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Compartir la experiencia

Martín de Mussy se refiere a "Mas fundaciones por fundaciones", una iniciativa del gobierno que busca fomentar la colaboración entre organizaciones sociales.

Por Martín De Mussy @mdemussy | 2013-08-29 | 12:09
Tags | solidaridad, ONG, asesorías, consultorías, apoyo, concursos, organizaciones sociales.

Las consultorías se han convertido en un buen negocio desde hace algunos años. Poder traspasar la experiencia y el conocimiento de una persona a otra o de una organización a otra compañía, vale. O al menos eso es lo que dicta el mercado. Pero en el caso de las organizaciones sin fines de lucro y de las iniciativas sociales, el apadrinamiento y la transmisión de expertise suele darse de manera natural, solidaria y generosa. Tal vez casi intuitivamente, al mirar al de al lado como un compañero más en esta aventura quijotesca, en vez de un competidor a la hora de encontrar nuevos socios y aportantes. Una manera diferente de enfocar las cosas que ha permitido compartir experiencias esenciales a la hora de mejorar la gestión.

Es por eso que es realmente aplaudible el novedoso concurso Más Fundaciones por Fundaciones; una iniciativa que está promoviendo el Ministerio de Desarrollo Social a través de su programa Más Por Chile y que busca premiar y aportar a las corporaciones sociales que estén dispuestas a transmitir sus conocimientos a otras iniciativas que comienzan a avanzar en el camino de las organizaciones sin fines de lucro. Una idea innovadora que nace desde el mismo Gobierno para fomentar el traspaso de experiencias y así lograr sinergias valorables en el mundo de las fundaciones, la cual si logra funcionar, puede validar el modelo de compañerismo y generosidad más allá de la natural camaradería que existe en las distintas organizaciones sociales.

Finalmente, son este tipo de iniciativas las que reconocen el valor de lo que significa trabajar de forma conjunta para alcanzar objetivos más grandes y del mismo modo aportan para esto suceda. Probablemente pocas fundaciones estarían dispuestas a cobrar por traspasar sus conocimientos y tal vez aún menos organizaciones aceptarían pagar por ese servicio, pero eso no significa que no se pueda valorizar dicho aporte. Y si algún tercero – el Estado- puede aportar para que eso siga sucediendo y se multipliquen las experiencias, probablemente estaremos frente a un modelo exitoso que va a remover el tradicional concepto que hoy tenemos de consultoría. Una versión nueva en donde la solidaridad manda y el país está dispuesto a aportar para que ese sentido primordial se mantenga en el tiempo.