El Chile que ¿todos? queremos

Reflexión política en base a los comentarios de nuestros lectores Paper Luis y Gonzalo Vidal

Por Cristián Mackenna @cmackennar | 2013-08-28 | 10:08
"Independientemente de si creemos ser de izquierda o de derecha, los más probable es que estemos buscando lo mismo y basta con que cambiemos la forma en que conversamos, para que sea más fácil ponernos de acuerdo."

Soy un convencido que políticamente hablando, nos podemos encontrar con la sorpresa de que la mayoría de los chilenos quiere lograr cosas similares, pero a la hora de sentarnos a conversar y poner las cosas en perspectiva para ver los matices y los puntos de encuentro, terminamos dominados por los discursos destructivos que en general la política promueve a través de peleas entre "los buenos" y "los malos" o "la verdad" y "la mentira", todos argumentos odiosos que en nada construyen como método para avanzar como sociedad.

Al respecto, en El Definido ya hemos hablado varias veces sobre los matices y el Barbón hizo una genial reflexión sobre ese tema si alguien quisiera profundizarlo. 

Y sobre cómo el odio nos hace manipulables, nuestro editor, Marco Canepa, también se despachó una brillantez que recomiendo leer.

Pero volviendo al tema inicial, esta reflexión nace de la carta que nos envió nuestro lector Gonzalo Vidal, donde se pregunta si Chile está verdaderamente tan mal. Su visión es que no y mientras en Facebook una persona nos trató de mentirosos sólo por publicar la carta, en El Definido, Paper Luis nos dejó un comentario que, siendo contrario a la visión de Gonzalo, era respetuoso y constructivo.

¿Verdad o Mentira?

Con respecto a preguntarse si la visión de Gonzalo es verdad o mentira, me parece un completo sin sentido preguntárselo, ya que el "estar mejor" o el "estar peor" siempre va a depender de contra qué nos comparemos... ¿o no?

En ese sentido, habría que estar ciego para no darnos cuenta que como país hemos mejorado en muchas cosas, pero también estaríamos ciegos si no nos diéramos cuenta que podemos mejorar en muchas otras.

Por lo que retomando los aportes de Gonzalo y de Paper Luis, quisiera agregar que:

1. Si hemos avanzado positivamente en ciertas cosas, tenemos que ser capaces de descubrir qué fue lo que nos permitió crecer. Punto de Gonzalo.

2. Si hay fallas que arreglar, tenemos que repararlas y hacernos cargo del problema. Punto de Paper Luis.

Lo bonito de esto, ¡es que ambos puntos son compatibles!

Entonces, si estamos de acuerdo con el punto (1), está bien que exista gente como Gonzalo que nos recuerde que puede ser peligroso cambiar tan bruscamente de rumbo, pero de la misma manera, si estamos de acuerdo con (2), también está bien que exista gente como Paper Luis que nos recuerde que queda mucho por arreglar.

El Chile que  ¿todos? queremos

Habiendo hecho esta introducción, ahora puedo pasar a lo que quería mostrar, que es que, independientemente de si creemos ser de izquierda o de derecha, los más probable es que estemos buscando lo mismo y basta con que cambiemos la forma en que conversamos, para que sea más fácil ponernos de acuerdo.

Para analizar esto, voy a ocupar las mismas frases que dejó Paper Luis en los comentarios de la carta de Gonzalo y así analizar esas frases con esta fórmula de encuentro.

Sólo voy a analizar las 2 primeras frases que nos dejó Paper, porque si analizo las 17 que nos dejó, puedo estar un mes completo trabajando en el artículo... Pero si a alguien le interesa, que deje un comentario en la noticia y me comprometo a retomar los temas más adelante cuando pueda.

"Frenar las utilidades casi ridículas que tienen cierto tipo de industrias como los bancos"

Yo creo que todos estamos de acuerdo con que no es justo que los bancos en Chile tengan una rentabilidad tan alta, en efecto, en El Definido ya advertimos que la rentabilidad de los Bancos en Chile es mayor al promedio de la industria bancaria mundial en esta entrevista.

Obviamente que ese dato es un reflejo de que no hay suficiente competencia en Chile y que hay que ver cómo profundizar la competencia, pero en El Definido también ya hemos planteado ciertas ideas como la portabilidad bancaria y hemos mostrado casos de éxitos como el de Cumplo, que a través de la innovación y la iniciativa privada, pueden ser un aporte en la generación de competencia.

¿Es esto suficiente? Claro que no, pero eso no significa que haya que eliminar las tarjetas de crédito y los bancos (por algo todos las ocupamos y los elegimos...), sino que simplemente hay que regular la industria para que no haya abusos, para que sea más transparente y finalmente, para que la relación cliente-proveedor sea más justa, pero sin olvidar que los clientes también tenemos que ser más confiables, en efecto yo aposté por participar como inversionista en Cumplo y si bien en los créditos a empresas me fue bien, en los créditos a personas ya tengo dos casos de morosidad, que aun no sé si se arreglarán..., pero el punto es que las personas también tenemos algo de culpa y no podemos estigmatizar sólo a los empresarios, ya que dentro de ellos y como en todo en la vida, hay buenos y malos.

Más ideas para mejorar la competencia bancaria tengo varias y lo más probable que ustedes también, pero eso podría dar para un nuevo artículo completo, así que pasemos a analizar la segunda frase.

"Equiparar la educación, nivelar desde abajo y no que la gente se saque cresta y media trabajando para pagar un colegio mejor"

¿Quién se podría oponer a esto? Yo creo que nadie ¿o no? 

Y entonces ¿cuál es el problema? ¿Por qué no nos ponemos de acuerdo? Creo que esto sucede porque todos parten con su visión cerrada de cuál es la solución, sin partir por buscar los puntos de encuentro.

¿Y qué hemos descubierto en El Definido al respecto? ¡Varias cosas!

Partiendo por la educación escolar, hemos visto que hay muchos casos de éxito y a gran escala, como por ejemplo la red SIP, que muestran que sí es posible entregar una educación de calidad a los actuales niveles de subvención. ¿Entonces? ¿Por qué el resto no puede? Las respuestas a esta pregunta se pueden rescatar de la entrevista que le hicimos a Tomás Recart, que recomiendo que todos vean.

Advertencia: La propuesta que aquí abajo plantearé es nueva y personal, por lo tanto, no sé si nos une y de hecho, es una propuesta bien radical, pero quiero probar qué pasa con ella y ver si, desde ella, se puede generar una nueva conversación.


Entonces, si ya hay gente que lo está haciendo bien, como solución, se me ocurre plantear lo siguiente: Que cada colegio que no esté cumpliendo con los mínimos que se establezcan, le sea expropiado a su actual sostenedor, ya sea público o privado, y le sea entregado o otro sostenedor que ya haya demostrado entregar calidad, sostenedor que mediante una licitación pública de menor precio abierta a todos los sostenedores de calidad, se comprometa a llevar a ese colegio sobre la media, cueste lo cueste. De esta manera tomaríamos un compromiso con entregarle hoy y no mañana, gratuitamente y sin co-pago, una educación de calidad a cada niño, pero basados en la competencia.


Una forma de avanzar

Para terminar, mi punto es que creo, que incluso para los temas difíciles, como en los dos ejemplos que usé, se pueden construir soluciones entre todos si es que nos comprometemos a respetar al otro, tratándolo como un igual y sin caricaturizarlo como "el malo", sino que construyendo en base a los puntos que nos unen y de ahí ir avanzando.

¿Y tú? ¿Qué crees? ¿Podemos conversar, avanzar y construir sociedad con respeto entre gente de todos los colores?