La Cuerda de Aire
Por
Raul La Torre @raullatorre2 | 2019-03-13 | 10:27
<p>Había una salida, la veía. Una puerta, la veía. Una cama, la veía. Una cuerda, no la veía, sólo la sentía. La cuerda sujetaba mi cuerpo firmemente, tan firme que no me dejaba mover ni un solo dedo. </p><p>¿Quién me había atado? ¿Nuevamente me la cuerda? ¿Quién fue y cuánto durará?</p><p>Tranquilidad, me repetía, pero veía la puerta, la cama y todo estaba allí, menos la cuerda y quien la usó contra mí. </p><p>Veía el techo y pensaba que tenía que respirar profundo. La respiración no estaba atada, tampoco los ojos, los que movía como Camaleón. ¿Será real? ¿Dónde está la cuerda? ¿La siento pero no la veo? Entonces no es cierto. No la veo. Pero tampoco el aire y lo siento. ¿Y si es una cuerda de aire? ¿Qué locuras estoy pensando? </p><p>No es el techo, solo una imagen grabada en mi memoria del techo. Y vi el pedazo de una araña que maté antes de echarme en la cama. !No lo imagino! !Es real! ¿Morí? ¿Por qué?</p><p>El corazón partió a latir con fuerza y quise gritar. No pude. !No puedo! ¿Y si aguanto la respiración? ¿Qué hago? </p><p>¿Qué hice? No lo sé. Sólo que desperté y vi todo tal cual lo vi cuando estuve prisionero de la cuerda de aire. </p><p>¿Me creerán si lo cuento? </p><p>Sí, me respondió Sofía. Tu cuerda de aire es un yunque sobre mi pecho, me contó llevándose su taza de café a la boca.</p><p>Es real. Como la peste. </p>