Guía para padres - Jugar al aire libre

La naturaleza ofrece más a los niños que algo de ejercicio y un cambio de aire. Es una herramienta esencial para que aprendan a desenvolverse socialmente, ejerciten su imaginación y aprendan sobre el mundo.

Por Ignacia y Javiera Larrain | 2013-09-05 | 15:05
Tags | niños, padres, educación, juego, aire libre, naturaleza, deporte, diversión, paternidad, crianza, actividades
"Permita que el niño se ensucie. Es mejor lavar que reprimir el juego en contacto con la naturaleza."

Se fue agosto y nos empezamos a preparar para la llegada de la primavera… y qué mejor oportunidad para sacar a los hijos a jugar al aire libre y dejar atrás los días bajo techo. 

Los niños necesitan del juego motor y el contacto con el aire libre. Para algunas familias esto les sale natural y espontáneo, pero para otras se convierte en una “tarea” y es importante no eludirla. 

Los Gutiérrez son una familia muy intelectual por lo que incentivan a sus hijos a leer, les compran libros y leen cuentos. Los llevan a actividades culturales y en la casa se hablan temas de contingencia, pero ¿qué pasa con el desarrollo social? ¿Se preocupan de propiciar instancias de compartir con otros fuera de la familia? Ellos no pueden dejar de lado este aspecto. Por otra parte, los Carmona son muy sociables y están constantemente invitando amigos a la casa, pero ¿qué pasa con las instancias de intimidad?¿Se preocupan de potenciar un mundo interior?

Así como los Gutiérrez y los Carmona, cada familia tiene su sello, pero deben preocuparse de potenciar otras dimensiones para lograr un desarrollo equilibrado en los niños. Por eso, todos debemos preguntarnos, ¿estamos potenciando el juego al aire libre? 

El desarrollo de los niños tiene múltiples dimensiones y es fundamental que como padres tengamos una mirada integral para favorecerlas todas de un modo equilibrado. Si bien es natural que cada familia potencie más algunas competencias y habilidades por sobre otras dependiendo del sello que cada una tiene, es importante que no dejemos alguna dimensión completamente olvidada. 

Más que un tema de salud

El darle la oportunidad a los niños de que se desenvuelvan fuera de la casa, es trascendental. La vida al aire libre tiene muchos beneficios para el desarrollo integral de las personas: 

  • Movimiento. En los espacios al aire libre los niños pueden moverse lo que supone un beneficio para la salud: previene la obesidad, libera endorfinas, fortalece los diversos músculos e incide en el desarrollo de la motricidad fina y gruesa.
  • Desarrolla habilidades de autorregulación. Es una instancia para que el niño aprenda límites, hasta donde puede ir solo, a autocuidarse, qué cosas son seguras y cuáles presentan peligro para él. 
  • Conocer el mundo que los rodea. Salir de su casa hace que el niño pueda conocer su comunidad, otras realidades, ver espacios verdes, valorar la naturaleza, aprender a cuidarla y respetarla.
  • Usar la imaginación. En la naturaleza encuentran a un gran amigo que les enseña a divertirse con lo simple de la vida. Con un palo pueden crear una varita mágica y sumergirse en el mundo de los brujos o con unas piedras pueden construir una ciudad. Aprenden que no necesitan grandes juguetes para pasarlo bien.
  • Sociabilizar. En los espacios comunes se puede conocer a otros niños y desarrollar habilidades sociales, como hacer turnos para los juegos, trabajar en equipo y respetar las diferencias.
  • Compartir. Las actividades al aire libre son una gran instancia para crear momentos de disfrute con los hijos, ya sea jugando o simplemente saliendo de la rutina.

Si llevamos a los hijos al parque, es importante que no sea una instancia de estrés donde los padres estén nerviosos de que se suba al juego porque se puede caer, que no se ensucie, que no hable con desconocidos porque es peligroso, que esté tranquilo y no grite para no molestar a otros, etc. Eso es justamente todo lo contrario de lo que se busca. Es importante rayar la cancha con anticipación con un par de reglas que se deben cumplir a toda costa, como por ejemplo, no irse fuera de la vista de los padre, no subirse a un determinado juego que no es para la edad y no irse con ningún desconocido, pero dentro de ese espacio, darle libertad. Los niños deben poder explorar y sentirse seguros de ello. Un golpe o caída no es tan terrible, como estar al aire libre pero estar amarrado a no poder salir del metro cuadrado de los papás con una voz que repite constantemente ¡cuidado!

Sugerencias:

  • Ir al parque o plaza.
  • Hacer un picnic.
  • Salir a andar en bicicleta, trotar o caminar.
  • Permitir al niño que juegue con arena o agua (muy beneficios en el desarrollo de la imaginación, les permite relajarse).
  • Permitir que el niño se ensucie. Es mejor lavar que reprimir el juego en contacto con la naturaleza.
  • Hacer paseos a lugares abiertos, como el zoológico.
  • Subir un cerro.
  • Incentivar al niño a jugar en el condominio, jardín o el espacio al aire libre que tenga más cercano a la casa.

Esta época del año en que se acerca la primavera es una muy buena instancia para salir con los niños fuera de la casa y promover un desarrollo sano e integral, donde ellos puedan sentirse libres de explorar el mundo que los rodea y experimentar los beneficios del juego al aire libre.