¿Necesito saber idiomas para viajar?

Si quieres pasear por Iberoamérica estás listo con el español, pero ¿tengo que saber un segundo o un tercer idioma para viajar a lugares más exóticos? Aquí te damos algunos consejos para hacerte la vida más fácil cuando andes de patiperro.

Por Bruno Carrillo | 2013-08-26 | 10:23
Tags | viajes, idiomas, cultura, traducciones, consejos

Para muchos, viajar es uno de los grandes placeres de la vida y, aunque parezca un lujo, con algo de ingenio está al alcance de la mano de cualquiera. ¿A quién no le gustaría verse acostado en las arenas blancas de una playa paradisíaca, con machete en mano en una selva tropical, conociendo arquitectura centenaria o disfrutando manjares propios de la zona? 

A menudo he hablado con personas que les encantaría viajar pero no se atreven porque no conocen el idioma del país al que irían. ¡Y cómo no! Saber el idioma local te da una ventaja muy grande en muchos sentidos, además de una sensación extra de seguridad. Sin embargo, no es absolutamente necesario saber un segundo o tercer idioma para viajar a la mayoría de los destinos. Y te diré por qué. 

Un gesto vale más que mil palabras

¿Sabías que la mayor parte de la comunicación es no verbal? O sea, no se ve determinada por el idioma que se hable. Típicamente se habla de que un 93% de toda la comunicación es no verbal, aunque hay muchos otros científicos que dicen que oscila entre un 70 y 90%. En resumidas cuentas, importan mucho más los gestos, el lenguaje corporal y el tono de voz a la hora de comunicar. 

Para darte un ejemplo, imagina que estás buscando a alguien que está escondido y le preguntas a una persona. La persona te dice "no sé dónde está" mientras discretamente apunta con el dedo hacia el callejón y te guiña el ojo. 

Muchas veces viajando me he topado con personas que no hablan ni una pizca de inglés y se las arreglan de lo más bien. En las ocasiones que hemos tenido un idioma en común, les he preguntado cómo lo hacen, y la respuesta siempre ha sido unánime: si quieres comunicarte, te las vas a arreglar de alguna forma. Gestos, muecas, dibujos; ¡todo vale!

Claro, se puede decir que los gestos y expresiones varían de cultura a cultura, y si bien hay verdad en esa afirmación, las sonrisas y risas son transversales a las culturas. Adicional a este punto, encuentra la recomendación más abajo respecto a aprender un poco de las costumbres locales. 

Pero ¿no que había que saber inglés para ir a todas partes?

Es lo que se piensa comúnmente y, hasta cierto punto, es cierto. A menudo, en los países más turísticos se va a encontrar letreros y señalizaciones en el idioma local y/o inglés (y a veces hasta en español). Sin embargo, puedes perfectamente tener una guía de viajes en español y disfrutar de ese conocimiento. 

Cabe recalcar que nuestra lengua materna es el español, que está dentro de las tres o cuatro lenguas más habladas del mundo, por lo que las probabilidades de encontrar a alguien que sepa el idioma son mucho más altas que si hablásemos finlandés, malagasi o fijiano. Nota: esto se cumple en las grandes ciudades, pero las probabilidades se reducen considerablemente si estás en lugares como la campiña siberiana, acampando en el Serengeti o en el corazón de China, por ejemplo. 

Como punto extra, dado que nuestra cultura ha recibido una cantidad de influencia no menor de la americana, aun cuando no supieras inglés van a haber palabras que vas a entender. 

Mejor prepararse

Ahora bien, hay varias recomendaciones que son muy útiles a la hora de ir a un país donde no conoces el idioma, y muchas veces me han salvado el pellejo. 

  • Investiga sobre el lugar al que vas. Este es un sí o sí. Cosas básicas a investigar: costumbres locales (qué mano dar para saludar, si se da la mano o se hace una reverencia, qué cosas no es políticamente correcto hacer, etcétera), saludos, qué lugares se puede visitar (y los que no) y direcciones. Todo lo puedes encontrar en tu buscador web favorito, tanto en español como en inglés. 
  • Haz una lista con frases del idioma local que podrías necesitar: Las esenciales son "gracias", "por favor", "lo siento", "disculpe" y "ayuda", y dependiendo de lo que hagas o donde vayas, también te pueden servir oraciones como "¿dónde está la estación de buses?", "¿dónde está la policía?", "¿esto tiene picante?", "¿dónde está el hospital más cercano?", etcétera. Es lo que el creador de Lonely Planet confesó hacer cuando viaja, puesto que dice no ser un lingüista. Usa tu imaginación y San Google te va a iluminar. 
  • En lo posible, escribe la pronunciación fonética y, si puedes, las frases en la escritura local. Especialmente en Asia y el Medio Oriente, puedes simplemente mostrarle las frases escritas a personas (taxistas, policías, etc.) y te van a ayudar. Puedes pedirle a alguien en el aeropuerto, el hotel/hostal o centro turístico que te den una mano para escribir las frases. Especialmente en los países donde hay idiomas poco comunes, a la gente local le encanta que uno les diga algo en su lengua, o al menos lo intente. 
  • Si viajas con smartphone, asegúrate de descargar diccionarios y aplicaciones para traducción del idioma local. Además, hoy en día la mayoría de las guías de viaje y libros de frases se pueden encontrar en formato digital.
  • Sé tolerante, y ten mucha paciencia: muchas veces puede que falle la comunicación al primer o segundo intento, pero eventualmente siempre se va a poder transmitir el mensaje. Un truco: busca un interlocutor que quiera o esté dispuesto a comunicarse. Recuerda que hay países con gente más dispuesta a ayudar a los turistas que otros. 
  • Viaja con alguien que sepa el idioma: nunca falta el amigo, pareja o familiar bilingüe (o trilingüe). Viajar de a dos o más tiende a ser también más seguro. 
  • Sonríe: el respeto y la alegría te van a abrir muchas puertas. Al fin y al cabo, ¿Ayudarías a un extranjero que se ve perdido pero increíblemente enojado? En cambio, si demostrase una actitud amable, el cuento sería totalmente distinto. 

El segundo o tercer idioma no es una obligación: es una decisión

A fin de cuentas, el aprender el idioma del país al que se va es una opción personal, más que un requisito. Hay muchas personas que, de hecho, visitan un país para precisamente aprender el idioma, mientras que hay otros que disfrutan del proceso de tomar clases o aprender online por meses (o años) antes de ir al lugar de destino. Los más aventureros son capaces de ir donde sea sin nada más que el español o el inglés, y se las arreglan de lo más bien: saben que prácticamente lo único que se necesita para comunicarse son las ganas y buena disposición.