Imagen: César Mejías

Partieron vendiendo libros, hoy lideran el mundo online. La historia de Amazon

Se trata de una bella sucesión de aciertos, que inicia con la venta de libros online desde un garaje, para evolucionar a convertirse en el terror del retail a nivel mundial. Es que se volvieron tan buenos en lo que hacen, que terminaron siendo imprescindibles.

Por Juan Reyes | 2018-01-31 | 12:00
Tags | Amazon, internet, e-commerce, emprendimiento, éxito, retail, tencología, innovación
“Incluso cuando aún no lo saben, los clientes quieren algo mejor, y el deseo de deleitar a los clientes es lo que te lleva a inventar en su nombre" (Jeff Bezos, creador de Amazon)

Hace poco abrieron oficina en Chile, ante una evidente emoción de futuros clientes y el miedo de los retailers nacionales. La famosa Amazon, que ya abarca mucho más que ventas de productos online, no deja de crecer y su historia tiene mucho que enseñarnos. En El Definido te contamos cómo comenzó todo.

¿Me arrepentiré de esto?

En 1994, un inquieto y agudo ingeniero llamado Jeff Bezos dejó su trabajo para crear su propia empresa. No quería arrepentirse de no involucrarse en la siguiente revolución tecnológica: Internet.

Jeff, con solo 29 años, ostentaba un importante cargo en la empresa de inversiones D. E. Shaw & Co: vicepresidente. Tenía un trabajo envidiable y el mismísimo dueño de la compañía intentaba persuadirlo de permanecer en ella. No obstante, el crecimiento anual de 2.400% de Internet, le parecía una oportunidad difícil de igualar.

Bautizó su estrategia para tomar la decisión de dejar un trabajo seguro y estable, por una aventura sin ningún tipo de garantía como: “minimización del arrepentimiento”. Jeff se visualizaba a sí mismo teniendo 80 años de edad y preguntándose si se arrepentía de haber intentado formar parte de la revolución de Internet: la respuesta era un rotundo no. Esta original manera de visualizar su situación, le impulsó a embarcarse en la creación de su empresa.

Una apuesta por la lectura

Jeff Bezos sabía que quería entrar al negocio del comercio online, pero no tenía la menor idea de qué sería lo que vendería en su tienda. Hizo una lista de 20 artículos que parecían interesantes para vender por Internet para escoger el más adecuado. Se decantó por los libros: un ítem, con alta demanda y bajo precio, que presentaba una tremenda diversidad de títulos disponibles.

El metódico emprendedor, comenzó a absorber toda la información disponible acerca del mercado de los libros. Encontró que los mayores vendedores ya contaban con un inventario electrónico de sus títulos. El problema que debía resolver era cómo conectar ese inventario con los compradores a través de Internet y convertirse en el mayor vendedor de libros del mundo.

Para alcanzar su objetivo debía mudarse de ciudad. Su esposa que trabajaba en la misma empresa que él, dejó su trabajo para convertirse temporalmente en contadora del incipiente negocio y ambos se embarcaron a Seattle. Un lugar que tenía características estratégicas para que su proyecto tenga éxito: talentosos informáticos y un importante mayorista de libros. Mientras iban de viaje, Jeff escribía en su laptop el borrador del plan de negocios de la empresa que más tarde se convertiría en un verdadero monstruo del e-commerce.

A fin de poder crear su empresa, Jeff consiguió con sus padres 300.000 dólares (unos CLP$ 180 millones). Quienes sin saber siquiera qué era Internet, invirtieron una parte importante de los ahorros de su vida, confiando en la capacidad de su hijo para llevar el negocio adelante. Esto pese a las pesimistas estimaciones del lógico emprendedor: les dijo que solo tenía un 30% de probabilidades de éxito en su aventura y que lo más probable era que perdieran su dinero.

Manos a la obra

Ya parece un cliché de algunos gigantes tecnológicos, pero Amazon nació en el garage de una casa arrendada. Al inicio tenían un empleado quien tenía como primera misión comprar los primeros computadores y escoger el software con el que trabajarían. Un mes más tarde llegaría otro integrante al área técnica. Ambos tendrían un rol clave en el éxito de la empresa.

A partir de puertas de 60 dólares (CLP$ 36 mil), Jeff fabricó las primeras mesas de la oficina. Tras esta decisión, se esconde en cierto modo, parte del secreto tras el éxito de Amazon: las inversiones que importan son las que benefician al cliente. Amazon, centró desde sus inicios sus esfuerzos en entregar el mejor servicio posible, en lugar de obtener utilidades en el corto plazo.

A diferencia de hoy, hacer sitios web no era algo usual en 1994, por lo que era un verdadero viaje de descubrimiento para todo el equipo. Unos meses más tarde, lograron crear una primera versión del sitio web. Luego de invitar a unos 300 amigos a testear el sistema, amazon.com fue publicado el 16 de julio de 1995.

Cada vez se vendía un libro por la web sonaba un timbre, todos se miraban y se preguntaban si conocían al cliente… al cabo de unas semanas ese timbre sonaba con tanta frecuencia que tuvieron que apagarlo.

El éxito de su sitio web fue extraordinario: el primer mes vendieron libros por todo EEUU y en 45 países. A los dos meses ya vendían 20.000 dólares a la semana (CLP$ 12 millones). No obstante el éxito avasallador tenía su precio: trabajaban más de 60 horas a la semana y no era extraño que durmieran en el auto. La empresa no tenía el personal suficiente para atender la creciente cantidad de pedidos, por lo que era común acudir a amigos y familiares para obtener ayuda.

El boom de Internet había engendrado numerosas empresas que, pese a contar con cuantiosas inversiones, no tenían un modelo de negocios sostenible a lo largo del tiempo. Esto generó la conocida “burbuja” de las .com, un periodo de crisis entre 2000 y el 2002, en el que muchas empresas tecnológicas desaparecieron.

No obstante, Amazon logró sobrevivir y seguir mejorando su posición con el paso del tiempo. Sus principales claves de éxito hoy se reconocen como:

1. Aceptar el fracaso ocasional como el precio de innovar

2. Trabajar todos los días como si fuera el primer día en el negocio

3. Ofrecer a los clientes lo que desean antes de saber que lo quieren

"Puedes enfocarte en la competencia, puedes enfocarte en los productos, puedes enfocarte en la tecnología, puedes enfocarte en el modelo de negocios y hay más. Pero en mi opinión, el enfoque obsesivo del cliente es, con mucho, el más protector de la vitalidad del día uno", dice hoy el mismo Jeff Bezos. "Los clientes siempre están bellamente, maravillosamente insatisfechos, incluso cuando informan que están contentos y los negocios son geniales. Incluso cuando aún no lo saben, los clientes quieren algo mejor, y el deseo de deleitar a los clientes es lo que te lleva a inventar en su nombre".

Innovando en todas las áreas

Años más tarde Amazon no sólo vendería libros, sino que todo tipo de artículos. Sus ventas crecieron como la espuma y se convirtió en la empresa de e-commerce con más ingresos del mundo.

Su crecimiento exponencial, le obligó a trabajar al borde de la tecnología con grandes volúmenes de datos y eso le permitió abrir una línea de negocios que no estaba en sus planes originales: computación en la nube. Un acierto que además le permite ser uno de los jugadores más importantes en lo que se refiere a servicios online, compitiendo directamente con Microsoft.

Adicionalmente, ha sorprendido entrando al mercado del hardware, lanzando variedad de novedosos dispositivos, destacándose con su lector de libros electrónicos Kindle y su parlante inteligente Echo. También tiene un servicio de streaming que le busca hacer competencia a Netflix y numerosos proyectos de última tecnología, como un supermercado sin cajeros (no exento de errores) y un servicio de reparto con drones.

Amazon se convirtió en una tremenda máquina de innovación, que hoy tiene a las tradicionales tiendas de retail con los pelos de punta. Todo indica que este gigante pasará a la historia como una de las empresas más prolíficas del mundo, empleando hoy a más de medio millón de personas.

La casa donde todo comenzó cambió el garage por un living room, pero conservó una sutileza de su pasado: su casilla de correo es más grande de lo normal para contener los numerosos catálogos que Amazon recibía. Alguna vez el gigante del e-commerce se reducía a un pequeño equipo de personas con grandes ambiciones.

¿Qué otras cosas destacarías de Amazon?