Rafael Echeverría considera que Nietzsche ha sido incomprendido y a la vez tergiversado y eso le preocupa mucho. Por eso escribió el libro Mi Nietzsche. La filosofía del devenir y del emprendimiento, para que más personas puedan acercarse a una filosofía que -en palabras de Echeverría- “abre las puertas a un futuro diferente”. 

En el prefacio el autor explicita su vocación de dar a conocer a Nietzsche más allá del ámbito académico y por eso el libro está escrito de manera que cualquier interesado pueda comprenderlo. A ratos la lectura se siente poco fluida debido a que cada tema es un capítulo independiente; pero sin dudas eso, finalmente, los lectores sin formación filosófica lo terminamos agradeciendo, pues facilita mucho las cosas. 

Echeverría comienza reconociendo que éste es “su” Nietzsche, pues toda vez que se escribe sobre el pensamiento de un autor se está haciendo una interpretación. Y la perspectiva del filósofo chileno es que Nietzsche es “la mayor de todas las figuras filosóficas que disponemos” y que “sólo podremos ir más allá de Nietzsche en la medida que primero seamos capaces de comprenderlo”. De ahí la urgencia de Echeverría de llegar a la mayor cantidad de personas posibles. 

Lo primero que afirma el libro es que Nietzsche busca romper con la tradición filosófica y teológica occidental, que son las bases de nuestro sentido común. Eso, según Echeverría, es lo que hace tan difícil nuestra comprensión del autor, puesto que es complejo aceptar un pensamiento que cuestiona las propias raíces. Esto mismo es lo que llevó a Nietzsche a ser un solitario en su vida, sólo acompañado por un grupo de amigos que reconocían su genialidad, pero que aún así estaban lejos de comprender a cabalidad lo que planteaba.  

En Mi Nietzsche, Echeverría también aclara malos entendidos que han rodeado su pensamiento. Por ejemplo, explica que es mentira que haya sido un pensador de la ideología Nazi y, acerca de la crítica que Nietzsche hace al cristianismo, Echeverría explica que no toca a la figura del Jesús histórico; Nietzsche critica a las iglesias cristianas por poner el foco en el “más allá” y en la resurrección, construyendo –según su visión- una doctrina de la muerte. Nietzsche plantea que esa forma de ver la vida es contraria a lo que promovía Jesús, quien elogia el amor, la aceptación de la miseria humana y se mezcla con los pecadores.

Así, el nihilismo, la crítica a Sócrates y a la supremacía de la razón y muchos otros temas se van sucediendo de manera amigable… Tanto, que le da ánimos al lector iletrado para quizás volver a intentar abrir “Así habló Zaratustra” o “Ecce Homo”.

FICHA

Mi Nietzsche. La filosofía del devenir y del emprendimiento
Rafael Echeverría
228 páginas
J.C. Sáez editor
Año 2011