ingredientes, en poco tiempo y a un costo mínimo obtuve una cantidad grosera de cabritas dulces, calientitas, fresquitas y mucho más ricas que las del cine.

Por eso decidí que esta semana, en lugar de recomendar un lugar donde ir a comer, les voy a compartir la receta y el entusiasmo por hacer palomitas de maíz en casa. ¡Tomen nota!

En una olla con tapa calentar a fuego medio un dedo de agua, dos dedos de aceite de maravilla y 3/4 de taza de azúcar… además, obvio, de una taza de maíz para cabritas (lo venden en todos los supermercados). Las medidas, al “ojímetro”, se pueden ir acomodando según las preferencias de cada uno. Revolver, revolver, revolver… hasta que explote la primera cabrita, tapar la olla, esperar a que dejen de reventar y listo. Se deben sacar rápidamente de la olla para que no se quemen, aunque las quemadas también son ricas. También se pueden endulzar con miel.

El sabor casero es riquísimo, no querrás volver a comprar las del cine y tu bolsillo podrá respirar en paz. Bueno y, ¡a acompañarlas con una buena película o serie!

OJO: no es recomendable que los niños intenten hacer esta receta pues el aceite caliente es recontra-peligroso.

LEER

“Los mejores 25 paseos en bicicleta alrededor de Santiago”

Son periodistas y ciclistas: la mejor combinación para escribir una guía así. Rodrigo Cea y Sebastián Montalva, además, tienen experiencia en la elaboración este tipo de catálogos, pues ya escribieron “Los 25 Mejores Trekkings Alrededor de Santiago” y “Los 10 Mejores Trekkings en Torres del Paine”… y ahora se lanzaron con este proyecto que según los libreros, se vendió como pan caliente durante el verano. Es, de hecho, un excelente regalo ($10.320 en www.top10books.cl)

La intención del texto, que va acompañado de fotos, mapas y tips, es motivar a los pedaleos a descubrir los rincones más sorprendentes en torno a la capital.

Los circuitos seleccionados están divididos en “Clásicos” (Cerro San Cristóbal, Subida a Farellones hasta Yerba Loca, Los Maitenes - El Alfalfal, el Cajón del Maipo, etc.), “Campestres” (como el trayecto Curacaví - Colliguay, la laguna Aculeo, o San Esteban en Los Andes), “Familiares” (para ir con niños, como el paseo La Reina - Quinta Normal o el Parque Mahuida), los denominados “Senderos” (Nogales-Coya, entre otros) y las “Subidas” (para valientes que se atrevan a ir de Tiltil - Caleu o atravesar la cuesta Lo Prado).

La guía, asimismo, entrega recomendaciones para elegir una buena bicicleta, accesorios y lo necesario para saber sobrevivir a un pinchazo.